Fernando Fernández, Revista Visión CR.
Hoy, 12 de agosto se celebra el Día Mundial del Elefante 2024, una fecha pensada para dar a conocer los graves problemas de supervivencia que tiene este enorme paquidermo, extremadamente útil para mantener el equilibrio ecosistémico de su hábitat.
El 12 de agosto, Día Internacional de los elefantes es un acontecimiento que fue concebido por la canadiense Patria Sims y por la Fundación de Reintroducción de los elefantes con la intención de destacar la compleja situación por la que pasan estos mamíferos.
En la actualidad, hay tres especies de elefantes y todas ellas están en peligro de extinción: el asiático, de la cual quedan menos de 40.000 animales, y dos en África; el de sabana y el de bosque, que han visto reducidas sus poblaciones en un 60% y un 90% respectivamente en los últimos 30 años.
El elefante es un animal terrestre que se encuentra únicamente en algunos países de África y Asia. Pertenece a la familia de los paquidermos piel gruesa y poco pelo, y por sus hábitos contribuye enormemente al equilibrio ecológico.
Especies en peligro
Hay una especie asiática: Elephas maximus y dos africanas: Loxodonta africana y Loxodonta cyclotis. Las dos primeras están catalogadas como ‘en peligro’ en la Lista Roja de la UICN y la última ya está en peligro crítico de extinguirse. Y esa es una de las causas de la institución del Día Mundial del Elefante 2024.
La gran amenaza a la que se enfrentan es la caza furtiva porque son capturados y asesinados, principalmente por su marfil. Por ello, el Día Mundial del Elefante 2024 existe con el fin de tratar de revertir la penosa situación en la que se encuentran estas especies por culpa de la codicia humana.
El elefante es un animal que pertenece a la clase de los mamíferos. Sus particularidades residen en que tiene una gran trompa que es la continuidad de su rostro, grandes orejas y enormes colmillos de marfil.
Su trompa le sirve de nariz, para coger comida, para beber agua, para saludar y para confraternizar con sus congéneres. Y actualmente, es el mamífero terrestre más grande, alcanzando de 7 a 9 toneladas los machos y de 4 a 6 toneladas las hembras.
Los colmillos son una forma de defensa para los elefantes y en los machos tiene un tamaño muy pronunciado. Viven en manadas recorriendo sus extensos territorios y alimentándose únicamente de vegetales. Las hembras generalmente tienen una sola cría cada 3 años, cuya gestación dura unos 22 meses. Los bebés son celosamente cuidados por todos los integrantes del grupo.
La caza furtiva está acabando con ellos
Los elefantes están entre los animales que más han sufrido la caza furtiva desde el siglo XX. De hecho, según la ONU, los cazadores furtivos matan entre 20.000 y 30.000 elefantes al año. Y desde la década de 2000, el número de elefantes en África ha disminuido casi en un 70% debido a esta nefasta práctica.
Como resultado, los elefantes están clasificados como en peligro crítico de extinción. Son cazados principalmente por su marfil, un material costoso utilizado con fines medicinales y para fabricar adornos.
De hecho, a nivel mundial el comercio legal de este producto está terminantemente prohibido. Pero como hay compradores de este material, los asesinatos ilegales continúan y los expertos vaticinan que si todo sigue igual para 2050, solo los veremos en cautividad. Uno de los objetivos del Día Mundial del Elefante 2024 es que siga habiendo especímenes salvajes y en libertad.
A pesar de la creciente conciencia sobre el verdadero costo del marfil, se estima que los cazadores matan alrededor de 20.000 elefantes por año para extraer sus colmillos. Este nivel de matanza puede incluso estar cambiando la genética de los elefantes.
Irremplazables para la salud de los ecosistemas
Los elefantes tienen un gran impacto positivo en el medio ambiente, el clima, la biodiversidad y la ecología. Por eso en el Día Mundial del Elefante 2024 es importante recordar lo absolutamente necesario que resulta proteger a estos animales.
Si los elefantes desaparecieran, se corre el riesgo de alterar el equilibrio ecológico de los sitios en los que habita, lo que tendría consecuencias terribles. Por ejemplo, cuando comen plantas y frutas, los elefantes dispersan las semillas por las sabanas y bosques, llevándolas con su estiércol, que resulta el abono ideal para ayudar a que crezcan nuevos brotes.
Además, cuando camina crean senderos naturales a través de densos bosques que pueden ser utilizados por otros animales. Gracias a su tamaño y fuerza rompen ramas viejas y hacen caer frutos, hojas y brotes que alimentan al resto de biodiversidad y generan huecos por donde penetra la luz del sol, que resulta indispensable para los seres que viven en las capas inferiores de selvas y bosques.
Los elefantes son explotados para turismo
Una de las amenazas más grandes para los elefantes proviene de las industrias del turismo y el entretenimiento. Turistas bien intencionados son frecuentemente invitados a participar en diversas actividades con elefantes, como paseos, lavado, baño y alimentación. Aunque estas actividades parecen inofensivas, ser montados no es un comportamiento natural de los elefantes. Estas actividades turísticas inflingen dolor en los animales involucrados.
Los circos y los espectáculos con los animales preocupan de igual manera. Los elefantes involucrados en estos shows son entrenados para realizar una serie de trucos antinaturales y dolorosos, como pararse únicamente en sus patas traseras. También son forzados a participar en ambientes ruidosos e intimidantes, enfocados en el entretenimiento humano a costa del bienestar animal.