Mario Rodríguez, abogado y comunicador.
Los eventos climatológicos recientemente sufridos a lo largo del orbe evidencian la exactitud de la prognosis elaborada por los científicos (Eunice Foote, 1856).
Incluso, hasta Hollywood, se atrevió con la película “El día después de mañana” (2004), en la cual, un científico predijo la llegada de cataclismos a raíz del calentamiento global. Es indudable que, estamos viviendo sucesos extraordinarios, íntimamente relacionados con el cambio climático: hace 130 años, no se veía el Monte Fuji sin nieve; inundaciones en los desiertos de medio oriente; ríos secándose en Sudamérica;el desastre en Río Grade do Sul; el huracán Milton que azotó Florida; y, la DANA en la comunidad Valenciana.
Políticos como Trump, Bolsonaro, José María Aznar, o Abascal, han negado el cambio climático, y, con ello, han criticado las políticas ambientales encaminadas a eliminar los gases de efecto invernadero. En el caso de Trump, durante su administración, apoyó a los grandes conglomerados energéticos de su país, llevando esto a una donación de 1000 millones de dólares a su reciente campaña, lo cual evidencia que, ante un nuevo mandato republicano, se dará un retroceso en las políticas medioambientales promovidas por Biden.
Por su parte, durante la administración del expresidente carioca, “La parte brasileña de la Amazonía ha perdido más de 3000 kilómetros cuadrados de área boscosa desde que Bolsonaro asumió el cargo en enero, un aumento de 39 por ciento respecto al mismo periodo del año pasado, de acuerdo con la agencia del gobierno que monitorea la deforestación”(https://www.nytimes.com/es/2019/07/29/espanol/america-latina/deforestacion-amazonas-bolsonaro.html).
Dicen los expertos en meteorología que, una de las manifestaciones más evidentes de estos eventos, es su nivel extremo, el cual se puede ver reflejado principalmente, en la formación intempestiva e impacto casi inmediato de los fenómenos. Por ejemplo, el huracán Milton azotó el estado de Florida, y se formó tan solo unos días antes, al igual que el huracán Otis (2023), destruyendo la ciudad de Acapulco; y, recientemente, la formación de la DANA en Valencia causó el mayor desastre del siglo en España; incluso, en mayo pasado, las inundaciones causaron grandes afectaciones en Brasil, en donde “El gobernador de Río Grande do Sul, Eduardo Leite, fue alertado en más de una ocasión sobre la posibilidad de un desastre ambiental sin precedentes en esa región del sur de Brasil, pero no tomó medidas” (https://www.france24.com/es/am%C3%A9rica-latina/20240508-brasil-la-tragedia-anunciada-de-r%C3%ADo-grande-do-sul).
Ahora, con todo lo sucedido en Valencia, nuevamente, los políticos están en el “ojo del huracán”. Ya van más de 215 personas fallecidas, daños invaluables hasta el momento, y una cifra de personas desaparecidas no revelada, lo cual ha conmocionado a toda España, eso sí, despertando la solidaridad de todo el país.
En ese mismo sentido, fue impresionante, observar los videos de la visita de los reyes, en conjunto con los presidentes del gobierno y de la Generalidad Valenciana, acaecida cinco días después de la DANA, y escuchar frases como: “A ti no te falta nada”; “Agarra una pala”; “el presidente del gobierno es un perro”; “No era el día de venir acá”; “Asesinos”“ El gobierno tiene que irse”; “Deberíamos estar más preparados, un país como España”. Así como, el lanzamiento de objetos, de barro, y agresiones físicas.
Estas acciones han generado todo un debate en los diversos medios de comunicación españoles, y, por ejemplo, el periodista y escritor Arturo Pérez- Reverte dijo ante el comunicador Pablo Motos que: “Una crisis como esta no puede estar en manos de los políticos en España, es suicida”. Es más, se ha cuestionado la pertinencia de la visita, durante el caos vivido en Valencia, y, propiamente en la zona cero (Paiporta), en donde, el mismo ministro de Transportes, Óscar Puente ha coincidido en ese aspecto.
