Mario Rodríguez, abogado y comunicador.
Cada vez son más los hogares compuestos por una mascota, cada vez son más las ciudades y países en donde hay más perros que niños, y, por ende, las necesidades de las familias han ido cambiando a raíz de estas situaciones imparables en el mundo actual.
Lejos de los problemas que nos acarrearán como sociedad la baja natalidad, sobre todo en el tema de las pensiones, lo cierto del caso es que, estas transformaciones vienen teniendo repercusiones hoy en día, y, exigiendo modificaciones en las formas como interactuamos en sociedad.
Ahora bien, las explicaciones para esto devienen de una convivencia de más de 40 mil años con los canes (y de 6 mil años con los gatos), desde aquel primer acercamiento de los ancestros de los primeros perros a los sapiens, probablemente por razones de mera conveniencia, ya sea porque buscaban alimento y/ o abrigo en las cuevas con fogatas en plena era glacial, pero, independientemente de ello, tal y como lo explica la Dra. Tammie King especialista en interacción humano- animal: “Las investigaciones muestran que las interacciones táctiles con las mascotas pueden aumentar los niveles de oxitocina en los humanos” (https://www.imveterinaria.es/noticia/12353/las-mascotas-aliadas-silenciosas-del-bienestar-emocional-en-un-mundo.html).
Aún más sorprendente es que, en un estudio elaborado por cinco investigadores pertenecientes a las universidades de Ciencias de Teikyo o de Showa (Japón), y publicado en la revista ‘Royal Society Open Science’, se estableció: “Nuestros hallazgos son consistentes con nuestra expectativa de que los humanos prefieren a los perros de ojos oscuros sobre los de ojos claros y proporcionan una hipótesis actualizada de que los perros con ojos oscuros pueden haber evolucionado adquiriendo un rasgo facial que envía una señal de mirada no amenazante a los humanos (…) Los investigadores señalan que en general, los perros con ojos oscuros pueden haber desarrollado este rasgo en gran medida como un medio para enviar señales de mirada no amenazantes a los humanos” (https://www.20minutos.es/noticia/5203881/0/los-perros-evolucionaron-hacia-los-ojos-marrones-por-ser-mas-amigables-para-los-humanos/).
O sea, los tonos más amarillentos de los lobos generaban intimidación a nuestros antepasados, lo cual fue determinante para lograr esa maravillosa simbiosis con nuestros menores amigos.
Por todo ello, se ha creado un vínculo de amor con nuestras mascotas, a las cuales consideramos parte de nuestras familias, por ende, los llevamos de vacaciones, pasamos mucho tiempo con éstas, les brindamos todos los cuidados necesarios, alimentación de calidad, abrigo, cuidados veterinarios, etc., e igualmente, sufrimos, y lloramos cuando su ciclo de vida ha terminado.
Lo anterior, ha sido objeto de estudio por parte de profesionales en diversos campos de estudio, pues, el luto por la muerte de nuestras mascotas suele ser menospreciado, por ende, es importante resaltar lo señalado por Beatriz Glowinski, académica de la Facultad de Psicología de la UNAM, quien ha abordado esta temática de la siguiente forma:
“El duelo por un animal de compañía se asemeja al de un ser querido. Esto se debe a que, en muchas ocasiones, estos animales son considerados como un miembro más de la familia. Son nuestros amigos, compañeros de vida e incluso pueden fungir como terapeutas. El amor que nos brindan es inmenso, y su ausencia deja un profundo vacío” (https://unamglobal.unam.mx/global_revista/como-vivir-el-duelo-por-un-animal-de-compania/).
Por esto, según la académica citada, “… es fundamental abordar este duelo, ya que no es raro que los dueños desarrollen sentimientos de culpabilidad. Tras la muerte del animal, pueden pensar que no ofrecieron el amor y cuidado necesarios, aunque en realidad sí lo hicieran”.
Por todo lo anteriormente expuesto, es importantísimo reflejar algunas iniciativas que se están desarrollando en otros países, con la esperanza de que quizás en el futuro sean replicadas en el nuestro. Veamos.
La compañía española Patitas&Co, ha dado un paso gigante, innovador, trascendental e inédito en materia de derechos laborales, al conceder tres días de permiso retribuido a sus trabajadores por el fallecimiento de una mascota. Al respecto señalaron:
“Sabemos lo que significa perder a un compañero peludo, emplumado o escamoso. Para muchas personas no se trata de solo una mascota, sino de un miembro más de la familia, notificaba la compañía al anunciar esta nueva medida sin precedentes. Patitas&Co, empresa dedicada a la venta de productos y el cuidado de mascotas, ha decidido equiparar el duelo por la pérdida de una mascota al de un familiar de primer grado, otorgando el mismo derecho de permiso retribuido, que se suma a las políticas pet-friendly que la empresa estaba aplicando en su lugar de trabajo y que sus 33 empleados pueden disfrutar, como acudir a la oficina con sus animales” (https://www.eldebate.com/economia/20250527/empresa-espanola-ofrece-dias-permiso-muerte-mascota_301050.html).
Y mientras esto sucede en la capital española, tenemos que, en Chile, los diputados socialistas Daniella Cicardini y Daniel Manouchehri han iniciado la discusión del proyecto de ley denominado “Ley Duque”, “… el cual busca establecer un permiso laboral en caso de la muerte de mascotas y un día justificado de ausencia…”, indicando que: “La muerte de nuestras mascotas es un momento duro y triste”, indica Cicardini al inicio de un video publicado en redes sociales. Posteriormente, Manouchehri complementa que “los animales no son cosas. Para muchos, son un integrante más de nuestras familias” (https://radio.uchile.cl/2024/05/06/diputados-ps-promueven-ley-duque-para-permiso-laboral-por-muerte-de-mascotas/).

Como se puede apreciar, en el caso español, no existe ningún tipo de regulación legal en torno al tema, siendo una iniciativa de una empresa vanguardista que ha entendido la relevancia de las mascotas para los seres humanos. En cambio, con relación al país austral, estamos hablando de ir más allá, por medio de una legislación innovadora que va de la mano de otro proyecto de ley denominado “Animales no son muebles”, presentado por los citados diputados, el cual busca modificar el Código Civil para reconocer a los animales como seres sintientes y no bienes muebles. Detalle interesante, en Costa Rica hay una iniciativa similar presentada por la diputada socialcristiana Vanesa Castro (https://revistavisioncr.com/mascotas-sintientes-un-gran-avance-pero/).
Para finalizar, es posible que, por las presiones de los grupos empresariales no lleguemos a contar con una reforma laboral de este tipo, pero ello no impide que las empresas se sumen a este tipo de iniciativas en pro de sus colaboradores.