José Luis Valverde, periodista.
Mucho ruido con las de lujo y nada con las de pujo.
Pujar es pulsearla para algo, desde fuercearla durante la necesidad fisiológica, hasta milagros para sobrevivir al fin de mes con pensión de hambre.
MÁS DE 370.000
Miles de viudas, huérfanos, personas con discapacidad, adultos mayores, deben jugársela con pensiones entre ₡100.000 ( cíen mil ) y ₡200.000 (doscientos mil mensuales).
Trabajaron toda la vida, deben seguir pulseándola.
Las pensiones de lujo avergüenzan, están en vía de extinción, a todo chancho gordo se le llega su día.
Las de pujo, conllevan marginación, hambre, miseria, arriba nadie dice esta boca es mía para aumentarlas.
¿Y LAS DE HAMBRE CUÁNDO?
Las pensiones de lujo indignan, abochornan, remueven los intestinos, los montos multimillonarios en la cuenta mensual de algunos pocos, provocan náuseas.
Cómo entender el caso de la hija de un exdiputado de sombrío paso por la Asamblea Legislativa, quien de niña quedó huérfana, pasó la adolescencia, juventud, ya en la adultes procreó hijos, nunca se casó para no perder el beneficio y aún hoy, es quien invita en las fiestas, donde asiste como despreocupada, desvergonzada cuarentona.
SEGURIDAD JURÍDICA
En un estado de derecho, nos guste o no, la seguridad jurídica es precioso don, no se puede a golpe y porrazo, simplemente por efluvios hepáticos, tirar atrás el beneficio legalmente consolidado, engendrado en tiempos oscuros del yo te doy y tú me das del trueque politiquero.
En una democracia madura como la costarricense, debe esperarse la extinción de esas oprobiosas, angurrientas pensiones.
Mientras unos pocos se dan el gran banquete, miles de viudas, huérfanos, personas con discapacidad, adultos mayores, adscritos al mayor régimen de pensiones de Costa Rica, administrado por el Seguro Social, hacen milagros cada mes.
MAMARRACHO
El Poder Ejecutivo anunció con bombos y platillos el proyecto de ley para supuestamente fijarle un límite a las pensiones de lujo.
La propuesta no admite ni de reojo el análisis superficial a los inconstitucionales e ilegales, demagógicos, enclenques razonamientos.
El proyecto gubernamental es un mamarracho, para salirle al paso, a quienes con justicia, reclaman la promesa incumplida de campaña, relacionada con esos opíparos beneficios.
SÚBDITOS
A la Junta Directiva de la Caja Costarricense de Seguro Social, le corresponde la revalorización de las famélicas pensiones en curso de pago, en este momento, de nueve integrantes, ocho están totalmente plegados al Poder Ejecutivo.
La autonomía constitucional de administración y gobierno, es hoy letra muerta.
Quien puede ordenar si se ajustan o no los montos a los huérfanos, viudas, personas con discapacidad, adultos mayores, es el presidente de la república, Rodrigo Chaves Robles, no sabemos por qué, ni cuándo, se indispuso con el Seguro Social.
SÍ SE PUEDE
La Sala Constitucional en sus resoluciones, ha despejado el camino para reformas profundas en los regímenes de pensiones.
Por seguridad jurídica, deben respetarse los derechos adquiridos año y medio antes de la entrada en vigencia de cualquier modificación, de ahí en adelante, todo es negociable políticamente.
Mientras persista la arrogancia, cómplice de tanto desafuero, quienes tienen pensiones de hambre, injustamente, seguirán pagando los platos rotos.
Las pensiones de lujo gozan en santa paz de buena salud.
¡Aumenten ya las de pujo!