Por Carlos Fernández Mora, periodista y escritor.
El presidente de una mesa receptora de votos de un apartado lugar de la República, en vista de que un ciudadano se presentó a votar, declarando a los señores miembros de dicha Mesa que no sabía leer ni escribir, pero que sí sabía firmar, se dirigió telegráficamente al señor Presidente de la República, que lo era entonces el Licenciado don Ricardo Jiménez Oreamuno, en estos o parecidos términos:
—»Don Juan Bautista Rodríguez no sabe leer ni escribir, pero declara saber firmar. ¿Podemos recibirle el voto?»
Don Ricardo, mostrándole el despacho telegráfico a varios de sus amigos que se encontraban con él reunidos en su despacho particular, les dijo: ¿Qué les parece a ustedes el telegramita?, y llamando a su secretario le dictó la siguiente respuesta, dirigida al presidente de la mesa receptora de votos:
—»Si antes de las seis de la tarde, hora del cierre de la votación, el señor Rodríguez aprende a leer y a escribir, recíbanle el voto».
*Caricatura de Noé Solano.