De manipulación estadística y falsa “impunidad”

Gerardo Huertas Angulo, abogado.

Llevar a Juan Diego Castro al circo semanal de casa presidencial para que presente su “impunómetro” (sí, tal cual, esto sucedió y así lo llamaron), y se deje decir que el índice de impunidad en el país es de más del 95% porque según él del total de 4 millones de denuncias presentadas desde 1998 hasta ahora solo 172 mil y algo llegaron a condena, es un absoluto insulto a la inteligencia y una grotesca manipulación estadística de la realidad del sistema penal, que deja por completo de lado todas las siguientes variables:

1- Se parte de que la totalidad de las denuncias presentadas son siempre ciertas y equivalen automáticamente -por su sola presentación sin análisis ni proceso- a que existió la comisión de un delito, dejando de lado la gran cantidad de casos en que se sobresee o se absuelve porque lo denunciado sencillamente era completamente falso o atípico -no configuraba delito-, y que por ende son todos casos que nunca podrían ser parte de un rubro de “impunidad”.

Curiosamente el “candidato de las escobas” parece no haberse percatado que bajo su torcida lógica draconiana, las más de 50 denuncias penales ya presentadas y que se encuentran en trámite de investigación en contra de su amiguito el presidente tendrían que ser consideradas todas verdaderas en automático y sin más, y tendría que asumirse desde ya a Rodrigo Chaves autor culpable de todas esas decenas de delitos, por lo que de no salir condenado en cada una de esas causas estarían quedando impunes más de 50 hechos delictivos….. ¡Semejante escándalo de impunidad presidencial nunca se ha visto!!! ¿O es que al presi no le aplica la misma lógica del “impunómetro”?

2- También queda por fuera de las coloridas conclusiones de «Castro y sus amigos» la variable de la cantidad de ese total de casos que no llegaron a sentencia porque terminaron con medidas alternativas (conciliación, suspensión del proceso a prueba o reparación integral) a solicitud de la propia víctima, que frecuentemente ve sus pretensiones satisfechas incluso de mejor forma con esa salida anticipada, por lo que ninguno de esos casos podría contarse en un rubro de “impunidad”.

3-No se toma en cuenta la variable de la cantidad de esos casos en los que la parte denunciante haya retirado su propia denuncia después de presentada, o en los que sencillamente no haya continuado con el proceso al no presentarse a juicio o a alguna otra diligencia judicial, todo lo cual imposibilita la comprobación de los hechos y por supuesto que de ninguna forma podría considerarse “impunidad atribuible al Poder Judicial”.

Esta tergiversación estadística carente de cualquier rigor técnico no es nueva, sino que es una retahíla que viene presentándose desde hace más de una década, confrontando cantidad de denuncias con cantidad de condenas sin más y bajo un absurdo simplismo… Lo que pasa es que hasta ahora ningún presidente le había dado valor a semejante disparate… Siendo que Castro como abogado conoce cómo funciona el sistema judicial en sus diversas fases, debemos presumir entonces que sabe que esas cifras no son ciertas ni correctas al no considerar ninguna variable de las muchas que existen en el proceso penal.

Por ende, podríamos concluir que dicha manipulación estadística presentada bajo la dirección de Chaves es completamente intencional, diseñada para atacar y manchar al Poder Judicial desde el Ejecutivo irrespetando la división de poderes (de nuevo) con información falsa, buscando confundir a un alto porcentaje de la población que no conoce el funcionamiento del sistema penal y las múltiples salidas procesales distintas a la condena que de ninguna forma equivalen a “impunidad”. Una verdadera vergüenza este presidente y sus cantinflescos shows semanales secundados por sus compinches y seguidores…