Hablemos de sexualidad; hay datos sorprendentes

Hablemos de sexualidad; hay datos sorprendentes

  • Especialistas insisten en la importancia de la educación sexual a edades tempranas
  • Nuevas generaciones que han recibido información más clara, han realizado algunos cambios en sus interacciones
  • Estudios recientes revelan sorprendentes hallazgos en materia de sexualidad

Adriana Núñez, periodista Visión CR

Todos sabemos que la sexualidad constituye un aspecto importante de la salud integral y de la personalidad de cada individuo, pues para lograr un pleno desarrollo físico y emocional, los seres humanos requerimos satisfacer necesidades básicas tales como el deseo de contacto físico e intimidad; por supuesto, para ello es preciso contar con canales a través de los cuales expresar tanto el afecto, como las emociones de placer.

En contraposición a los que muchos piensan y a pesar de que en nuestro país y en otras naciones del mundo, es durante la adolescencia cuando generalmente se inicia la actividad sexual, la mayoría de expertos en la materia coinciden en que la adultez es la etapa más importante para el desarrollo pleno de la sexualidad “pues representa un período en la vida del ser humano donde el cuerpo ha logrado un estado ideal de madurez” que facilita la oportunidad de experimentar, conocer y profundizar en la propia expresión sexual.

De acuerdo con una publicación de la prestigiosa revista El Economista, dada a conocer en 2015, en el tema de sexualidad, “nunca se termina de aprender”. Cambios socioculturales, sucesos inesperados -como la pandemia de Covid 19- y otros aspectos importantes, entre los que se incluye una mayor educación sobre el tópico, arrojan sorprendentes revelaciones.

Datos nuevos y asombrosos

Recientes estudios relacionados específicamente con temas sexuales han dado lugar a curiosas y sorpresivas informaciones entre las cuales se citan:

Efectivamente existen personas “alérgicas post orgasmo”. La alergia al propio semen supone un grave problema para aquellos que la padecen pues según lo han explicado investigadores de la Universidad de Utrecht, Países Bajos, “los hombres alérgicos a su propio semen sufren síntomas similares a los de la gripe tras la eyaculación.”

Otro hallazgo importante, es el que concluye que “a mayor espera en el sexo, más se fortalece la pareja”.

Así lo indica un estudio de la Universidad de Brigham Young, en Utah, Estados Unidos, donde se afirma que “las parejas que esperan más para tener relaciones sexuales son más duraderas y felices”. Los investigadores basan sus aseveraciones en el argumento de que, “durante la etapa sin sexo, las parejas desarrollan más las herramientas de diálogo y comunicación, lo que ayuda a resolver problemas posteriores”.

Un análisis publicado por el diario Los Ángeles Times, tras un sondeo realizado entre jóvenes norteamericanos, reveló en 2021, que “el 30% de los adolescentes entrevistados dijeron haber tenido alguna vez cópula sexual, frente al 38% que afirmó lo mismo en 2019. Ello representa una considerable caída si se compara con los datos de hace tres décadas, “cuando más de la mitad de los adolescentes informaron haber tenido sexo” señalaron los analistas.

Adicionalmente, dieron cuenta de otra revelación importante emanada del mismo estudio, donde se encontró “que la proporción de jóvenes de secundaria que se identifican como heterosexuales se redujo a alrededor del 75%, frente al 89% en 2015, cuando se iniciaron las preguntas sobre la orientación sexual de los adolescentes. Por otra parte, “la proporción que se identificó como lesbiana, gay o bisexual aumentó al 15%, frente al 8% en 2015”.

En Estados Unidos, a nivel de escuela secundaria, las relaciones sexuales disminuyeron. “Imagino que algunos padres se alegran y otros se preocupan” señaló Sharon Hoover, codirectora del Centro Nacional para la Salud Mental Escolar, de la Universidad de Maryland, quien agregó que “probablemente haya una buena razón para ambas cosas”. Y añadió: “a los funcionarios de salud les gusta ver tendencias que resulten en menos embarazos adolescentes y enfermedades de transmisión sexual.”

Más revelaciones sorprendentes

Según un estudio realizado hace 7 años, la asexualidad es “un fenómeno que ha ido tomando cuerpo”. Así lo indica la exploración realizada en Japón, donde cada vez más jóvenes entre 16 y 19 años -alrededor del 35%- muestran cierta apatía sexual.

Por su parte, la Universidad de Erciyes en Turquía, concluyó hace un par de años, que “los individuos con exceso de peso son capaces de demostrar una mayor resistencia y rendimiento en la actividad sexual. En cambio, aquellos hombres con mejor formación física y menos peso suelen tener problemas de eyaculación precoz”.

Entretanto, una investigación realizada en 2018 por la Facultad de Fisioterapia de Soria, publicada por la Universidad de Valladolid, España, la cual centró su estudio en la relación entre la actividad sexual, la práctica deportiva y la calidad de vida, destacó algunos descubrimientos interesantes, entre los que se mencionan los siguientes:

-Contrariamente a lo que se ha afirmado durante años, “la actividad sexual no tiene un efecto negativo a corto plazo sobre el rendimiento deportivo”,

-Además, indican que la actividad sexual puede interpretarse como una forma de ejercicio que impacta positivamente en la salud, el bienestar y la longevidad de las personas.

