Yayo Vicente,
Circunloquio [*]
Luis Ángel Alfaro Fernández no necesita escuderos, defensores o rescatistas. Pero sí la política. Es urgente adecentar la política y el oficio del político, si no lo hacemos, la política por necesaria seguirá existiendo, pero los puestos no serán ocupados por personas honestas, convencidas que el trabajo para la colectividad es un honor.
Mi abuelo Secundino se levantaba de la mesa si alguno hablaba mal de otra persona. Nos enseñó a no ser acusadores, juzgadores o castigadores. Me causa rechazo cuando una persona se pone la lengua en el hombro y comienza a decir con gran propiedad que Fulano, Mengano o Zutano y su amigo Perencejo, son esto y aquello. Esto y aquello no son cosas buenas y se las atribuyen con el deseo de etiquetarlo y proscribirlo socialmente.
A esos acusadores, juzgadores o castigadores les hizo falta tener secundinos en sus vidas, que les enseñaran principios y valores. Sabemos que somos seres humanos y que si algo nos caracteriza es la imperfección. Sabemos que existen condiciones estructurales que dificultan la equidad, a veces de por vida. Un agricultor que cae en analfabetismo por desuso, que aprendió a leer, pero no se acostumbró a coger y disfrutar un libro, no se puede pretender que a los 50 años se sienta cómodo frente a un cajero automático o haciendo un trámite legal por INTERNET.
Ponerse en los zapatos ajenos es un ejercicio difícil, pero útil y se termina aceptando realidades distintas, comprendiendo que con la presión de factores diferentes, nosotros también tendríamos actitudes y destrezas que hoy no tenemos.
¿Quién defiende a Kiko?
Sobra gente que defienda a Kiko Alfaro y yo me sumaría si hiciera falta. Todos somos Kiko.
Hace casi dos décadas teníamos en Costa Rica la amenaza sanitaria de un queso artesanal que nos entraba de contrabando. Fuimos al país vecino, a conocer la situación. La salud de las vacas no era de fiar y podían transmitir brucelosis y tuberculosis a las personas, las condiciones de ordeño eran malas, la fabricación era una orgía sanitaria, el transporte muy deficiente y en los exámenes de laboratorio se reportaban las mismas bacterias que salen en los excrementos humanos. Ese queso era caca de color blanco.
Comenzamos a decomisar. La indecencia era tal, que no hacía falta ver el problema con un microscopio, cuando se levantaba el queso había moscas y cucarachas muertas prensadas entre los quesos y hasta encontramos cadáveres de ratones.
Al mismo tiempo que combatíamos el contrabando, era necesario mejorar la producción local. INDER hizo queseras modestas, pero que reunían todos los criterios sanitarios y el INA dio cursos para capacitar a los artesanos. Kiko fue quien lideró a la gente y se puso a la par de SENASA para cambiar una realidad, pasamos de “caca blanca” al rico e inocuo queso que hoy producen cientos de artesanos sancarleños. ¿Qué ganaba Kiko con eso? ¡NADA!
Doña María Isabel Araya Chavarría, con la cédula de identidad N° 6-0118-0102 tiene 41 años de estar casada con Kiko Alfaro, ella tiene claro con quien duerme y a quien defiende. No es la única y para no ser redundante, me gustaría volver al punto inicial.
Desde la religión
«Amarás a tu prójimo como a ti mismo» (Mateo 22:37-40) Los diez mandamientos de la tradición judeo-cristiana, fueron un salto cuántico en materia deontológica. Se pasó del “ojo por ojo y diente por diente”, a un código más preventivo. El octavo mandamiento nos dice: “No darás falso testimonio ni mentirás”. Quienes no tuvieron un Secundino en sus vidas, tal vez recibieron catecismo y ojalá aprendieran a respetar los diez mandamientos, en particular el octavo.
Desde la filosofía
Los filtros de Sócrates (470 a.C.-399 a.C.) invitan a no recibir ni compartir mensajes que sean mentira, que dañen o que sean inútiles. «Si lo que deseas decirme no es cierto, ni bueno e incluso no es útil, ¿para qué querría saberlo?».
La verdad, la bondad y la utilidad son los tres filtros de Sócrates. Estas son las preguntas que se deben de hacer antes de decir algo. La primera: «¿Estoy seguro de que lo que voy a decir es cierto?»; la segunda: «¿Lo que voy a decir es bueno?», y la tercera: «¿Es necesario decirlo?».
Quienes no tuvieron un Secundino en sus vidas y no recibieron catecismo, ojalá se acuerden de Sócrates.
Desde la legalidad
Quien tiene prueba del mal actuar de una persona, debe acusarlo por la vía judicial o se convierte en cómplice (consulte con su abogado). Si no acusa para no meterse en problemas o considerar que el hecho es una tontería de poca importancia, entonces mejor cállese. Nuestro Código Penal tipifica la injuria, la calumnia y la difamación como delitos, por eso, «calladito más bonito».
Quienes no tuvieron un Secundino en sus vidas y no recibieron catecismo, no se acuerdan de Sócrates, deberían leerse el Código Penal, para no meterse en enredos.
Dinámica de preocupación
En el contexto del polémico tema del areteo de ganado, sucedió el enfrentamiento del presidente Rodrigo Chaves contra el reconocido ganadero Luis Ángel «Kiko» Alfaro que ha dejado al descubierto una preocupante dinámica de prepotencia y falta de respeto con la investidura presidencial.
Durante un acto público, Chaves aludió a Kiko de contrabandista y lavador de dinero y que por eso no apoyaba la propuesta del areteo por parte del OIRSA. Si tiene pruebas déselas a la Fiscalía para que acuse. Hágalo sin dramatismo, sin alharaqueo, de repente está equivocado y daña sin remedio el honor ajeno.
[*] CIRCUNLOQUIO. Viene del latín circumloquium. El Diccionario de Real Academia Española lo define como: “Rodeo de palabras para dar a entender algo que hubiera podido expresarse más brevemente”.