Fernando Fernández, Revista Visión CR.
Un país europeo lleva más de 1.300 años conservando su nombre original desde su fundación y presume de una de las culturas más antiguas del continente.
Pocos lo saben, pero existe un país en el corazón del continente europeo que puede presumir de tener una de las culturas más antiguas del mundo y, además, de no haber cambiado su nombre desde que fue fundado hace más de 1.300 años. Su territorio ha sido testigo del paso de civilizaciones milenarias y alberga uno de los patrimonios históricos más impresionantes del Viejo Continente. Sin embargo, este destino sigue siendo uno de los grandes desconocidos para muchos viajeros.
Rodeado de montañas, mares y llanuras, este país destaca por su riqueza cultural, arqueológica y natural. Lo curioso es que su historia ha permanecido firme a lo largo de los siglos, conservando no solo tradiciones milenarias, sino también su nombre original, algo prácticamente único en Europa. Además, ha sido cuna de asentamientos humanos desde la prehistoria y conserva vestigios que demuestran que estuvo habitado antes incluso de la llegada de los romanos y los tracios.
El país en cuestión es Bulgaria. Fundado en el año 681, cuando el kan Asparuh cruzó el Danubio y estableció el Primer Estado Búlgaro, se mantiene hasta hoy con el mismo nombre. Bulgaria no solo ha resistido los cambios de fronteras y épocas, sino que su cultura y legado permanecen intactos, demostrando por qué es considerada una de las cunas más antiguas de la civilización europea. Un destino único, donde pasado y presente se entrelazan en perfecta armonía.
Bulgaria: razones que confirman su antigüedad
La riqueza histórica de Bulgaria se apoya en descubrimientos fascinantes. El hallazgo del homo sapiens más antiguo de Europa en la cueva de Bacho Kiro, con restos de 45.000 años, sitúa a esta tierra como uno de los primeros asentamientos humanos del continente.
Además, en Varna se encontró el oro trabajado más antiguo del mundo, con más de 6.000 años de antigüedad, testigo de la sofisticada cultura calcolítica que prosperó en la región.
Plovdiv, la segunda ciudad del país, es reconocida como la ciudad habitada más antigua de Europa, con más de 8.000 años de historia ininterrumpida. A ello se suma el legado del Primer Estado Búlgaro, que floreció en el siglo X y sentó las bases de la Iglesia Ortodoxa Búlgara, la más antigua de Europa en lograr su independencia, en el año 879. Todos estos hechos consolidan a Bulgaria como un referente histórico imprescindible.
Bulgaria es un destino que sorprende por sus contrastes y su patrimonio inigualable. En la vibrante Sofía, la capital, es imprescindible visitar la catedral ortodoxa de San Alejandro Nevski, símbolo de la ciudad, así como la iglesia de San Jorge, del siglo IV, uno de los edificios más antiguos. Pasear por la plaza de la Independencia permite contemplar la huella soviética y europea que define la ciudad.
En las montañas, el Monasterio de Rila, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es una joya arquitectónica única. Sus frescos e iconos son testimonio del esplendor de la Iglesia Ortodoxa Búlgara.
El Monasterio de Rila en Bulgaria es Patrimonio de la UNESCO. Está regentado por monjes y es lugar de culto de la religión oficial del país, el Cristianismo ortodoxo. A continuación te contamos su Historia, cómo llegar, rutas de senderismo cercanas, horarios y otros datos de interés para visitarlo. ¿Has estado en él?, cuéntanos tu experiencia de la visita abajo, añadiendo tu comentario a este artículo, y ayudarás a otros viajeros que estén planeando visitarlo.
El Monasterio de Rila se encuentra dentro del Parque Nacional de Rila. Está en una zona montañosa a 1.150 metros de altitud, de hecho los muros del monasterio están rodeados de boscosas colinas, verdes en Verano y multicolores cuando llegan los colores del Otoño. Es distante de Sofía, la capital de Bulgaria, en sólo 125 km, la mayor parte de recorrido para llegar es autovía pero el último tramo es carretera de montaña por lo que en Invierno hay que asegurarse antes de subir de que la carretera esté despejada de nieve.
También destacan lugares como el Jinete de Madara, una impresionante talla rupestre, y la ciudad costera de Varna, donde se puede disfrutar del Mar Negro y descubrir la antigua necrópolis donde se halló el oro más antiguo del mundo. Tampoco puede faltar la visita a Plovdiv, la ciudad de moda del país balcánico y a la que se puede llegar montado en el tren de las Ródope, que te llevará al pasado por apenas 4 euros.
El clima en Bulgaria es continental, con inviernos fríos y veranos calurosos, ideales para recorrer sus paisajes naturales. En cuanto a la seguridad, el país es tranquilo para los turistas, aunque siempre conviene tomar las precauciones habituales. Para acceder a la sanidad, es importante contar con la tarjeta sanitaria europea.