Carlos Revilla Maroto, comunicador.
La respuesta a la pregunta no es tan sencilla en su elaboración, más que todo porque tiene elementos que podríamos llamar engañosos. Aunque sí tiene una respuesta sencilla. La pregunta puede abordarse desde diferentes perspectivas, y la respuesta será siempre la misma.
¿Por qué elementos engañosos? Algunos podrían argumentar que Israel es una democracia parlamentaria.
Efectivamente tiene un parlamento unicameral llamado la Knéset, que es elegido por votación popular. Los ciudadanos mayores de 18 años tienen el derecho a votar, y las elecciones son libres y competitivas. Hay una separación de poderes entre el ejecutivo (gobierno), el legislativo (Knéset) y el judicial (cortes). El sistema judicial es independiente y tiene el poder de revisar y anular decisiones del gobierno.
En términos generales, los ciudadanos de Israel gozan de derechos y libertades civiles, incluyendo libertad de expresión, libertad de prensa, libertad de asociación y derechos de minorías. ¿Y entonces?
Sin embargo, hay críticas sobre la situación de ciertos grupos dentro de Israel, como la minoría árabe-israelí. Estos tienen ciudadanía y derechos de voto, pero enfrentan discriminación en varios aspectos de la vida diaria, como en el empleo y la vivienda.
Diversos índices internacionales, como el Índice de Democracia de The Economist, suelen clasificar a Israel como una democracia, aunque a veces la califican como «democracia defectuosa» debido a los problemas antes mencionados y a la situación en los territorios ocupados.
Las organizaciones de derechos humanos y algunas voces críticas argumentan que, si se toma en cuenta la situación de los palestinos en los territorios ocupados, la definición de Israel como una democracia puede ser cuestionada. La ocupación y el trato a los palestinos son vistos por algunos como incompatibles con los principios democráticos.
Pero el tema más importante es el de la igualdad. Es decir, todos los habitantes de una nación, debemos ser iguales ante la ley. En ese sentido, en Israel la igualdad de todos los ciudadanos está puesta en duda. Aunque la ley israelí establece la igualdad de derechos para todos los ciudadanos, la realidad revela que eso no es así.
A continuación detallo varios aspectos clave de esta cuestión:
Una de las Leyes Básicas de Israel garantiza la protección de los derechos humanos y la igualdad ante la ley. Sin embargo, Israel no tiene una constitución escrita que garantice explícitamente todos los derechos civiles y políticos.
Los ciudadanos árabes de Israel, que constituyen aproximadamente el 20% de la población, tienen derechos de ciudadanía, pero a menudo enfrentan discriminación en diversas áreas, como el empleo, la educación, la vivienda y los servicios públicos. Aunque tienen representación en la Knéset, su influencia política es limitada.
Los judíos de origen mizrají (oriental) y etíope también han experimentado discriminación y desigualdad en comparación con los judíos de origen europeo (ashkenazí). Estas desigualdades se reflejan en la representación en posiciones de poder, oportunidades económicas y trato social.
Los beduinos, un grupo nómada que vive principalmente en el desierto del Negev, enfrentan desafíos particulares, incluyendo la falta de reconocimiento de muchas de sus aldeas y el acceso limitado a servicios básicos.
Existen diferencias significativas en las tasas de éxito educativo y empleo entre los diferentes grupos étnicos y religiosos. Los judíos generalmente tienen mejores oportunidades educativas y laborales en comparación con los árabes-israelíes.
Israel es uno de los países con mayores niveles de desigualdad económica entre los países desarrollados. La disparidad en ingresos y riqueza es considerable entre diferentes grupos de la población.
La discriminación entre matrimonios palestinos-judíos es otro punto importante, junto al de emigración y retorno de palestinos, que son rechazados, aún teniendo derecho al retorno, a diferencia de los judíos que pueden hacerlo sin problemas.
El siguiente es el punto más importante y medular:
En 2018, Israel aprobó la Ley Básica: Israel como Estado-Nación del Pueblo Judío. Esta ley declara a Israel como el estado nacional del pueblo judío. La ley ha sido criticada como discriminatoria hacia los ciudadanos árabes y otros grupos no judíos que viven en el país, ya que enfatiza el carácter judío del estado y no menciona la igualdad de derechos para todos los ciudadanos. Esto conlleva a que Israel sea la nación del pueblo judío nada más, discriminando a los demás, que pasan entonces, a ser ciudadanos de segunda clase.
Aunque Israel proclama la igualdad de derechos para todos sus ciudadanos, lo cierto es que con la aprobación la Ley del Estado-Nación, eso ya no es así. Ahora se discrimina por etnia, religión y origen nacional. Estas desigualdades afectan a la calidad de vida, las oportunidades económicas y la representación política de varios grupos dentro de la sociedad israelí. Y afecta especialmente la democracia.
La situación de los palestinos en Cisjordania, Gaza y Jerusalén Este
Estos territorios no son considerados parte del Estado de Israel bajo el derecho internacional y los palestinos que viven allí no tienen los mismos derechos que los ciudadanos israelíes. Pero esto ya es otro tema.
Israel puede ser considerado una democracia en términos de su estructura política y derechos civiles para sus ciudadanos, eso sí judíos. También existen cuestionamientos relacionados con los derechos de las minorías que generan dudas sobre la plena implementación de los principios democráticos en todo el territorio israelí.
Para terminar, quisiera parafrasear a Rosa Luxemburgo quien dijo: “La libertad solo para los partidarios del gobierno, solo para los miembros de un partido, por numerosos que sean, no es libertad en absoluto”, y adaptarlo al tema de la democracia en Israel, para que quede de la siguiente manera “La democracia solo para los miembros de una etnia, solo para los miembros de una religión, por numerosos que sean, no es democracia en absoluto”.
Entonces, resumiendo y contestando la pregunta de forma corta ¿hay democracia en Israel? La respuesta es clara: NO.
Excelente artículo Carlos. Israel vive en uan gran contradicción y aún así, es el estado más sólido en cuanto a democracia en el Medio Oriente. Preocupa que en un país que hay progresado tanto, se estén deteriorando el coeficientede Gini. No debería ser así y menos en un pais donde las tradiciones judeo-eslavas son las más arraigadas. El capitalismo es fantástico, pero no distribuye bien, si no se hace un esfuerzo grande para que se de, sin caer en el paternalismo que mata la iniciativa.