La victoria presidencial de Donald Trump en EEUU, la caída del gobierno de Bashar al-Assad en Siria, la extensión del conflicto en Medio Oriente y la escalada en la guerra en Ucrania están entre los principales momentos que marcaron el 2024.
Este ha sido un año de acontecimientos globales que han repercutido alrededor del mundo.
Desde victorias presidenciales como la de Donald Trump en Estados Unidos y Claudia Sheinbaum en México, el fin de décadas de gobierno de los Assad en Siria hasta la escalada en los conflictos en Ucrania y el Medio Oriente, estos doce meses han esta marcados por profundos cambios que afectarán el destino de millones en un futuro cercano.
La rápida secuencia de noticias y la sucesión de varios hitos en espacio de meses han hecho de este uno de los años más trascendentales en las últimas décadas, según resaltan expertos.
Elecciones en el mundo
En una prueba crucial para las democracias alrededor del planeta, se estima que casi la mitad de la población mundial, unas 4.000 millones de personas – votaron en elecciones de carácter nacional en más de 50 países. Esto hizo al 2024 uno de los años de mayor actividad electoral en décadas, una coincidencia que difícilmente se repetirá hasta dentro de muchos años.
Entre los comicios que acapararon titulares estuvo la carrera por la Casa Blanca en EEUU y las presidenciales de Rusia, Venezuela, México, Taiwán y elecciones en Reino Unido.
Los mexicanos escogieron a la primera mujer presidenta en la historia del país; Vladimir Putin se aseguró la continuación de su gobierno desde el Kremlin, mientras que los venezolanos todavía sufren las consecuencias de una disputada contienda, en la que tanto el presidente Nicolás Maduro, como la oposición y su candidato Edmundo González, se adjudican la victoria.
Considerado el rival más acérrimo y destacado del presidente ruso, Vladimir Putin, el opositor y activista Alexei Navalny murió en febrero pasado en una remota prisión en el Ártico, mientras cumplía una pena de 19 años por varios cargos, que incluían el de dirigir un grupo extremista. Allegados y gobiernos como el de EEUU denunciaron como responsable a Putin, algo que Moscú ha negado categóricamente.
El conflicto en Medio Oriente y la muerte del presidente iraní
En abril, Israel e Irán entraron en conflicto directo tras bombardeos israelíes contra la embajada iraní en la capital siria Damasco, dentro de su conflicto con el grupo extremista Hamás. Teherán respondió lanzando misiles y drones desde su territorio hacia Israel, que a su vez bombardeó en represalia un complejo militar situado cerca de la ciudad iraní de Isfahan.
Esto hizo temer una rápida escalada en una región ya estremecida por la guerra de Israel en Gaza. La repentina muerte en un accidente del presidente iraní, Ebrahim Raisi, vino a sumar incertidumbre a la situación.
En México, la exalcaldesa de la capital mexicana y heredera política del mandatario Luis Manuel López Obrador, Claudia Sheinbaum, ganó la presidencia de ese país en el mes de junio, con una amplia ventaja sobre su principal contendiente Xóchitl Gálvez. A sus 61 años, Sheinbaum se convirtió en octubre en la primera mujer que llega a estar al frente de la segunda mayor economía de Latinoamérica.
Trump y el intento de asesinato
Un tirador apostado en uno de los edificios cercanos al lugar de un mitin de campaña en Pensilvania del expresidente de EEUU, Donald Trump, intentó acabar con la vida del entonces candidato republicano en un incidente que conmocionó al mundo y provocó reacciones hasta de sus oponentes políticos.
El intento de asesinato, que terminó con un Trump herido levemente en la oreja derecha y el atacante ultimado por el Servicio Secreto, dejó un asistente muerto, derivó en investigaciones contra esa agencia federal y la renuncia de su directora.
Una foto ya icónica del expresidente, sangrando y con la mano en alto mientras era escoltado por agentes, se convirtió en una de las imágenes de la Convención Nacional Republicana sólo días después, donde el candidato fortaleció y consolidó su puesto como líder del partido.
Y luego de la realización de un debate presidencial que sonó las alarmas de los demócratas sobre la capacidad física del presidente Joe Biden de continuar por cuatro años más en el cargo, el veterano político decidió abandonar sus aspiraciones presidenciales y respaldar a su vicepresidenta, la exsenadora Kamala Harris, como nueva candidata del partido Demócrata.
Con apenas tres meses antes del 5 de noviembre, el día de las elecciones en EEUU, Harris se lanzó en una vertiginosa campaña enfocada en los llamados estados bisagra, claves para la victoria electoral que finalmente no lograría. Biden, de 82 años, anunció que se retiraría de la política cuando entregue la Presidencia a Trump el 20 de enero de 2025.
Campaña israelí en Gaza
En un intento de acabar con el grupo extremista Hezbolá, las fuerzas israelíes detonaron decenas de bíperes usados por militantes islamistas y bombardearon varias ciudades del Líbano, entre ellas Beirut, causando cientos de víctimas civiles y devastación. La comunidad internacional intervino para intentar mediar en una complicada negociación que finalmente terminó con un cese al fuego, que de momento aún se sostiene.
