Fernando Fernández, Director Revista Visión CR.
Hará un par de años, mientras tomaba una taza de café con un conocido politólogo nacional y conversábamos sobre el panorama político electoral del país, le comenté en aquella ocasión que, en lo personal, vislumbraba una futura elección de grandes coaliciones de cara al 2026.
Mi amigo politólogo, quien pensaba similarmente, me preguntó entonces a qué tipo de coaliciones me refería y qué partidos políticos podrían integrarla.
Le comenté que desde mi perspectiva veía la posibilidad de integración de partidos políticos –tradicionales y nuevos- en dos grandes bloques de cara al 2026: uno de centro izquierda y otro de centro derecha, y frente a estos dos bloques el partido o movimiento del presidente Chaves.
Dos años después de aquella soleada tarde en el café sanpedrino, donde de alguna manera vaticinábamos es posible escenario electoral para el 2026,el diputado Ariel Robles, del partido Frente Amplio, lanza al aire la idea de conformar un bloque de partidos políticos, con intereses comunes, para enfrentar al partido que patrocine el actual mandatario Rodrigo Chaves.
En principio, el secretario general del partido Liberación Nacional, Miguel Guillén, quien había sido apadrinado durante la elección por los expresidentes Óscar Arias y José María Figueres, respaldó el pasado lunes la propuesta de Robles de convocar a una alianza electoral de “sectores progresistas” para las elecciones del 2026.
El secretario general del PLN vertió su opinión después de que Robles instó a sumar sectores para “vencer el autoritarismo”. El diputado afirmó en esa ocasión que el diálogo amplio es la única vía ante el “escenario adverso que se enfrenta”.
Mientras tanto, en la acera de enfrente, las tiendas políticas del partido Unidad Social Cristiana, también se ha venido tejiendo la posibilidad de conformar un bloque para enfrentar al movimiento chavista en el 2026, pero este movimiento obedecería a una tendencia de centro derecha.
El actual presidente socialcristiano, Juan Carlos Hidalgo, es el principal promotor de la idea, que en principio ha tenido eco en las filas del partido Republicano Social Cristiano, fundado por el expresidente Rafael Ángel Calderón.
Acá la pregunta que salta de inmediato es la de qué partidos o movimientos podrían unirse a cualquiera de estas dos posibles coaliciones político electorales.
Coalición de centro izquierda.
En esta posible fusión ideológica partidista podrían pertenecer un sector importante del PLN, el Partido Acción Ciudadana, el Frente Amplio, y algunas agrupaciones minoritarias y movimientos ecologistas.
Recordemos que a nivel parlamentario, el Frente Amplio y el PLN han librado luchas conjuntas, y hablado por lo tanto, en un idioma muy parecido. Y lo que queda del PAC posiblemente coquetearía con esta coalición.
Coalición de centro derecha
En la posible coalición de centro derecha se perfilarían como candidatos lógicos, basados en su ideología, aparte del PUSC y el PRSC, Nueva República, Unidos Podemos y el Liberal Progresista.
Hasta ahí todo suena bien, pero ¿cuál será finalmente la posición liberacionista en torno a la primera coalición?, y ¿cuál será la posición de Natalia Díaz y Eli Feinzaig, quienes por ahora muestran interés en participar “solos” en esta carrera electoral?
El partido Unimos Podemos, liderado por Natalia Díaz, fue la agrupación política que más creció en cantidad de alcaldías para las elecciones municipales, obteniendo un total de nueve. Y Feinzaig, apoyado en la diputación que ostenta actualmente, considera factible que su agrupación llegue al poder dentro de dos años.
¿Y Chaves?
Y en medio de estas dos posibles fusiones político electorales se encuentra el presidente Chaves y su movimiento, quienes buscan partido y candidato(a) para los próximos comicios, con el fin no solo de ganar las elecciones sino de conformar una fracción mayoritaria y contar –como lo ha hecho el presidente Bukele en El Salvador, con el Poder Judicial de su lado.
Hace pocos meses era Luis Amador el “delfín” de Chaves, es decir, su favorito como posible candidato a la presidencia de la República, pero tras la destitución del exministro de Transportes, la actual ministra de la Presidencia, Laura Fernández, es quien pareciera tener -por ahora- la aparente bendición del mandatario.
Así que como decía el famoso comentarista beisbolero Buck Kanel: “no se vayan, que esto se pone bueno”.
Agradable experiencia de una lectura de opiniones sensatas, con sustento, y tan diferentes de la mediocridad de los medios de comunicacion tradional, que desconocía. Los felicito, sigan adelante
Te copio esto, porque hay un antecedente. Inclusive existe un documento elaborado con la guía de Gutiérrez Saxe y Artavia del INCAE y firmado por distintos partidos. Ede documento sería la base de un plan de gobierno.
https://www.larepublica.net/noticia/el-dialogo-nacional-de-otton-solis