William Hayden, economista y escritor.
Me había prometido no volver a hablar del presidente de la República porque considero que es como la iglesia de Pueblo Escondido: en su comportamiento, no tiene cura.
Posiblemente nació violento o los avatares de su vida lo hicieron violento, o en Indonesia que es un remedo de democracia, aprendió que la violencia y el matonismo es la mejor forma de doblegar a un pueblo usando las armas de infundir el miedo y desacreditar la institucionalidad del país y procurar que su personalidad bravucona e irrespetuosa sea mejor que el sistema democrático para conducir a un pueblo, que parte de él gusta de esas conductas y la otra parte se apendeja.
Además, tiene un montón de seguidores que también usan la violencia y la malacrianza para desacreditar a los que pensamos diferente y a como van las cosas, camino a una dictadura, podemos caer en una lista negra de opositores al régimen y al caudillo, y por lo tanto candidatos a pudrirnos en las cárceles o al paredón.
Pero quedarse callado es claudicar, enterrar los principios democráticos de la sana crítica y traicionar cobardemente a la patria. ¿Debemos por pendejos permitir que el presidente se salga con la suya y se adueñe del país? No cuenten conmigo.
Hay hechos recientes que no están bien en la conducta del mandatario. A raíz del balazo equivocado y auto provocado por Trump, se dejó decir que él (Chaves) también está amenazado de muerte y por eso se hace acompañar de una serie de matones.
Dice que teme por su vida. Por Dios, ¿qué sicario va a gastar pólvora en zopilotes?
A los rectores de las universidades públicas que están defendiendo que no les rebajen los recursos presupuestarios del CONARE los trató muy mal. Los comparó con los mafiosos y narcotraficantes del país que para lavar dinero se inventaron los préstamos gota a gota para explotar el hambre de los pobres y exprimir su miseria y acabar con sus vidas si no honran los pagos.
Es cierto que los fondos destinados a CONARE se van la mayoría en burocracia y pagos de salarios altísimos a los profesores y en pensiones vitalicias, pero hay que sentarse con los rectores con estudios serios y veraces y demostrar las causas de la reducción de los fondos, no a huevazo limpio, lo que incita a la violencia.
Violencia que se cebó de parte de alumnos exaltados y carboneados, que agredieron y maltrataron a la ministra de Educación. Es de vox populis que ella no sirve para nada y es una obediente sumisa del mandatario, pero por mujer, madre y abuela merece respeto.
Estamos cayendo en un círculo vicioso de la violencia, de momento verbal, y dentro de poco puede ser corporal y sangrienta. Ya lo dijo Gandhi: “Lo que se obtiene por violencia, solo se puede mantener con violencia”.
Gandoca-Manzanillo, Crucitas y otras hierbas
Se soltó la loca de Gandoca y Manzanillo, con gusanillos de corrupción presidencial. De pronto, un empresario amigo y vecino, Allan Pacheco Dent, consigue todas las granjerías y permisos de Zapote a través de SINAC para talar en dos de sus fincas los árboles dentro del Refugio de Vida Silvestre Gandoca-Manzanillo en el Caribe Sur, aprovechar en su favor todos los recursos forestales convertirlos en madera y hacer el gran negocio.
Ante los cuestionamientos el presidente se hace el maje, refunfuña, minimiza el daño y sus explicaciones no son convincentes quedando en esos bosques tufos a chorizo que espantan a la poca fauna que está quedando.
Y a propósito, ¿qué se hicieron los ambientalistas?, esos pagados por ONG´S mundiales, no los vi protestando por esa tala indiscriminada de árboles. Será que los estipendios no cubren esos eventos y solo les pagan protestas contra el aprovechamiento de las riquezas nacionales en minería y gas. ¿Por qué callan también sobre la explotación criminal del oro de las Crucitas?
Pero lo peor de esta ola de violencia del mandatario es que está incitando a la violencia del pueblo en contra de la Sala Cuarta, si por ventura su fallo sobre la Ley Jaguar ratifica la sentencia de la misma Sala de 1998 de que toda ley ordinaria que cercena la funciones y deberes de la Contralaría es inconstitucional.
Haciéndose el maje, tira la piedra y esconde la mano, incita a sus seguidores que se lancen a las calles contra el fallo de la Sala si es adverso, y se pregunta al mismo tiempo jugando de inocentón, que debe hacer él como mandatario para frenar ese derecho de manifestación soberana del pueblo. ¡Qué cínico y manipulador!
Ya sabemos, porque majes no somos, que Casa Presidencial llevará en buses a los seguidores pagados para que lancen piedras contra el edifico de la Sala Cuarta en Sabana Sur, le mienten la madre a los magistrados guiados por la peruana y su esposo que debe protestar porque él se prestó a firmar la ley jaguar.
Por último, que feo Mateo, que ridículo el de ayer el del presidente Chaves en Guanacaste, a mí me dio vergüenza ajena, hasta cierta lástima, ver al presidente de la República con esa falta de señorío. Con chonete, babeando y gritando con un peluche de jaguar en su mano izquierda, a los gritos eufóricos de jaguar, jaguar, incitando a la violencia. ¿Estará en serio, como lo dije hace unos días, perdiendo la chaveta?
