“Una de las cosas sobre toda la cultura de las motocicletas Harley es que es un poco renegada”
(John Travolta)
Adriana Núñez, periodista Visión CR
Miles de personas pueden reconocer a la distancia el rugir particular de esas motocicletas e, inmediatamente, imaginar las figuras, en apariencia fuertes y osadas, que envueltas en cuero, transitan sobre ellas en grupos, por las carreteras y autopistas de incontables naciones.
Se trata ni más ni menos que de las legendarias Harley-Davidson, símbolos de fuerza y poder y de sus más leales conductores.
Aunque su aspecto es impresionante, los humildes orígenes de la famosa marca, se remontan a 1903 cuando un sencillo muchacho de Milwaukee, Wisconsin, Estados Unidos, William S. Harley, su amigo Arthur Davidson y el hermano de éste, Walter Davidson, se asociaron para impulsar la empresa que llevaría sus apellidos. A ellos se unió más adelante un tercer hermano Davidson, también llamado William.

Aunque empezaron trabajando en un maltrecho cobertizo de madera, donde inicialmente fabricaban bicicletas, en pocos años el esfuerzo de los jóvenes dio frutos pues los tres se dedicaron con ahínco a ese proyecto visionario.
Sus allegados los describían claramente, destacando las cualidades que les permitieron consolidar su sueño;
William era el diseñador; fue quien aportó su experiencia en dibujo técnico y una clara visión para crear motocicletas; Arthur, poseía grandes habilidades en materia de ventas y una enorme facilidad para convencer a los demás sobre las bondades del producto. Fue fundamental para la promoción y el crecimiento de la empresa. Y Walter, gran trabajador y persona disciplinada, dejó su puesto en el ferrocarril para unirse al equipo y convertirse en el primer presidente de la compañía, gerente general de ventas y secretario.
El primer modelo que produjeron se completó el mismo año (1903). Consistió en una moto-bicicleta que tuvo mucho éxito en caminos sencillos. El único problema era que no contaba con suficiente potencia para subir colinas con facilidad. Y por ello, se dieron a la tarea de darle mayor fuerza al motor y procurarle más estabilidad al conductor.
Según las reseñas históricas, juntos, esos tres hombres sentaron las bases para lo que eventualmente se convertiría en Harley-Davidson, una marca que ha dejado una huella indeleble en la historia del motociclismo y cuya primera fábrica formal abrió sus puertas en1906.
Símbolo de poder y estatus
A diferencia de cualquier otra marca importante de motos, las Harley-Davidson tienen algo especial. Muchos usuarios indican que “podría ser simplemente el sonido de un gran motor V-Twin a través de tubos rectos a toda velocidad”, un sonido y una visión que sin duda se ha difundido en innumerables películas de cine y series de televisión.

El motor Harley-Davidson puede durar entre 96.000 y 400.000 kilómetros con un mantenimiento adecuado. Algunos modelos pueden durar entre 640.000 y 1.600.000 kilómetros.
Hasta el momento, una de las grandes favoritas del público ha sido la Harley-Davidson Sportster Iron 883. Los conocedores indican que es una de las mejores motocicletas que la marca ha fabricado, aunque lamentablemente, el modelo se discontinuó en 2022. Aún así, se ha mantenido como una de las más populares y fue la protagonista de “superventas” durante años.
De acuerdo con la industria automotriz, el consumo de combustible de Harley-Davidson se sitúa en un promedio de entre 35 y 40 millas por galón.
Numerosos estudios de mercado y otros sondeos, señalan que quienes compran y manejan una Harley-Davidson, son mayoritariamente hombres, mayores de 45 años, cuyo poder adquisitivo va de medio a alto. Generalmente son personas con una marcada inclinación a la aventura, la libertad “y un estilo de vida asociado a la cultura rock, el cuero, y la estética rebelde”. Sin embargo, en décadas recientes, son muchas las mujeres a las que también les atrae la conducción de estas motocicletas. Entre ellas, destaca la actriz sudafricana Charlize Theron.
Solo en Estados Unidos, Harley-Davidson vendió en 2023, aproximadamente 98,468 motocicletas, resultado que les ubicó como líderes del mercado en la venta de ese tipo de transporte.
La “cultura motera”
Felizmente sentados en sus motos, los dueños de las Harley-Davidson “buscan una experiencia de conducción única y a la vez, proyectan un símbolo de estatus.” Así lo afirman sondeos recientes sobre el grado de satisfacción con el producto adquirido.
Pero pese a que sus éxitos comerciales han sido indiscutibles, en 2024, la empresa divulgó una preocupante caída en las ventas, situación que muchos críticos atribuyeron en gran medida a una gastada y débil estrategia de mercadeo, que no ha sido capaz de capturar la atención de nuevas generaciones, razón por la que en meses recientes, sus directores y creativos han reaccionado e incentivado un nuevo plan, el cual, de acuerdo con voceros de la marca, “ busca revitalizarla y despertar entre los millennials” -también conocidos como Generación Y- «una pasión que impregna al motociclista moderno y le permite profundizar en su compromiso como conductor de una máquina más potente”.
Otra de las bondades que los ejecutivos de la empresa han destacado, en momentos en que en muchos países del mundo los accidentes de motos están a la orden del día, es el hecho de que las Harley-Davidson se reconocen por su robustez y comodidad, características que definitivamente “pueden contribuir a una conducción más segura en ciertas situaciones”.
Obviamente, como muchos potenciales compradores señalan, estas famosas motocicletas, “generalmente no compiten en precio con otras marcas”. Ello -aunque incide en su venta- la posiciona “como una marca premium, con estilo distintivo, rica historia y una comunidad de seguidores leales”. Los propietarios de Harley-Davidson, en todos los países donde se pueden adquirir, usualmente interactúan entre sí, organizan grupos y participan en diversos eventos, viajes por carretera e iniciativas de índole recreativa, que no sólo les permite apoyarse mutuamente ante cualquier problema durante el trayecto, sino que además, promueven y protegen la exclusividad de la marca.
¿Y la calavera? Este símbolo asociado al producto, lejos de significar la muerte, en las Harley-Davidson es un símbolo que representa la libertad, la igualdad y la rebeldía, inherentes a la” cultura motera” mediante la cual impulsan un sentido de comunidad y establecen un fuerte vínculo entre quienes la integran.