El dilema «climático» de Donald Trump

El dilema «climático» de Donald Trump

Redacción y agencias.

Tras la toma de posesión, el nuevo presidente de EE.UU., Donald Trump, declaró que quiere deshacer sin dilación lo que calificó como la «burocracia» medioambiental de la Administración anterior.

Eso incluye eliminar las protecciones medioambientales, poner freno a los proyectos de energías limpias, revertir la emblemática ley climática de Biden (la Ley de Reducción de la Inflación) y perforar todo el petróleo que EE.UU. pueda ofrecer desde el primer día de su presidencia.

Unas promesas que se ponen sobre la mesa después de que el país sufriera los 12 meses de fenómenos meteorológicos extremos más costosos e impactantes de los últimos 90 años. Estados Unidos ha sufrido entre 693.000 y 799.000 millones de dólares (entre 672.000 y 774.000 millones de euros) en daños totales y pérdidas económicas por fenómenos meteorológicos extremos en el último año, según estimaciones del Centro Meteorológico Mundial de AccuWeather.

Es probable que el escepticismo climático de Trump también pase factura fuera de las fronteras del país. Sacar al segundo mayor contaminador del mundo del Acuerdo de París una vez más podría poner en duda el compromiso de otros. Pero, ¿será la presidencia de Trump una completa pesadilla para la acción climática y estaba EE.UU. realmente aún involucrado en esa lucha?

Análisis semanal 115: El Cambio Climático, un asunto de división política en tiempos de Trump (01 de marzo de 2017) | Observatorio de la Política Internacional

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La Administración Biden protegió el 84% de los aproximadamente 96.700 millones de dólares (93.700 millones de euros) en subvenciones para energías limpias para que no sean recuperados por la próxima Administración. Se crearon como parte de la Ley de Reducción de la Inflación.

Están «obligadas», lo que significa que ya se han firmado los contratos entre las agencias estadounidenses y los beneficiarios. Este dinero procedente de la histórica ley del clima incluye programas de descuentos para modernizar viviendas y electrodomésticos y para ayudar a las cooperativas a producir más energía limpia.

Ya se han comprometido unos 38.000 millones de dólares (36.600 millones de euros) para la Agencia de Protección del Medioambiente: el 100% del fondo de reducción de gases de efecto invernadero y alrededor del 94% de sus otros programas de la Ley de Reducción de la Inflación.

Todavía no se han comprometido otros 11.000 millones de dólares (10.600 millones de euros), pero la Administración saliente espera que, como ya se ha anunciado públicamente, se ejerza presión para que se cumplan estos compromisos. Gran parte del dinero de la Ley de Reducción de la Inflación ya se ha distribuido y, con una parte significativa destinada a los estados republicanos, es probable que Trump se enfrente a algún contragolpe si intenta derogar la ley.

El "efecto Trump" ya golpea los esfuerzos contra la crisis climática

La transición mundial para abandonar los combustibles fósiles ya está en marcha, incluso más que durante la primera presidencia de Trump. En palabras del secretario de Energía del Reino Unido, Ed Milliband, el avance hacia las energías renovables es ahora «imparable» y ningún Gobierno puede impedirlo.

La promesa de Trump de «perforar, perforar y perforar» no supone necesariamente un cambio del ‘statu quo’. En 2023, el país batió récords de producción de petróleo, produciendo más crudo que ningún otro país antes. Los expertos afirman que las cifras preliminares indican que EE.UU. iba camino de volver a batir este récord en 2024.

Las respuestas a los nuevos proyectos tampoco han sido muy entusiastas. El interés por perforar la zona salvaje de Alaska también ha sido casi inexistente. Los legisladores republicanos estaban seguros de que generaría miles de millones de dólares. El propio Trump lo calificó como «el mayor hallazgo del mundo, tan grande como Arabia Saudí». Después de que en 1980 se prohibieran las perforaciones en el Refugio Nacional de Vida Silvestre del Ártico (ANWR), un entorno único que alberga caribúes y osos polares, así como tierras sagradas para las comunidades indígenas. Una ley fiscal de 2017promulgada por Trump en su primer mandato lo abrió a la producción de petróleo y gas. Los republicanos aprobaron una ley que exigía la celebración de dos ventas de arrendamientos en ANWR antes de 2024.

