Virtudes adquiridas por el modelado de los actos humanos

Virtudes adquiridas por el modelado de los actos humanos

César G. Fernández Rojas, educador jubilado.

A pesar de su grandeza humana Mahatma Gandhi reflexionó: Dicen que soy héroe, yo débil, tímido, casi insignificante, si siendo como soy hice lo que hice, imagínense lo que pueden hacer todos ustedes juntos.

La reflexión ética permite adquirir un conjunto de bienes y cualidades –valores y virtudes- que distinguen y favorecen el bienestar individual y social, por ser la ética un estado inherente a todas las personas.

Colombia necesita un Mahatma Gandhi | El Mundo
Mahatma Gandhi «si siendo como soy hice lo que hice, imagínense lo que pueden hacer todos ustedes juntos».

Según el Diccionario Oxford Languages el término inherente significa: Que es esencial y permanente en un ser o una cosa o no se puede separar de él por formar parte de su naturaleza y no depender de algo externo.

Cada quien vale y se apoya en sí mismo. Es dueño de sus actos. Forja su propio destino. Lo verdaderamente humano es ser tratado como persona. Pese a mudar su apariencia y su mundo interior se sigue reconociendo como una persona que no tiene fronteras. El ideal es la formación de su conciencia universal. Cuando está abierto a todo, se es de alguna manera todo.

García López expone: Si se conoce todo, se es cognoscitivamente todo; si se ama todo, se es volitivamente todo. […] Podrá estar la sustancia humana enriquecida con una serie de facultades o energías operativas, y también con una serie de operaciones, hábitos y relaciones, pero radicalmente es una sustancia, un sujeto; pues no hay manera de explicar al hombre [y la mujer] si se le concibe como un simple haz de energías o una mera suma de operaciones o relaciones. (Cfr.  Jesús García López. Libro: El sistema de las virtudes humanas. Editora de revistas. México 1986).

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Añade García López: Y ahora digamos algo del alma humana, alma racional o espiritual […] El alma del hombre [y la mujer] es espiritual, lo que quiere decir que no agota su cometido en ser alma, forma vivificante de un cuerpo, sino que trasciende esa función suya, y es capaz de subsistir por sí misma y de realizar ciertas operaciones al margen del cuerpo. Y en la medida en que el alma humana es espiritual es también inmortal. San Agustín apostilla: Es necesario decir que el alma humana, a la que llamamos principio intelectivo, es incorruptible […] Dice García: Pero el espíritu no es realmente distinto del alma en el seno del compuesto humano. Se trata solo de dos aspectos conceptualmente distintos de la misma y única realidad. Porque el alma humana –repetimos- es a la vez alma y espíritu; alma en cuanto anima al cuerpo y lo organiza o estructura, y espíritu en cuanto trasciende el ámbito de lo corporal. (Ibíd. Jesús García López Pág. 51-54).

Esos atributos humanos profundos, trascendentes, determinan que la ética es también una singularidad humana universal. La ética no es fugaz ni pasajera; no flota sobre la vida diaria, antes bien es la esencia de la conciencia humana: se esculpe en el material genético de cada persona. Es un viaje con destino.

La ética en la sociedad actual: importancia y desafíos
La ética se encuentra en nuestro ADN y modela nuestras conductas.

La ética se encuentra en nuestro ADN y modela nuestras conductas. Se enlaza con la conciencia para tener el autoconocimiento sobre la propia existencia y la consecuencia de sus actos: es el recogimiento, la unción con nuestro ser interior. Es el insight, el ethos, la morada de nuestra visión interior, del entendimiento y la percepción de nuestra propia existencia y su entorno.

Ese recogimiento es la habilidad, el talento, la aptitud, la capacidad de conectar con nuestros pensamientos, razonamientos, sentimientos y acciones. También significa poder comprender cómo nos perciben otras personas.

Quienes se conocen a sí mismos reconocen sus fortalezas, oportunidades,sus debilidades, amenazas y desafíos. La introspección según el diccionario Oxford Languages es la observación que una persona hace de su propia conciencia o de sus estados de ánimo para reflexionar sobre ellos, lo cual permite reconocerse a sí mismo tal y como es para aspirar a ser mejor persona.

Si conceptuamos los valores como las virtudes adquiridas al calor del modelado de los actos humanos y a la manifestación de los hábitos operativos buenos, como lo mencionó David Isaacs (Jesús García López, El Sistema de las Virtudes Humanas, 1998), la virtud se considera como un fin, principio, actitud, hábito o acción positiva. De manera interrelacionada el valor es un término derivado del latín valere que significa robustez, fortaleza y es el conjunto de cualidades por las que un objeto, idea o persona es apreciado.

Philosophica: Enciclopedia filosófica on line — Voz: Jesús García López
Jesús García López «la virtud se considera como un fin, principio, actitud, hábito o acción positiva».

En tal sentido, valores y virtudes son cualidades personales, convicciones estables y firmes para actuar y hacer el bien. No le añaden ni quitan condiciones básicas a la naturaleza humana. Son bienes, cualidades singulares, que mejoran y distinguen esa naturaleza o esencia humana para el mundo inteligible, material, inmaterial y espiritual. Esta posición sincrética, es armonizadora de las posiciones opuestas, propias de las posturas del objetivismo trascendente y el subjetivismo existencial.

