Óscar Álvarez Araya, politólogo.
La Geoeconomía es la continuación de la política por medios geográficos, tecnológicos, económicos y comerciales.
En un mundo cada vez más interconectado y en medio de una globalización fragmentada, el término Geoeconomía ha surgido como una subdivisión de la Geopolítica y como un nuevo campo de estudio que se enfoca en los factores geográficos, económicos y políticos que interactúan entre sí para influir en las decisiones estratégicas de los estados nacionales, las empresas y otros actores internacionales.
El término Geoeconomía fue acuñado por el economista y estratega Edward Luttwark, estadounidense de origen rumano, quien definió a “la Geoeconomía como el mantenimiento de la antigua rivalidad existente entre las naciones utilizando medios económicos en lugar de bélicos”.
En la década de 1990 el francés Pascal Lorot fundó la revista Geoeconomía y definió a la disciplina como “el estudio de las estrategias de tipo económico (sobre todo comerciales) que utilizan los estados para lograr sus objetivos…)
A diferencia de la Geopolítica que se concentra en los temas del poder militar y político para la promoción de los intereses nacionales, la Geoeconomía está dirigida al análisis de cómo las ubicaciones geográficas, los recursos naturales, las infraestructuras, las políticas comerciales y las relaciones internacionales en general influyen en los mercados y en las estrategias económicas.
La Geoeconomía es fundamental para entender las realidades del sistema internacional actual. Con la globalización, la formación de bloques económicos y comerciales, la difusión de la economía digital y la inteligencia artificial las decisiones económicas permiten la defensa y promoción de los intereses nacionales de los estados y de las empresas y permiten alcanzar objetivos estratégicos tanto económicos como políticos en el escenario mundial.
La Geoeconomía es, entonces, por una parte una disciplina para el estudio y el análisis de las fuerzas económicas y una herramienta esencial para entender las interrelaciones entre la geografía, la política y la economía en el escenario global, pero al mismo tiempo se trata de una herramienta práctica que permite la búsqueda de objetivos estratégicos a través de la interacción de los factores de la geografía, la política y la economía en el escenario internacional.
Ejemplos actuales de Geoeconomía serían la competencia entre los estados nacionales y las empresas por el control de las rutas de transporte marítimo estratégico, como el Estrecho de Ormuz, el Canal de Suez, el estrecho de Taiwán, el Canal de Panamá y el estrecho de Malaca, que son fundamentales para el comercio global de mercancías.
Otros ejemplos serían las nuevas políticas de “desacoplamiento” y de “Nearshoring” que están utilizando los Estados Unidos y algunos países europeos para acercar las cadenas de producción a sus mercados. Asimismo las políticas de “Friendshoring” tendientes a reubicar la producción hacia territorios considerados amigos.
Otro ejemplo sería la disputa intensa entre potencias para controlar los recursos naturales del Océano Ártico.
Asimismo, hoy día son esenciales los temas de las políticas comerciales, incluyendo barreras arancelarias y no arancelarias, así como tratados de libre comercio para lograr el acceso de un país a mercados internacionales y la atracción de inversiones extranjeras o para dificultar los movimientos de una potencia rival.
Otro de los elementos más actuales consiste en la evaluación de nuevas disputas y guerras comerciales entre potencias que están marcando la cancha global con nuevas formas de proteccionismo. Así por ejemplo se están incorporando criterios de seguridad nacional en la política económica y comercial externa.
Así también las alianzas geopolíticas, diplomáticas y estratégicas entre estados nacionales o incluso potencias pueden permitir o dificultar el acceso a mercados y oportunidades económicas.
En fin que la Geoeconomía recurre a la utilización de instrumentos económicos para defender y promover los intereses nacionales y alcanzar objetivos geopolíticos y estratégicos de gran calado sin necesidad de recurrir a los tradicionales recursos de la violencia o de la guerra.
Así también hoy día las clásicas disputas geopolíticas y enfrentamientos bélicos van acompañados de la pugna por la tecnología digital o por la hegemonía de la inteligencia artificial, así como los enfrentamientos para controlar los recursos naturales tales como el gas natural, el petróleo, los minerales o el agua.
Si como había afirmado el militar prusiano Carl Von Clausewitz “la guerra es la continuación de la política por medios violentos”, así también la Geoeconomía es la continuación de la política a través de medios geográficos, económicos, tecnológicos y comerciales.
