Erwin Wino Knohr*, Revista Visión CR.
¿Alguna vez se ha sentado a la orilla del mar y recibido la fragancia del viento tranquilo, aromático, donde los pulmones se hinchan del aire fresco que empuja las olas? Es algo inolvidable.
Quizás muy pocos tuvieron la sensación de estar en medio de una tempestad, donde el mar se vuelve loco y las enormes olas llenas de fuerza y furia revientan sobre cualquiera.
La Brisa, lenta, se vuelve contagiosa, pero la tempestad hay que saber enfrentarla.
Brisa Hennessy es contagiosa cuando la vemos esperando pacientemente hasta decidir desafiar las enormes olas, meterse en medio de ellas, levantar los brazos para reírse de su fuerza porque las ha vencido.
¿Por qué no tenemos en el deporte costarricense más Brisas? Porque somos un desastre.
Todavía recuerdo el año 1987, como periodista, a veces desde las cuatro de la mañana, viendo la preparación de Silvia Poll, que un año después en los Juegos Olímpicos de Seúl ganaba la medalla de plata en 200 metros libre.
Ocho años después en Atlanta 1996, su hermana Claudia, lograba la medalla de oro en esa misma prueba. Y cuatro años después en Sidney 2000 la de bronce en ese mismo evento y el tercer lugar (bronce) en los 400m libre.
¿Por qué Francisco Rivas, entrenador de ambas, logró esos éxitos teniendo incluso que vencer a los dirigentes de turno?
El camino nadie quiere o le interesa seguirlo. Planificación, trabajo, disciplina, compromiso, fuerza mental, descanso, estudio, dedicación: esas son las llaves.
El deporte de Costa Rica en todas las disciplinas deportivas vive en un estado de ánimo en el que es habitual que nos autolesionemos para dar lástima.
El futbol va de fracaso en fracaso. La natación se regocija porque los nadadores asisten a la Olimpiada aunque no pasan de eso: asistir. El voleibol que dominaba en el área Centroamericana le tiemblan las piernas. El atletismo se quedó con las pinceladas de Nery Brenes. Y el baloncesto vive en el recuerdo
Le interesa el deporte al gobierno. Por supuesto que No. Hay un compromiso al menos con la Educación o la Seguridad Ciudadana. No son la prioridad, porque el sueño es que digan, en la televisión preferiblemente, no lo que piensan de todo el desmadre sino lo contrario.
Brissa Hennessy emergió como un bálsamo, mostrando el camino, como lo hizo Silvia y Claudia Poll hace más de 25 años, donde la manera de volverse exitoso es emergiendo, como lo hace Brissa, en la cresta de las olas fuera de la mediocridad. ¿Por qué no seguirla?
*Máster en Comunicación. Lic. en Periodismo. Lic. en Educación Física. Entrenador de futbol y baloncesto
