José Luis Valverde, periodista.
Celso Borges Mora, capitán de Liga Deportiva Alajuelense, hace poco decapitaron, deportivamente hablando a su padre, trago nada fácil para el buen jugador, educado ser humano.
El fútbol negocio, de seguro lo entiende, trotamundos como su padre, don dinero jerarca en todas latitudes.
A sus 36 años es notable deportista, inteligente, como pocos mueve los hilos del partido, de los jugadores con más pases precisos en el errático fútbol costarricense.
Oscar Ramírez, nuevo timonel liguista, lo conoce, sabe sus valores dentro y fuera de la cancha.
El clásico contra el Deportivo Saprissa, casi seguro tendrá a Celso en la nómina titular o en su defecto de cambio.
Así como la afición, ese monstruo de miles de cabezas, coreó la salida de su padre, sería hermoso escucharla aplaudir al profesional, quien con la bola en los pies, demostrará una vez más la valía, pero ante todo, el amor fraterno.
Celso no olvida, antes de gritar gol, un día balbuceó la hermosa expresión mamá, acompañada en su incipiente vocablo lleno de admiración ¡papá!