La ética es la condición encargada de formar el carácter de las personas, las instituciones y los pueblos. Se relaciona con las disposiciones humanas que se asumen ante la vida. Por tal razón, el carácter se perfecciona con el mejoramiento del comportamiento y las costumbres, de acuerdo con la convivencia moral individual y social.

La reflexión ética, los valores, las virtudes y la convivencia moral germinan sobre la vida diaria: en el hogar, los grupos sociales, la formación ciudadana, la religión, la educación y la cultura determinan, fijan y aseguran estados de bienestar, y más importante aún, orientan al bienestar comúna nivel planetario.

En este punto retorno a la tesis aristotélica del equilibrio como punto medio entre el exceso y el defecto. En el plano moral, todo hombre y mujer prudentes huyen del exceso y el defecto; tal y como, en toda obra bien acabada, la adición o supresión modifica la armonía original y acaba con el equilibrio de su perfección. En tales circunstancias podríamos aplicar los principios de la armonía a todas las acciones que realiza el ser humano, entre éstas la reflexión ética y la convivencia moral.

Según Francisco Javier Ayala, el fundamento de la ética se encuentra en la naturaleza humana, es decir, está enraizada en la constitución biológica de la especie humana. Para Ayala hay una serie de condiciones que han aparecido en los seres humanos por evolución biológica, como son:

Francisco Javier Ayala Ortega - Wikipedia, la enciclopedia libre
Según Francisco Javier Ayala, «el fundamento de la ética se encuentra en la naturaleza humana».
  • La capacidad de prever las consecuencias de las propias acciones.
  • La capacidad de formular juicios de valor sobre las acciones o las cosas.
  • La capacidad de elegir entre modos alternativos de acción.

Las tres condiciones requieren la existencia de la inteligencia, tal como se da entre los seres humanos y sólo en ellos. Para que una acción sea moral o vergonzosa, se requiere que el sujeto anticipe las consecuencias de tal acción. Por ejemplo, elaborar una contratación administrativa omisa, deficiente o a destiempo es, por sí, un acto inmoral, y también lo es por sus consecuencias.

La segunda condición necesaria para que se dé el comportamiento ético está fundamentada en la enorme capacidad intelectual de los seres humanos. En efecto, la capacidad de formular juicios de valor –por ejemplo, robar es malo, ayudar a los necesitados es bueno– depende de la capacidad de abstracción, de percibir objetos o acciones como miembros de clases más generales, lo cual hace posible la comparación entre objetos y acciones diversas y percibir algunos de ellos como preferibles a otros.

La tercera condición sobre la capacidad de elegir entre modos alternativos de acción se refiere a que el ser humano cuando confronta una situación dada y requiere algún tipo de respuesta, explora mentalmente diversas alternativas u opciones para dar soluciones. Esta capacidad de prever el futuro, hace esencial el comportamiento ético.

Lawrence Kohlberg - EcuRed
Lawrence Kohlberg

Para Ayala estas condiciones llevaron al desarrollo de la inteligencia, puesto que traía consigo la capacidad de diseñar objetos cada vez más complejos para propósitos cada vez más remotos. La inteligencia nos dio la capacidad de abstracción y, con ella, la capacidad de anticipar las consecuencias de nuestros actos, la capacidad de formular juicios de valor y de elegir modos alternativos de acción. (Cfr.Filosofía.Universidad de Costa Rica Dr.Antonio Marlasca. El origen de la ética: Las raíces evolutivas del fenómeno moral en F. J. Ayala. 21-26, mayo-diciembre 2005).

Lawrence Kohlberg estableció que las estructuras del pensamiento humano evolucionan por estados, y éstos producen, de acuerdo con nuestro crecimiento interior y nuestra madurez, las diferencias cualitativas en nuestro modo de pensar, sentir y actuar.

Esta posición axiológica se relaciona con el crecimiento personal, la autonomía y el dominio de sí mismo. La autonomía concientiza a la persona acerca de sus propias capacidades, potencialidades y limitaciones, para pensar, sentir y actuar con plena independencia, para el gozo, disfrute y ejercicio de su libertad. Por ello, el afecto motiva las operaciones del conocimiento y el desarrollo del conocimiento estructura a las operaciones del afecto. Nada de esto puede surgir de la razón aislada.

El sistema educativo integra y armoniza las diferentes etapas de la educación preescolar, básica, diversificada, técnica, de adultos con la educación superior universitaria y parauniversitaria, la educación profesional, incluyendo la educación no formal e informal, para aunar y hacer éticas, por principio, la costumbre de morar en hábitats, êthos, con disposiciones que asientan hacer el bien a todos los seres vivos y al planeta.

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Somos en la Tierra la única especie que sufre por el dolor ajeno, da de beber al sediento, calma al atribulado, socorre al menesteroso, da de comer al hambriento, lo cubre con sus ropas. Por eso es tan importante la ética de la alteridad, porque cuando actuamos virtuosamente, lo hacemos guiados por los dictados de la conciencia.

Es deber de la educación nacional contribuir con la sociedad para auto dirigir la permanente construcción del carácter ético, social y cultural de la nación, sobre las bases firmes del ejercicio de la libertad de conciencia, la pureza de los derechos, deberes y garantías ciudadanos, el respeto a los principios de orden jurídico, ético y moral, y el fortalecimiento de las instituciones políticas y civiles de nuestra democracia.

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