Federico Paredes, analista agroambiental, RVCR.
En un mundo cada vez más demandante de recursos para sus necesidades básicas, el agua ocupa un primerísimo lugar en esta lista. No es sencillo contar con agua potable en todos los países y regiones y más bien es un constante reto disponer de ella.
Aún tenemos en nuestra mente ese paisaje de varias mujeres africanas cargando sobre sus cabezas, grandes tinajas de agua para poder preparar los alimentos o bañar a sus niños, luego de recorrer varios kilómetros desde la fuente de ese líquido.
Sin embargo, en Costa Rica, así como en la mayoría de los países de Centroamérica, hemos sido bendecidos al contar con suficiente disponibilidad de agua durante todo el año. Pero en épocas de lluvia, este recurso más bien se ha convertido en una amenaza cuando caen con una crudeza e intensidad que destruyen caminos, puentes y arrancan casas cerca de los ríos. Es ciertamente un panorama desolador.
En la geografía mundial, países como Israel, Australia, China y Arabia Saudita, han echado mano de la tecnología de desalinización de agua de mar como una medida útil que posibilita el acceso, casi ilimitado, a este recurso. Y no es para menos; estas naciones se ubican en zonas del mundo donde el agua fresca escasea mucho o no es suficiente para satisfacer las demandas por parte de la población.
En Europa, es España el país que posee más plantas de desalinización y uno de los mayores del mundo. Cuenta con unas 100 plantas de este tipo. Acciona, es el nombre de la empresa que maneja este tipo de tecnología que incluye tuberías, tanques, bombas de extracción y toda suerte de filtros y sustancias químicas para poder potabilizar el agua de mar, removiendo primero la sal para luego poder disponer así de unos 220 millones de litros de agua al día.
Acciona puede abastecer con una de estas plantas, a poco más de millón y medio de personas, pero la mayor parte del año esta cantidad de agua es utilizada en el rubro agrícola para sostener la producción de naranjas, limones, olivos y otros cultivos que se destinan a la exportación. Por cierto, esta industria agrícola está considerada como de las más eficientes del mundo debido a la buena gestión del agua para este propósito.
Una de las funcionarias de esta empresa manifiesta que al llegar la época pico de turismo en las zonas costeras de España, esta producción se pone aprueba ya que se debe de alimentar la red de acueductos para satisfacer las necesidades de los baños, preparación de alimentos y otros usos que demandan los turistas que llegan por miles.
En este país ibérico, la planta de Torrevieja que maneja Acciona, es la mayor de su clase en el Viejo Continente, aparte de muchas otras que tiene distribuidas en el litoral español.
Determinaciones hechas por la organización Global Water Intelligence, señalan que unos 500 millones de personas en el mundo dependen del agua salada o salobre que ha sido purificada. Esta cantidad de usuarios podría aumentar a 3000 millones a mediados del siglo XXI.
Con una inversión de 14.000 millones de dólares por año, la industria que desaliniza el agua marina produce casi 10 millones de litros al día, en unas 1500 plantas grandes que contribuyen a satisfacer esta demanda, al tiempo que se construyen otras nuevas.
Esta es una necesidad creciente, tanto para los requerimientos esenciales del ser humano, como para manejar cultivos a campo abierto o en condiciones controladas. Lo cierto es que sin este elemento definitivamente no podría haber vida sobre la Tierra, y esto no es una verdad de Perogrullo, sino una realidad incuestionable.
Dejemos de buscar agua en Marte y desarrollemos mejores programas de protección del agua en este sediento planeta Azul.
