Mario Espinosa de los Monteros, periodista. y viajero español.
Ya como presidente electo, Donald Trump ha nombrado a Robert F. Kennedy Jr. como futiro secretario de Salud de esa nación. Lo curioso de este movimiento es el perfil de Kennedy: se trata de un reconocido antivacunas y difusor de teorías conspiranoicas, como que la COVID-19 es un arma biológica que ataca “a los caucásicos y a los negros” y a la que “los judíos askenazis y los chinos” son “más inmunes”.
También dice que las vacunas provocan autismo, que los chips 5G son una herramienta de vigilancia o que el wifi provoca cáncer. El nuevo responsable de la salud estadounidense es sobrino del expresidente John F. Kennedy.
Kennedy está especializado en derecho ambiental, pero no tiene ningún tipo de formación relacionada con la medicina. Ahora, dirigirá el departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, un organismo formado por 13 agencias federales y 80.000 empleados que se encarga de regular el sistema sanitario del país y la aprobación de medicinas y alimentos.
Para el Centro para la Ciencia como Interés Público (CSPI, por su siglas en inglés), nominar a Kennedy como secretario de Salud se equipara a “poner a un terraplanista a la cabeza de la NASA”. “Robert F. Kennedy, Jr., no está ni remotamente calificado para el cargo y no debería estar ni cerca de las agencias basadas en la ciencia que protegen nuestra nutrición, seguridad alimentaria y salud”, señala el director del CSPI en un comunicado. El nombramiento todavía debe ser aprobado por el Senado, organismo al que el CSPI pide “buen juicio” en las votaciones.
Kennedy también participó en un caso de desinformación relacionado con las vacunas en Samoa, en 2018. Según recoge el Centro Annenberg de Políticas Públicas de la Universidad de Pensilvania, dos enfermeras provocaron la muerte de dos bebés en Samoa Americana al preparar, por equivocación, unas vacunas con relajante muscular caducado en lugar de agua. El Gobierno de Samoa congeló las vacunaciones durante un tiempo, y Kennedy y otros antivacunas aprovecharon para asegurar que las vacunas provocaban autismo en los niños.
Así, creció la desconfianza de los samoanos hacia las vacunas y comenzaron a evitarlas. Un año después, un viajero llevó el sarampión a las islas y la enfermedad “arrasó con la población, enfermando a más de 5.700 personas y matando a 83, la mayoría de ellas niños pequeños”, señala el Centro Annenberg de Políticas Públicas de la Universidad de Pensilvania.
Kennedy también asegura que solo bebe leche cruda, sin pasteurizar, un proceso que se le aplica a este alimento para reducir su carga microbiológica. Según la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés), “la leche cruda puede contener una variedad de patógenos que causan enfermedades, como lo demuestran numerosos estudios científicos». El político criticaba que la FDA estuviera suprimiendo cada vez más el consumo de leche cruda.
A esa teoría conspiranoica se le suma la del wifi: sus ondas pueden causar cáncer. En el pódcast de Joe Rogan, aseguró que “la radiación del wifi hace todo tipo de cosas malas, incluido causar cáncer” porque “abre la barrera hematoencefálica y, por lo tanto, todas estas toxinas que están en su cuerpo pueden pasar ahora al cerebro”. Rogan le pidió que detallara la explicación, a lo que Kennedy respondió: “Estás pidiendo algo más allá de mi experiencia”.