Erwin Wino Knohr*, Revista Visión CR.
Liga Deportiva Alajuelense ganó la fase larga del Torneo de Clausura de 22 fechas. Ahora vendrá el corto con posibles seis fechas para sacar el campeón.
¿Cuál es el secreto del éxito de Alajuelense en estos últimos seis meses?
Aunque olvidamos muy pronto y analizamos menos, la respuesta la podemos descubrir en la película de Clin Eastwood, Million Dollar Baby, donde el secreto del éxito se resume en pocas palabras: “Los ganadores son simplemente aquellos que están dispuestos a hacer cosas que no harían los perdedores”.
Su entrenador, Alexandre Borges Guimaraes, de aspecto amable, rudo y serio, cuando habla pausadamente sobre este resurgir de la Liga, expone su creencia en hacer cosas que no intentarían los perdedores: jugar al futbol de manera diferente y correcta.
Alajuelense juega sus saques de puerta en corto. Cuando las canchas lo requieren, o el rival lo amerita, lo hace con balones largos. Pasa el balón con mucha posesión y precisión. Defiende bien y sabe cómo sobre ponerse cuando la adversidad en el marcador no les favorece.
La Liga no jugaba de la manera como lo hace ahora. Antes lo hacía con un juego pragmático entendido como defensivo o directo, lo cierto es que la mayoría de entrenadores son pragmáticos; juegan como juegan porque creen que eso les ofrece más posibilidades de éxito y apuestan a no perder o perder por poco.
Los cambios expuestos en la forma de jugar de Alajuelense lleva un peligro, porque la formación de los jugadores de este equipo tuvieron que cambiar su mentalidad de cómo jugar al futbol.
Guima se apoyó en jugadores de poca trayectoria en el futbol nacional como Santiago Van Der Putten (20 años), Fernando Piñar (23 años), Ian Lawrence (22), Creichel Pérez (20) y Rashid Parkins (23) , ayudados por Leonel Moreira, Diego Campos, Alexis Gamboa y los extranjeros Larry Angulo, Anderson Canhoto, Alberto Toril y un jugador como Celso Borges que aclara los partidos cuando todo luce oscuro.
Alajuelense inició ese camino del éxito ganando la Copa, Recopa, y es finalista en el Campeonato de Copa, el Campeonato Centroamericano y ahora en el Campeonato Nacional.
Además tuvo ingresos por 350 millones de colones por llegar a la final del Campeonato Centroamericano y 1400 millones por la venta de Jeyland Mitchell, (las cifras son aproximadas), que lo sacaron del olvidado baúl del CAR.
La gestión de Guimaraes al frente de este equipo es esencialmente un truco de confianza, que consiste en persuadir a los jugadores para que crean en el carisma mesiánico de su entrenador, de modo que estén dispuestos a sacrificarse por el bien del equipo.
Esta relación entre los jugadores y el entrenador se refleja en lo que podríamos llamar un lenguaje que en sus discursos moldean las expectativas de sus aficionados. Y esa expectativa es ganar todo.
*Máster en Comunicación. Lic. en Periodismo. Lic. en Educación Física. Entrenador de futbol y baloncesto
