- Una película sobre la vida de Luis Palau da respuesta a muchos de los problemas que enfrenta el mundo en nuestros días. La cinta se puede ver gratuitamente en pantalla de televisión, computadora o teléfono celular a través de YouTube.
“El evangelio es la mejor noticia que el mundo puede recibir, y está en nuestras manos compartirla”.
“Nuestra identidad está en Cristo, no en nuestras circunstancias o logros”.
“La eternidad es real y nuestras decisiones en esta vida determinarán nuestro destino eterno.”
(Luis Palau, predicador cristiano, 1934-2021)
Adriana Núñez, periodista Visión CR
El mundo se debate entre la luz y la oscuridad, entre la guerra y la paz, entre la inmoralidad absoluta y la recuperación de la dignidad humana. Pero no existen fórmulas mágicas, ni proyectos políticos que puedan poner coto a las abismales diferencias, disímiles argumentos, corrupción y deterioro que han marcado el quehacer cotidiano de quienes -ante la debacle social y moral- se erigen a sí mismos como si fuesen dioses del Olimpo, dueños absolutos de la verdad.
Aunque en las calles y ciudades de las naciones del mundo, personas realmente humanitarias y sensibles ante las necesidades ajenas, gentes de distintas razas y credos, realizan de forma desinteresada, obras que merecen apoyo y que contribuyen a que miles de personas abandonen las cadenas que les mantienen atados a vicios, violencia, delitos, etc. muchos más individuos, organizaciones, gobiernos e incluso iglesias han ido cayendo en las mismas situaciones que deberían contribuir a sanar: displicencia, indiferencia, procrastinación, hipocresía, vanidad, crueldad, materialismo, ambición.
Y es que pese al enorme progreso que la humanidad ha alcanzado en avances científicos y en materia de comunicaciones, el rudo y agresivo entorno que las generaciones de los dos últimos siglos han tenido que enfrentar, ha estado lleno de obstáculos, pues por encima de las metas de liberación interior y de fortalecimiento espiritual, los aspectos económicos y las indulgencias “in-morales”, han convertido a millones de seres humanos en autómatas al servicio del dinero, del sexo, de las drogas y de la satisfacción personal como fin principal de sus vidas.
No obstante, es en ese difícil contexto donde la trayectoria y el mensaje de unas pocas personalidades, transformadas por la doctrina cristiana como cristales al fuego, resurge con enorme significancia, para arrojar destellos brillantes en la oscuridad.
Tal es el caso de Luis Palau, sobre cuya vida circula desde hace pocos días a través de YouTube, una película que se estrenó desde abril de 2019; la producción dura alrededor de dos horas y se titula simplemente “Palau”.
Dirigida por Kevin Knoblock e interpretada por Gastón Pauls, en la cinta -donde no abundan los tecnicismos ni los efectos especiales- se pueden encontrar impactantes mensajes, imágenes históricas y contundentes frases, que permiten al espectador, reconectar con el origen y la energía que insufla vida a los seres humanos y que en cualquier momento del camino, permite echar mano del libre albedrío, emplear la conciencia para determinar el rumbo de las acciones y dejar atrás las cargas, culpas y conductas que mantienen a los individuos esclavizados.
Una sola pregunta resuena a través del filme para aquellos que incluso después de probarlo todo, todavía se sienten cargados, atemorizados, abrumados, vacíos, abandonados, tristes, cansados, confundidos o desesperados. ¿Quieren comenzar una nueva vida hoy? Para aquellos que contestan de forma afirmativa -y en la mayoría de los casos así es- la propuesta de Palau es simple…
El legado de Luis Palau
Palau nació en Argentina el 27 de noviembre de 1934 en “Ingeniero Maschwitz”, un pueblo ubicado 50 kilómetros al norte de Buenos Aires, en el seno de una familia de clase media, en el que también crecieron varias hermanas menores y un hermanastro. Pero su padre, ejecutivo de la construcción, murió cuando él tenía apenas 10 años.
Poco tiempo después, tras la mala administración financiera de los familiares paternos, Luis, sus hermanos y madre viuda, quedaron prácticamente en la indigencia, por lo que el adolescente se vio obligado a dejar su educación en un internado privado para irse a trabajar -como único proveedor de su familia- en un banco en la localidad de Córdoba.
En 1946, con tan solo 12 años se acercó a un templo y se convirtió al protestantismo evangélico. Pocos años después, en 1950, escuchó a Billy Graham durante una transmisión de radio emitida desde Portland, ciudad estadounidense donde posteriormente Palau estudió y se graduó; allí contrajo matrimonio con Patricia Scofield, estableció su hogar y tras décadas de ministerio, falleció a los 86 años de edad, el 11 de marzo de 2021, rodeado por su familia: esposa, cuatro hijos y 12 nietos. Un año antes había compartido públicamente que tenía cáncer de pulmón en etapa 4.
Con Billy Graham se había cruzado durante una visita del célebre predicador a Buenos Aires, jornada en la que le sirvió de traductor. Para 1970, Graham contribuyó con el capital inicial con el fin de que Palau comenzara su propio ministerio, siguiendo su modelo.
Efectivamente, a lo largo de su existencia, el predicador Luis Palau siguió los pasos del reconocido pastor evangélico norteamericano y motivó a millones de seres humanos y de feligreses de habla hispana en Estados Unidos y en incontables naciones del mundo, incluidas varias de América Latina.
La Asociación que lleva su nombre, calcula que Luis Palau compartió el mensaje de Jesucristo con alrededor de 30 millones de personas en 75 naciones. Hasta nuestros días, sus programas de radio se escuchan en más de 2100 estaciones en 48 países.
Con solo abrir una pequeña rendija en la mente, creyentes y no creyentes podrían vislumbrar en la película “Palau” ese fino rayo de luz que les permita iniciar la nueva ruta de perdón, amor y libertad por la cual todos podemos transitar. Invitados están a buscar el filme. Nada se pierde con intentarlo. Es gratis.
