Carlos Manuel Echeverría, exprofesor de Ciencias Políticas , UCR.
- Amador y el PUSC.
La falta de respeto al PUSC del señor Amador, desde Canadá, es inconcebible. Trató al PUSC con una arrogancia “marca diablo”, equiparándolo con un taxi político pirata. Demostró además que es un pésimo político, con resabios de soberbia derivados de un cargo que desempeñó bastante mal. No es correcto lo que hizo. Y como cualquiera, tiene que entrar por la misma puerta por la que entra “todo el mundo” y seguir sus estatutos.
Celebro a los asambleístas que rechazaron la posibilidad de cambiar los estatutos para adaptarlos a la caprichosa candidatura a la Presidencia de la República de este señor, quien sabe apadrinado por quien o parte a lo mejor de alguna jugada maquiavélica .¿Qué se creyó este señor?
El PUSC, con todo y sus esqueletos en el closet, típicos de un partido ya con sus años y del que me honra el haber participado en su fundación vía la Democracia Cristiana, es un partido que liderado por Juan Carlos Hidalgo se ha venido desarrollando bastante bien, como lo demostró en las recientes elecciones municipales.
Tiene cuadros “técnicos” y de “campo” de gran valor y formándose, incluyendo temas de género y de minorías. Algunos partidarios estamos empeñados en que el partido se consolide ideológicamente, tomando como base una magnífica Carta Social Cristiana a Costa Rica, documento ideológico social cristiano, cosa que en este momento ningún otro partido lo tiene, por lo menos con tanta calidad y detalle.
- Desempeño de la Contraloría General de la República.
Desde hace lustros, la clase política nacional, en el ejercicio de cargos al más alto nivel, ha venido expresando clara molestia por la forma obstruccionista en que opera muy a menudo la Contraloría General de la República, sin necesidad de que así sea. Cualquier intento de corregir esta situación por las vías sensatas, fue descarrilado por el tratamiento agresivo e insinuador de una actitud destructiva institucional más que transformadora que desde la Presidencia de la República le ha venido dando. Comprensiblemente, la mayoría de los políticos de fuste que querían “entrarle” a la instancia contralora, al ver la actitud de la Presidencia de la República, tomaron una actitud defensiva de esa instancia.
Además, pienso que no es un tema de referéndum, que deben ser de mucho más peso: una cámara alta legislativa, pasar del presidencialismo al parlamentarismo o al semi parlamentarismo, eliminar provincias y reemplazarlas por regiones y cambiar la forma de elegir a los diputados, esos sí son temas de referéndum.
Mi consejo al Congreso es que asuma que sí, que la Contraloría General de la Republica no está funcionando bien. Que nombre una comisión de expertos para una propuesta funcional que modifique la forma de su gestión, no el fondo. Así, nos resuelven el problema a todos, incluida la Presidencia de la Republica.
- Manifestación en defensa del FEES.
Importante la manifestación en defensa del FEES. Podemos cuestionar si el monto que las universidades estatales y afines reciben es ya muy alta, pues ya la infraestructura es bastante completa o si las universidades gastan e inviertan correctamente.
Personalmente creo pueden ser mucho más efectivas. Sin embargo, la Constitución Política establece un monto porcentual que mientras no se modifique la Constitución debe cumplirse. La Constitución defiende la integridad de la educación superior y la autonomía universitaria, no siempre bien comprendida. Se trata fundamentalmente de defender la libertad de pensamiento y expresión del mismo, a nivel estudiantil y a nivel de cátedra. No de defender privilegios y excesos que no deben repetirse.
Sería importante que en la manifestación participaran los gremios empresariales y afines, pues a ellos también debe interesarles el bienestar y bien ser de la educación superior. No lo hacen porque se mezclan otros temas para ellos controversiales o no de su agrado. A mi juicio es un error desde la perspectiva de la educación superior, cuando de lo que se trata es de defender el FEES y de aglutinar a todas las fuerzas vivas y justas de la nación, en torno a aquel.
Como ciudadanía requerimos explicación por parte de las universidades de cómo manejan sus excedentes y porqué se dan. A futuro puede convenir revisar el concepto del FEES, lo que implicaría cambio constitucional. Son temas que los países periódicamente deben hacer, a conciencia, viendo el bosque y viendo los árboles.
- Atrasos en la firma presidencial de leyes aprobadas legislativamente, algunas de gran importancia.
Inaudito que esto sucede, pues favorecen en el caso de las de seguridad, el accionar del Poder Ejecutivo. Así son las cosas en este gobierno. Al presidente cuesta a menudo descifrarlo y pareciera que él mismo a veces se enreda el solo, pues como su tendencia es enredar, si no hay alguien con quien hacerlo, se lo hace el mismo.
Es reflejo de la falta de capacidad del personal de gobierno, todavía, a más de dos años de participar en el gobierno con mayores renuncias y despidos en la historia de Costa Rica. La ciudadanía costarricense debería decirse a sí misma “nunca más elegir a un presidente con poca trayectoria política y menos cuando se presenta en un partido taxi, sin cantera de funcionarios con experiencia gerencial pública.
También es muestra de lo débil que es la Escuela de Administración Pública de la UCR, por la que, fortalecida, deberían pasar por un programa de Alta Gerencia Pública (PAGP), que dote de las herramientas necesarias, a todo aquel a quien le corresponda gestionar alguna instancia gubernamental.