No obstante lo anterior, como se ha mencionado, pareciera que variados informes hablan de una disminución de la actividad sexual a nivel mundial.

En ese sentido, un artículo publicado en noviembre de 2021 en Archives of Sexual Behavior (Archivos sobre comportamiento sexual), da cuenta de que “la actividad sexual entre jóvenes disminuyó en todas las categorías, desde la masturbación en solitario hasta el sexo oral y otras prácticas, incluido el coito pene-vaginal, el sexo anal y la masturbación en pareja”.

El mencionado artículo también destaca que durante la pandemia por Covid 19, “personas de todas las edades y estratos sociales estuvieron luchando contra la ansiedad y la depresión, situación que lógicamente influyó en el deseo sexual”. Agregaron los investigadores que ello también se denotó en un cierto temor entre los adolescentes, tras el fin de tan duro período, de “contagiarse” de alguna otra enfermedad.

Mientras continúan insistiendo en los numerosos beneficios de la actividad sexual, numerosos especialistas han mostrado su preocupación por las razones que podrían estar provocando esa palpable declinación en diferentes países.

Sin embargo, otros profesionales encuentran razones lógicas que justifican las variaciones que se han producido en el inicio de la actividad sexual y en su desarrollo.

Entre esos expertos, destaca la postura de Ena Niño Calixto, miembro del Programa de Sexualidad Humana de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de México, quien en declaraciones ofrecidas en 2022 a los reporteros Leonardo Huerta Mendoza y Diana Rojas, representantes de la revista universitaria, señaló que “el contacto sexual, el coito, ha sido resignificado”.

“Ha habido cambios importantes porque creo que en los diversos niveles de enseñanza, hay mayor educación para la salud sexual, lo cual implica que hombres y mujeres ven en el acto sexual una posibilidad de placer, pero también una posibilidad de riesgo con consecuencias inesperadas, como el embarazo en los adolescentes, o alguna infección de transmisión sexual” acotó.

Sexualidad, materia educativa y legal importante

De acuerdo con publicaciones de la UNESCO, los primeros esfuerzos estatales por educar en sexualidad en Costa Rica surgieron en los años 60, con el fin de controlar la natalidad.

Sin embargo, no fue sino a partir del año 2000 cuando la educación sexual adquirió carácter de política pública.

En 2021, con la aprobación de las Políticas de Educación Integral de la Expresión de la Sexualidad Humana que desde dos décadas antes habían sido impulsadas por el Consejo Superior de Educación, la enseñanza en materia sexual se declaró obligatoria y transversal en el currículo de la Educación General Básica.

Y desde el año 2015, la II Encuesta Nacional de Salud Sexual y Salud Reproductiva reveló la necesidad de legislar en torno a situaciones puntuales tales como las relaciones impropias, algo que finalmente se logró en Costa Rica.

Dicha encuesta indicó que el 14% de las mujeres y el 24% de los hombres de 15 años en nuestro país ya habían mantenido relaciones sexuales. La investigación dio a conocer también que “de cada tres mujeres, una inició relaciones sexuales coitales antes de los 15 años y que, de aquellas que empezaron tempranamente, más de la mitad admitió que lo hizo con una pareja que era al menos cinco años mayor”.

Además, una de cada cinco féminas corroboró que su primera relación fue con una persona entre diez o más años mayor.

Datos emanados de diferentes sondeos indican que desde el 2012 el embarazo adolescente bajó sustancialmente cayendo de un 19% en ese período a un 9% en el 2021.

Ya a los 18 años de edad, la mitad de las mujeres y dos tercios de los hombres que viven en Costa Rica han tenido relaciones sexuales.

Vale la pena resaltar que un 85% de las personas opina que la educación sexual debería empezar en la escuela primaria y la mayoría cree que debe empezar a los 10 años o antes; significativamente, la mitad de las mujeres que respondieron al estudio, indicó que no deseaba su último embarazo y uno de cada tres hombres no deseaba el último embarazo de su pareja.

Lo importante quizás, sea encontrar la forma de brindar orientación de calidad no solo a los niños sino también a jóvenes adultos, de manera que puedan ellos mismos protegerse de problemas emocionales o físicos y de situaciones que luego les ocasionen algún tipo de perjuicio. Brindarles información clara de manera asertiva contribuye a crear confianza y autoestima.

En cuanto a la edad idónea para iniciar una relación sexual, de acuerdo con la psicóloga y sexóloga mexicana Isabel Pérez Valdés, “todo depende de cada persona. Tal como sucede con el desarrollo, que se presenta de forma distinta, es lo mismo con el ejercicio de la sexualidad; habrá quien tenga la necesidad de iniciar a los 14 años, habrá quien a los 18 o incluso hasta los 25, pero no existe un parámetro como tal”, detalla.

Pero en la discusión no puede faltar un aspecto vital que algunas personas omiten: si bien la sexualidad es fuente de placer, satisfacción, bienestar, comunicación y emotividad, lo cierto es que se expresa a través de valores tales como ternura, confianza, respeto, comunicación e igualdad, porque definitivamente se relaciona con nuestros afectos y con nuestra capacidad de expresarlos sanamente.

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