Según un nuevo estudio, la inteligencia artificial podría utilizarse para aumentar la tasa de éxito de la fecundación in vitro (FIV).
La FIV consiste en extraer un óvulo de los ovarios de una mujer y fecundarlo en un laboratorio con espermatozoides. Si la fecundación tiene éxito, el embrión puede colocarse en el útero, donde se desarrollan los bebés.
Los óvulos, contenidos en pequeños sacos llamados folículos, se preparan con una inyección de una hormona llamada «desencadenante» antes de la extracción. A partir de los datos de más de 19.000 pacientes y la IA, los investigadores descubrieron que administrar la inyección cuando una mayor proporción de folículos tenía un tamaño de entre 13 y 18 mm estaba relacionado con mejores tasas de obtención de óvulos maduros y futuros nacimientos.
En la actualidad, la ecografía se utiliza para evaluar las dimensiones de los folículos más grandes. «La FIV produce tantos datos ricos que puede resultar difícil para los médicos aprovecharlos todos al tomar decisiones sobre el tratamiento de sus pacientes. Nuestro estudio ha demostrado que los métodos de IA son muy adecuados para analizar datos complejos de la FIV», afirma en un comunicado el doctor Ali Abbara, lector de endocrinología del Imperial College de Londres y coautor principal del estudio.
«En el futuro, la IA podría utilizarse para ofrecer recomendaciones precisas que mejoren la toma de decisiones y ayuden a personalizar el tratamiento, de modo que podamos dar a cada pareja la mejor oportunidad posible de tener un bebé», añadió. El equipo publicó sus hallazgos en la revista ‘Nature Communications’ y tiene previsto aprovechar esta investigación para crear una herramienta de IA e intentar llevarla a ensayos clínicos.
Una de cada seis parejas sufre problemas de fertilidad
«La IA explicable puede ser un recurso valioso en la atención sanitaria. Cuando hay tanto en juego para tomar la mejor decisión posible, esta técnica puede ayudar a los médicos a tomar decisiones y mejorar los resultados para los pacientes» afirma Thomas Heinis, profesor de informática del Imperial College de Londres y uno de los autores del estudio.
«Es importante destacar que esperamos que la potencia de cálculo mejore exponencialmente en un futuro próximo, lo que nos permitirá tomar decisiones utilizando datos precisos de una forma que no ha sido posible hasta ahora», comenta. La infertilidad afecta a una de cada seis parejas, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La tasa media de éxito del tratamiento, es decir, que da lugar a un nacido vivo, osciló entre el 32% para las mujeres menores de 35 años y el 4% para las mayores de 44 años en 2019, según el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS).
La infertilidad no solo afecta a las mujeres, ya que los estudios muestran un aumento de la infertilidad masculina desde mediados de la década de 1970. Uno de cada 20 hombres sufre actualmente una reducción de la fertilidad y entre las posibles causas figuran la exposición a determinadas sustancias químicas, «el aumento de las tasas de obesidad y la tendencia a retrasar la paternidad».