Nos contó el Licenciado don Enrique Guier Sáenz, amigo de toda nuestra estimación y cariño, ex Presidente de la Corte Suprema de Justicia y el más grande penalista de Costa Rica, que cuando estaban levantando el monumento al Prócer de Centro América, don Juan Rafael Mora en la ciudad de San José y en la plazoletita frente al Palacio de Correos y Telégrafos y Club Unión, una mañana se encontraron incidentalmente en ese lugar, el siempre recordado y querido Profesor Mario Sancho Jiménez y el Benemérito de la Patria Licenciado don Cleto González Víquez. Ambos caballeros presenciaban los trabajos.
El ilustre Profesor Sancho Jiménez, modestamente, como corresponde a los hombres de inteligencia, le pregunta a don Cleto:
—»¿No le parece que se ha tardado mucho para levantar este monumento?»
Y aquel varón, con su serenidad y calma muy propias de esos hombres que piensan y al hablar no se arrepienten de sus palabras dichas, le responde:
—»Amiguito, amiguito: a los hombres públicos no se les puede levantar una estatua hasta que hayan muerto todos los de su generación»…
