Redacción y agencias.
Las declaraciones del presidente brasileño se producen tras la aprobación de una declaración conjunta para combatir el hambre, destinar más ayuda para Gaza o acelerar el fin de la guerra en Ucrania.
El presidente de Brasil abrió la segunda jornada de la Cumbre del G-20 pidiendo más medidas para frenar el calentamiento global, afirmando que las naciones desarrolladas deben acelerar sus iniciativas para reducir sus emisiones.
Lula de Silva centró su intervención del martes en los retos medioambientales, afirmando que las naciones desarrolladas deberían adelantar sus objetivos de emisiones diez años, pasando de 2050 a 2040. El G-20 es responsable del 80 % de las emisiones de efecto invernadero», dijo Lula. «Aunque no caminemos a la misma velocidad, todos podemos dar un paso más».
Durante la cumbre, que se celebró en el Museo de Arte Moderno de Río de Janeiro, los líderes del G20 se reunieron para debatir los cambios en el orden mundial y el aumento de las tensiones globales. La agenda se centró en trabajar para reforzar la cooperación multilateral antes de que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, asuma el cargo en enero.
Los mandatarios de la Unión Europea también aprovecharon la ocasión para celebrar reuniones bilaterales al margen de la cumbre. En una reunión con su homólogo chino, Xi Jinping, el presidente francés Emmanuel Macron reafirmó el fortalecimiento de las relaciones con China e insistió en que ambos países comparten los mismos puntos de vista para alcanzar la paz en Ucrania.
«El mundo en el que vivimos está lleno de inestabilidad, tensiones y guerras crecientes. Y creo que compartimos una visión común en la defensa de la Carta de las Naciones Unidas y la promoción de una agenda de paz», dijo Macron ante Jinping. «Nos reunimos de nuevo en el día 1000 de la invasión lanzada por Rusia contra Ucrania, y sé que usted comparte, como nosotros, el deseo de una paz duradera, así como la misma preocupación tras las declaraciones de Rusia sobre su doctrina nuclear», añadió.
Una declaración conjunta firmada el lunes por la noche por varios representantes de los países del G20 pide ayuda humanitaria urgente y una mejor protección de los civiles atrapados en los conflictos de Oriente Próximo, además de reafirmar el derecho palestino a la autodeterminación. También incluye una propuesta de Brasil para gravar con un 2% los ingresos de los multimillonarios -una propuesta a la que se ha sumado el Gobierno de España, entre otros estados.
La propuesta del Ejecutivo de Lula también aborda nuevas formas de erradicar el hambre en el mundo y se compromete a realizar una «reforma transformadora» del Consejo de Seguridad de la ONU.