Creían que así se recaudarían 2.000 millones de dólares (1.900 millones de euros) en regalías en 10 años. Pero en la última venta de arrendamientos, a principios de enero, ninguna empresa pujó por la posibilidad de perforar en la ANWR. Es la segunda vez en cuatro años que fracasa una subasta de este tipo. Varios grandes bancos se han negado a financiar proyectos en el refugio.

Who is Laura Daniel-Davis? - E&E News by POLITICO
Laura Daniel-Davis: «hay lugares demasiado especiales y sagrados para ponerlos en peligro con perforaciones de petróleo y gas».

«La falta de interés de las compañías petroleras por explotar el Refugio Nacional de Vida Silvestre del Ártico refleja lo que tanto nosotros como ellas hemos sabido desde el principio: hay lugares demasiado especiales y sagrados para ponerlos en peligro con perforaciones de petróleo y gas», declaró en un comunicado Laura Daniel-Davis, subsecretaria en funciones del Departamento del Interior de Estados Unidos.

Daniel-Davis añadió que las empresas petrolíferas y gasísticas estaban ocupando enormes extensiones de terreno con contratos de arrendamiento sin explotar en otros lugares. «Sugeriríamos que ese es un lugar prudente para empezar, en lugar de dedicarnos más a arrendamientos especulativos en uno de los lugares más espectaculares del mundo».

Ya sea por este lugar «especial y sagrado» o por el hecho de que la remota ubicación, las duras condiciones y la falta de infraestructuras dificultan y encarecen las perforaciones en la ANWR, parece que esta nueva «Arabia Saudí» no es exactamente la mina de oro de combustibles fósiles que aparentaba.

Para hacer frente a la crisis climática no basta con pasarse a las energías renovables y reducir la producción de combustibles fósiles. Al abandonar el Acuerdo de París, Trump sacará al mayor contribuyente histórico del mundo al cambio climático de un pacto que les compromete a reducir una parte equitativa de las emisiones, a mantener el calentamiento global por debajo de 1,5 ºC y a toda una serie de otras acciones. Es un problema para todo el mundo.

Reacción mundial

Sin embargo, la ausencia de la superpotencia podría animar a otros países a tomar el timón de la acción climática. En la COP29 celebrada en Azerbaiyán en noviembre del año pasado, el responsable de la ONU para el clima, Simon Stiell, elogió a China por «predicar con el ejemplo» en materia de inversiones en tecnologías de energía limpia.

China ha construido una planta de energía solar con forma de panda
China ha construido una planta de energía solar con forma de panda.

China, el mayor emisor del mundo, ya está construyendo más energía solar y eólica que el resto del mundo junto. La UE también está dispuesta a seguir avanzando en su transición ecológica. El año pasado, el bloque generó por primera vez más de la mitad de su electricidad a partir de fuentes renovables. La eólica y la solar generaron por sí solas el 30%, superando a los combustibles fósiles. Las emisiones netas de gases de efecto invernadero son ahora un 37% inferiores a los niveles de 1990, mientras que el Producto Interior Bruto (PIB) de la UE creció un 68% en el mismo periodo.

Los Verdes europeos han instado a los líderes de la UE a formar alianzas que contrarresten la «agenda peligrosa, anticlimática, antidemocrática y de extrema derecha» de Trump. «En los últimos cinco años, la Unión Europea, con el firme apoyo de los Verdes, ha empezado a convertir el Pacto Verde de visión en acción», afirma Ciarán Cuffe, copresidente del Partido Verde Europeo.

 

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Un comentario en «El dilema «climático» de Donald Trump»

  1. De todas las propuestas y metas que se plantea Donal Trump en su segundo mandato, la de abandonar los Acuerdos de París y darle luz verde a las exploraciones y explotaciones petroleras, es probablemente la más riesgosa y letal para el Planeta. El poderío económico de EUA no se debe sostener en privilegiar más lo que meramente genere más dólares en un claro detrimento de la estabilidad ambiental de la Tierra. Lo que más duele de todo esto es que hay un gran sector de estadounidenses que si cree en los peligros de la crisis climática y lo ha estado viviendo con toda suerte de fenómenos climatológicos extremos que no parecieran ser obvios para seguir por el sendero correcto.
    Una verdadera lástima este equivocado derrotero de la nueva Administración Trump.

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