El principal cuestionamiento a los políticos radica en la ausencia de una alerta efectiva a las personas, en donde el gobierno español y el autonómico literalmente se “tiran la pelota”, aunque, el tema parece estar bastante claro, ya que,la Generalidad Valenciana tenía la obligación de crear las alertas, con base en la información recibida por parte de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). Es decir, cada comunidad autónoma, recibe los datos oficiales, y es la encargada de generar las políticas de prevención/ reacción ante los riesgos que, los eventos climatológicos puedan provocar, pero, el presidente Carlos Mazón, más bien, se ha defendido alegando que: “… la Confederación Hidrográfica «desactivó la alerta» hasta tres veces y el Gobierno lo desmiente” (https://www.rtve.es/noticias/20241104/mazon-dice-que-la-confederacion-hidrologica-desactivo-la-alerta-hasta-tres-veces-y-el-gobierno-lo-desmiente/16315168.shtml).
En el caso de la DANA, son increíbles las imágenes del cómo empezó el agua a invadir las carreteras de las ciudades, pero, sobre todo, el cómo tomó por sorpresa a los habitantes, no existiendo ninguna clase de reacción ante el desastre que se avecinaba, situación que generará una larga discusión a lo largo de los años en España, y probablemente, hasta procesos judiciales.
En igual sentido, tema relevante ha sido la reacción de los políticos ante esta desgracia, y sí han tratado o no, de sacar ventaja electoral ante sus adversarios. Siendo que, la situación española es realmente interesante, pues, el presidente autonómico de Valencia es del Partido Popular -rival del presidente Sánchez-, lo cual ha aplacado las críticas desde el partido de la oposición, pues, de lo contrario sería como “dispararse en el pie”. Aunque el presidente del PP (Núñez Feijóo) ha sido mesurado en sus posiciones hacia la intervención del gobierno español en la atención de la crisis, si aprovechó para enaltecer la actuación de los reyes ante los reclamos ciudadanos, y criticar a Sánchez, por haber huido del lugar, ante los agravios sufridos.
En fin, parece que, lo vivido en España, se puede convertir en una oportunidad para revisar, mejorar los mecanismos de prevención/ reacción ante los fenómenos naturales que está generando el cambio climático.
En este sentido es esencial la estrecha comunicación entre todas las instituciones, siendo que, en nuestro caso, al ser un país no federal y pequeño, tenemos en la Comisión Nacional de Emergencias, el ente encargado de reaccionar ante las informaciones que OVICORI- UNA, RSN- UCR, e Instituto Meteorológico Nacional puedan aportar con base en el conocimiento científico, una razón más, para brindarle a las universidades públicas los recursos necesarios para un funcionamiento pleno, con excelentes profesionales en las diversas ramas de interés, porque “zapatero a sus zapatos”.
Esperemos que en esta nueva Administración, Donald Trump y su gabinete sepan aquilatar el esfuerzo de los técnicos y científicos para valorar el conocimiento y pruebas generadas sobre el desastre climático. No es tan sencillo ponerle etiquetas políticas a fenómenos naturales y mucho menos subvalorizar los esfuerzos mundiales para bajar el termómetro del calentamiento global.
Lo de España es “otro rollo”. Parece que Pedro Sánchez tuvo que ver con la eliminación de varias represas en la Península Ibérica que lo que hicieron fue desbordar la enorme cantidad de agua caída y afectar directamente a la Comunidad Valenciana. Resentimientos políticos del PSOE con el PP y otros detalles domésticos.
Con todo esto se muestra que lo del cambio climático es una mezcla de acciones antrópicas y la dinámica del Planeta.
El IMN en el escenario del clima junto con el OVSICORI y la RSN en la parte sismológica, siguen jugando un papel fundamental en dar los datos y pronósticos tempranos en nuestro país.