José Meléndez, corresponsal del periódico El Universal de México.
San José. – De cumplir su sueño de reelegirse como presidente de Perú, el expresidiario y expresidente peruano Alberto Fujimori asumiría su nuevo quinquenio en 2026 con 88 años de edad. El también expresidiario y presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, gobernante de 2003 a 2011, en ejercicio del cargo de 2023 a 2026 y hoy de 78, dispondrá vía abierta para reelegirse y a sabiendas de que, si triunfa, tendrá 82 años para emprender un cuarto cuatrienio en 2027.
Al concluir en 2027 su cuarto periodo consecutivo, el expresidiario y presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, mandatario de 1985 a 1990, llegará a 81 y con afán reeleccionista. El expresidiario y expresidente de Cuba, Raúl Castro, gobernante temporal de 2006 a 2008 y en propiedad de 2008 a 2018 y poder real del régimen comunista cubano, cumplió 93 el mes pasado.
Sobre los cuatro tampoco habría que descartar inesperados desenlaces biológicos. Fujimori, Lula, Ortega y Castro emergieron como personajes sobre los que, al igual que el presidente de EU, Joe Biden, cayó una gigantesca interrogante. ¿Podrán gobernar pese a que, por su edad, sufrirían una merma en sus capacidades físicas y mentales?
Biden cumplirá 82 en noviembre entrante y, de ganar los comicios del 5 de ese mes en EU frente a Donald Trump, presidente de 2017 a 2021 y hoy de 78, finalizaría su segundo cuatrienio con 86 en 2029.
Por tener 81 y problemas de rendimiento físico y mental, a Biden se le comenzó a pedir, en su Partido Demócrata y en influyentes medios de comunicación y luego del fracaso que sufrió el 27 de junio anterior en un debate ante Trump, que opte por abandonar la carrera presidencial. Biden aclaró que seguirá en la contienda.
¿Deben considerar los electorales la edad como elemento político crucial?
En un hecho sorpresivo, Fujimori, presidente constitucional de 1990 a 1992 y de facto de 1992 a 2000, anunció esta semana que será candidato presidencial. “Todos saben que (Fujimori) no está en condiciones de afrontar físicamente una campaña electoral”, afirmó el analista político, columnista y periodista peruano César Campos.
“La idea no ha sido bien recibida por la mayoría de sectores, incluso por los que son fujimoristas, no solo por su edad. Hace pocos días sufrió una caída que le comprometió severamente la cadera”, dijo Campos a EL UNIVERSAL.
Tras plantear que lanzar a Fujimori fue “un ensayo de posicionamiento”, recordó que el exmandatario enfrentará trabas constitucionales para postularse, porque fue condenado a la cárcel y adeuda más de 15 millones y medio de dólares por “reparaciones civiles”.
Fujimori fue sentenciado en 2009 a 25 años de prisión por crímenes de lesa humanidad y corrupción y en diciembre de 2023 salió libre por una controversial orden judicial.
Para el sociólogo y politólogo brasileño Rodrigo Prando, profesor e investigador de la (no estatal) Universidad Presbiteriana Mackenzie, de Brasil, “la edad, por sí sola, no creo que sea un factor en la construcción de una candidatura”.
“Es necesario tener en cuenta las condiciones generales del candidato: edad, situación de salud, ideales, trayectoria pública y política, plan de gobierno o partido político”, relató Prando a este diario.
Al destacar que “con Biden, no es solo su edad lo que ha sido factor limitante”, alegó que también “su edad junto con una condición que genera preocupaciones sobre sus facultades mentales y su capacidad de discernimiento”.
“En muchas ocasiones, los errores y lapsus de memoria de Biden ponen de manifiesto una situación complicada. Incluso hay políticos mayores que están en condiciones de gobernar y tomar decisiones importantes”, recordó.
A consulta de este periódico, el politólogo costarricense Carlos Murillo, director del Centro de Investigación Observatorio del Desarrollo de la (estatal) Universidad de Costa Rica, aseguró que “sí, la edad es un factor a considerar: puede afectar la dinámica diaria de la persona si asume la Presidencia”.
“Tampoco es sencillo decir simplemente que (la edad) puede afectar. Es cuestión de competencias cognitivas y senilidad. Hay gente que a los 80 años está muy bien, con movimiento físico y claridad mental mejor que gente menor”, advirtió.
“Y hay de 70 o 75 que no deberían de conducir un automóvil, menos competir en una campaña electoral y gobernar un país. Más que la cifra en años, lo importante es la condición de salud y cognitiva. Recordemos a Balaguer”, sugirió.
El dominicano Joaquín Balaguer (1906—2002) gobernó República Dominicana en tres periodos (1962—1966, 1966–1978 y 1986—1996). “Ciego y con casi 90, siguió siendo presidente, pero tenía una buena condición cognitiva. La valoración que tienen que hacer los electorados debe ser la condición de la persona, más que su edad”, puntualizó.
En respuesta a este diario, el politólogo argentino Leandro Querido, presidente de Transparencia Electoral, organismo no estatal de Argentina que promociona la democracia en América, argumentó que lo principal “no es la edad sino el estado físico y mental”.
