Fernando Fernández, Revista Visión CR.
“De mi caballo aprendí que la fuerza se complementa con la nobleza y la lealtad”. – Gabriel Oliverio
Los caballos, criaturas nobles y majestuosas, han acompañado a la humanidad a lo largo de la historia, jugando roles fundamentales en el transporte, la guerra, el deporte y la vida diaria.
El Hyracotherium es considerado el primer equino del mundo. Habitó hace 50 millones de años y apenas sobrepasaba los20 o 30 centímetros de altura, y los 60 de largo, perfectamente comparable con las dimensiones actuales de un zorro salvaje.
Este dato es curioso dado que hoy en día los caballos pueden alcanzar el 1,85 metros de altura, estando la media entre los 1,60 y 1,80, aunque se han dado casos de caballos que perfectamente llegaban a los 1,90 metros de altura.
También hay que señalar que suelen pesar entre la media y la tonelada completa según raza, edad y características físicas del caballo, pero es curioso observar cómo evolucionó a lo que es actualmente un caballo partiendo de un ejemplar comparable con un zorrillo.
Ya sean salvajes o domésticos, todos los huesos de E. caballus se ven casi iguales, por lo que no podían responder una pregunta de larga data: ¿dónde y cuándo los humanos domesticaron caballos por primera vez, vinculando a las dos especies en un camino que conduciría a carruajes tirados por caballos, carreras de caballos y mucho más?
Hoy, una revolución en el estudio del ADN, tanto de criaturas antiguas como modernas, está proporcionando respuestas. Aplicando el mismo enfoque utilizado en un estudio histórico de 2010 sobre el ADN neandertal, los científicos han aprendido mucho sobre la historia de Equus caballus. Han rastreado cómo los antiguos caballos salvajes compartían genes a través del estrecho de Bering entre Asia y América del Norte, y han revelado la sorprendente historia del caballo de Przewalski. A
demás, trabajando con muestras más modernas, han observado cómo el manejo reciente por parte de personas ha deshecho gran parte de la diversidad en los genomas de los caballos, al tiempo que ha agregado una serie de características específicas de las razas.
Pero nunca ha habido suficiente ADN antiguo para responder a la pregunta de la domesticación —hasta finales de 2021, cuando científicos dieron a conocer su análisis de más de 250 genomas de caballos antiguos—.
“Es genial tener esta gran pieza ubicada y completa en el rompecabezas de dónde provienen realmente los caballos”, dice Jessica Petersen, genetista de animales de la Universidad de Nebraska-Lincoln que no participó en dilucidar ese misterio en particular. Pero, agrega, el proceso de domesticación fue una serie compleja de eventos, y los detalles más intrincados serán difíciles de descubrir.
Su relación con los seres humanos ha dado lugar a muchas curiosidades fascinantes que revelan tanto su complejidad biológica como su profunda conexión con nosotros:
Visión panorámica. Los caballos tienen una visión casi panorámica gracias a la posición de sus ojos a los lados de la cabeza, lo que les permite ver en un ángulo de casi 360 grados. Esto es una ventaja evolutiva para detectar depredadores, aunque tienen un pequeño punto ciego justo delante y detrás de ellos.
Sentidos agudos. Los caballos poseen un sentido del olfato altamente desarrollado, comparable al de un perro, que les permite detectar peligros y reconocer a otros caballos y humanos. También tienen un oído extremadamente sensible; pueden mover sus orejas 180 grados para captar sonidos de diferentes direcciones.
Comunicación no verbal
Aunque no hablan, como curiosidad, los caballos se comunican de manera efectiva mediante su lenguaje corporal. Las posiciones de sus orejas, cola y mirada transmiten información sobre su estado de ánimo y sus intenciones.
Memoria excepcional. Los caballos tienen una memoria increíblemente buena, especialmente para lugares y personas, lo que les permite recordar rutas y reconocer a humanos incluso después de años de separación.
Diversidad de razas
Existen más de 300 razas de caballos en el mundo, cada una adaptada a diferentes climas y trabajos. Desde el diminuto Falabella hasta el imponente Shire, la diversidad entre las razas de caballos es enorme.
Velocidad y resistencia
Un caballo de carreras puede alcanzar velocidades de hasta 70 km/h en distancias cortas, y su corazón puede latir hasta 240 veces por minuto durante un esfuerzo intenso. Los caballos también son capaces de recorrer largas distancias a un ritmo constante, una habilidad que fue crucial para guerreros y mensajeros en la antigüedad.
Relación con los rinocerontes
Aunque no lo parezca, los caballos están genéticamente relacionados con los rinocerontes. Ambos pertenecen al grupo de mamíferos ungulados de dedo impar, compartiendo un ancestro común.
Asimismo, los caballos pueden cruzarse con otros equinos, como burros y cebras, dando lugar a híbridos únicos como el «zonkey» (zebra + burro) o el «zorse» (zebra + caballo). Estos híbridos combinan características de ambos padres y suelen ser estériles.
La capacidad de lectura de emociones es una de las curiosidades más resaltables sobre estos animales. Y es que los caballos pueden reconocer expresiones faciales humanas y reaccionar de manera diferente según si la expresión es positiva o negativa. Esta habilidad para leer emociones humanas subraya su inteligencia y la conexión profunda que pueden desarrollar con las personas.
El caballo más longevo
El caballo más viejo de la historia, llamado Old Billy, vivió hasta la increíble edad de 62 años. Su longevidad se debe a una combinación de factores, entre ellos una genética excepcional y los cuidados adecuados que recibió a lo largo de su vida.
Old Billy provenía de una línea de caballos conocidos por su longevidad y resistencia. Sus ancestros habían sido seleccionados a lo largo de generaciones por su capacidad de vivir muchos años y mantener una buena salud. Esta genética excepcional le dio a Old Billy una base sólida para vivir una vida larga y saludable.
Actualmente, el récord moderno lo tiene «Sugar Puff», un pequeño Shetland-Exmoor que vivió 56 años.
Los caballos son animales fascinantes, no solo por su belleza y fortaleza, sino también por las increíbles capacidades y curiosidades que los hacen únicos en el reino animal. Su relación con los seres humanos ha sido profunda y duradera, marcada por una cooperación mutua que ha influido en la historia y la cultura de la humanidad. Con cada nueva investigación, descubrimos más sobre estos increíbles compañeros, reforzando la admiración que sentimos por ellos.