Mientras tanto, el conteo de muertes crece en Gaza, donde ya han muerto más de 45.000 personas desde el comienzo de la guerra el 7 de octubre de 2023.
Olimpiadas de París: un espectáculo para la historia
Las Olimpiadas de París 2024 deslumbraron al mundo, con eventos en lugares emblemáticos como la Torre Eiffel. Solo la ceremonia de apertura generó más de 207.000 menciones en los medios y seis millones de publicaciones en redes sociales.
Los Juegos Olímpicos destacaron la capacidad de los eventos culturales y deportivos para generar discusiones globales, con 101,6 millones de menciones en redes sociales. Más allá de la cobertura deportiva, los Juegos Olímpicos se convirtieron en una plataforma para discusiones políticas y causas sociales, con los atletas utilizando su visibilidad para promover temas importantes como el cambio climático, la justicia racial y la igualdad de género.
Las redes sociales permitieron a los fanáticos interactuar con los atletas, compartir experiencias y participar en conversaciones, ampliando enormemente la huella cultural y política de las Olimpiadas. El ruido mediático en torno a la espectacular ceremonia de apertura y las históricas actuaciones deportivas amplificó aún más la unidad global que los Juegos representaron.
Desastres naturales
Desde huracanes hasta inundaciones, los desastres provocados por el cambio climático causaron estragos en todo el mundo. La devastación del huracán Helene en los EE. UU. generó una cobertura mediática y en redes sociales sin precedentes.
Los desastres naturales generaron 3,1 millones de menciones en los medios y 63,23 millones de publicaciones en redes sociales, subrayando la creciente preocupación por la resiliencia climática. Las redes sociales fueron clave para generar conciencia sobre el impacto inmediato de los desastres y fomentar esfuerzos de solidaridad global.
El papel de las plataformas digitales también aumentó en la respuesta a los desastres, con organizaciones coordinando ayudas y recursos a través de redes sociales. Los medios se centraron en el costo humano y ambiental de estos eventos, destacando la necesidad de medidas tanto locales como globales para abordar la crisis climática.
Sequía e incendios en América del Sur
Una sequía histórica que los expertos relacionan con el cambio climático propició en 2024 una oleada récord de más de 400.000 incendios en América del Sur. Brasil y sus valiosos ecosistemas de la Amazonía, el Pantanal y el Cerrado fueron de las zonas más afectadas.
Las llamas en Brasil arrasaron más de 22 millones de hectáreas entre enero y septiembre, un 150% más que en el mismo período del año pasado, de acuerdo con el organismo de monitoreo MapBiomas. El humo de los incendios alcanzó a las principales ciudades brasileñas, e incluso llegó hasta Buenos Aires y Montevideo con el fenómeno conocido como «lluvia negra».
Bolivia fue otro de los países más castigados, con 7,2 millones de hectáreas destruidas tan solo en la provincia de Santa Cruz, casi el doble que el año anterior, según la gobernación. Además de incendios que se acercaron a Bogotá y a Quito, Colombia y Ecuador sufrieron una sequía que les implicó largos periodos de cortes de electricidad y racionamientos de agua.
Según las autoridades, algunos de los incendios de este año también fueron provocados. El peor de ellos fue el de febrero, en Viña del Mar, en Chile, que causó la muerte de 137 personas y destruyó miles de casas.
Inundaciones mortales
Por otra parte, continuaron las olas de calor causadas por el cambio climático, con su estela de canículas, sequías e inundaciones mortales.
El sur y este de España sufrió inundaciones devastadoras, sobre todo la región de Valencia, donde murieron más de 220 personas.
En Brasil, al menos ocho personas murieron en las tempestades con lluvia que azotaron en octubre partes del centro y sureste del país.
La tormenta tropical Sara dejó a mediados de noviembre dos muertos en Honduras y otros dos en Nicaragua, y una ola de destrucción en otras partes de Centroamérica.
Un septiembre anormalemente cálido coincidió con precipitaciones extremas e inundaciones en todo el mundo: la tormenta Boris azotó Europa central, el huracán Helena golpeó el sureste de Estados Unidos y los supertifones Yagi (Vietnam, Laos, Tailandia, Birmania) y Bebinca hicieron estragos en Asia.
Por todo lo anterior, es urgente que, como humanidad, adoptemos una perspectiva de largo plazo que valore nuestra casa común: la Tierra. Esto requiere un cambio profundo en nuestra forma de pensar y actuar, donde las soluciones colectivas y vinculantes se conviertan en la norma y no en la excepción. Si postergamos decisiones críticas, el futuro no será solo incierto, sino inexistente. La pregunta que debemos hacernos al iniciar el 2025 es simple, pero crucial: ¿Estamos dispuestos a cambiar para garantizar un futuro compartido?