Mario Rodríguez, abagado y comunicador.
Aún con resaca, pues los Juegos Olímpicos se han pasado volando, pero han dejado una serie de curiosidades antes, durante y después de estos. En este contexto, abordaré algunos casos que implican a los animales y su vinculación directa o indirecta con París 2024.
Antes del inicio de los juegos, una noticia conmocionó el mundo de la equitación, ya que, un video que se hizo viral implicaba a la jinete multicampeona británica Charlotte Dujardin, con el maltrato animal en perjuicio de un equino. Por cierto, dentro de los Juegos Olímpicos, sólo en una disciplina participa un no humano, y es precisamente, en la Hípica, la cual comprende tres disciplinas diversas: el salto; la doma, “que es la forma de entrenamiento ecuestre más avanzada, en la que el caballo y el jinete realizan una serie de movimientos artísticos al ritmo de la música”. (https://olympics.com/es/paris-2024/deportes/ecuestre); y la tercera disciplina, es el concurso completo, se asemeja a un triatlón ecuestre.
Ahora bien, la polémica surgió tres días antes del inicio de París 2024, en donde la jinete de repetida cita tenía la posibilidad de convertirse en la británica con más medallas obtenidas, condición que comparte en la actualidad con la ciclista Laura Kenny.
En síntesis, en el video se observa a Charlotte Dujardin golpeando a un caballo de un estudiante con un látigo en más de 24 ocasiones durante un minuto, siendo reconocidos y aceptados los hechos por la atleta, lo cual generó una sanción de seis meses que la inhabilitó de inmediato para viajar a tierras galas.
Lo anterior, nos debe llevar a reflexionar sobre la importancia de garantizar el bienestar animal, a sabiendas de que son seres sintientes, y merecedores del bienestar, al punto de que, la asociación animalista PETA denunció otro caso de maltrato animal por parte del jinete Carlos Parro, suministrando un video en donde se observa como el brasileño ejerce fuerza sobre el cuello de su caballo en una posición peligrosa para su integridad. Finalmente, dicha asociación consideró que “… la hípica no es un deporte en el que prevalezca la libertad, sino una dominación del humano sobre el animal”, cuestionamientos que son rechazados por los domadores y la federación de Hípica.
Mientras tanto, la Hípica sigue dando medallas a los jinetes y a los caballos desde hace 92 años, dejando lindas imágenes que revelan esa simbiosis animal- humano, que quedó retratada en el “selfie” tomado por el japonés Yoshi Oiwa, al obtener la medalla de bronce para su país, junto a MGH Street.
Durante la inauguración, si bien la protagonista es la antorcha, sobresalió un caballo de plata que “cabalgó” por el Sena durante toda la ceremonia, hasta que, el jinete misterioso entregó la bandera olímpica transportada -ahora sí- en un corcel de carne y hueso. Esto, fue un reconocimiento también para los animales, y a la importancia que tienen en la vida del ser humano, lo cual considero fue un acierto de parte de la organización.
También, de todas las pruebas de las justas olímpicas, creo que, la más difícil físicamente hablando es la de los 10 km de natación, no sólo por la extensión, sino porque, este año se desarrolló en un río, cuando lo común es el mar. Además, de antemano, hubo críticas férreas en contra de los organizadores por la escogencia del Sena, las cuales estaban totalmente justificadas, debido a la contaminación. Pero bueno, tanto el triatlón, como las “aguas abiertas” se desarrollaron finalmente, dejando esparcidas recriminaciones de muchos atletas, pero, quiero enfocarme en la nadadora neerlandesa Sharon van Rouwendaal, quien obtuvo el oro.
Sin duda, una de las mejores atletas de los juegos, pero su dedicatoria del triunfo es hermosa, pues, en el mes de mayo reciente su perro “Rio” falleció, incluso, se había tatuado la huella de su amado perro, y al llegar a la meta besó su muñeca en señal de reconocimiento a su amigo fiel.
También, declaró que el nombre de Rio viene de su medalla de oro obtenida en las olimpiadas celebradas en Brasil, además, recordó que nadó con todo su corazón por “Rio”. ¿Quiénes somos para cuestionar a los demás por sus sentimientos? Ojalá, pueda adoptar otro perrito y bautizarlo “París”, en honor a su nueva medalla dorada, y en pro de tantos animales que requieren de un hogar.
Ya durante el desarrollo de los olímpicos, parece que, el equipo de Los Estados Unidos de América tuvo “ayuda extra”, debido a “Beacon”, un Golden Retriever de cuatro años. Dicho equipo ha enfrentado muchos obstáculos, como, por ejemplo, el retiro de las finales de su mega estrella Simon Biles, quien sorprendió al mundo con su decisión durante Tokio 2020, esto debido a prácticas “corrosivas” en la gimnasia, y con la finalidad de preservar su salud mental. Además, hubo un conflicto penal por abusos sexuales en contra de 139 víctimas, lo anterior por parte del ex médico de equipo Larry Nassar.
Luego de Japón, Simon Biles se mantuvo alejada de la práctica de la actividad, pero, regresó y se preparó, en compañía de “Beacon”, cuya función ha sido otorgar relajación y apoyo emocional a todo el equipo, sobre todo antes de las competiciones. Pues a pesar de que “Beacon” no pudo asistir a las olimpiadas -problemas logísticos-, su apoyo previo fue clave y esencial, ya que, en el caso de Biles, sus resultados fueron espléndidos, al obtener tres oros y una plata, y, en total el “USA TEAM” obtuvo 10 medallas.
Indudablemente, el soporte de “Beacon” fue importantísimo, dejando claro una vez más que “… no sólo es un perro…”, ya que está acreditado que la terapia con estos animales trae consigo muchos beneficios, entre los cuales están: reducción de la presión arterial, limitan la liberación de cortisol (hormona del estrés) y aumentan la oxitocina (hormona del bienestar), también, brindan consuelo al disminuir la soledad. En fin, parece que, estos juegos olímpicos nos trajeron muchas sorpresas, y una de ellas, fue el protagonismo de los animales, antes, durante y después de los mismos, veremos que nos depara LA28.