Mario Rodríguez*, Revista Visión CR.
Todos tenemos varias facetas en la vida. Por ejemplo, peatones, conductores de carro, deportistas aficionados; encontrándose en la tolerancia el quid del asunto para llevarnos bien en sociedad.
Así, hay miles de costarricenses, que se levantan de madrugada para ejercitarse, a sabiendas de que nunca ganarán un evento deportivo, luego llegan a casa, y, se preparan para cumplir con sus labores diarias, y sí, no son vagos, todo lo contrario.
También, muchos hacen ejercicio en su hora del almuerzo, otros al finalizar su jornada laboral, e incluso, conozco “locos” que hacen dos o hasta tres sesiones diariamente, y nada de esto afecta a las demás personas. Por el contrario, ayuda a mejorar el rendimiento en el trabajo, porque genera la producción de endorfinas. Además, ayuda a controlar el peso corporal, lo cual se traduce en una mejor calidad de vida.
Son múltiples las historias que conozco, algunas contadas por amistades, otras vividas en “carne propia”, en donde “cleteando” o corriendo, las personas son “envestidas” por vehículos que no les brindaron el espacio suficiente, y es justamente ahí, donde salta la pregunta ¿por qué esas acciones en contra de los deportistas? Claramente, es entendible que, estamos pasando momentos complicados como sociedad (desempleo, aumento de la pobreza, inseguridad, etc.), pero, absolutamente nada de eso justifica la intolerancia en carretera y la ira desbordada contra todos.
Recientemente, se hizo viral un video, en donde un conductor tuvo un altercado con varios ciclistas, y, una de las situaciones más sorprendentes fueron algunos de los comentarios de los internautas: tomado de la plataforma de Facebook de Trivisión, R. A indicó: “Ubicatex de estos ciclistas, muchos conductores de autos andamos trabajando”; A. C señaló: “Los mayoría de automovilistas desean no ver bicicletas en carretera, por eso seguirán los atropellos de ciclistas…”; S. A indicó “Como separarse metro y medio si viajan en grupo por todo el carril…”; además, de la misma red social.
Pero de la página NTG Costa Rica, un usuario manifestó, “Ahhhhh ahora si lloran, cuando va en un Carril y les pita uno amablemente para que se quiten…”; señor D. K escribió “Muy mal hecho realmente, sin embargo hay un gran PERO. Primero los ciclistas no pueden y no tienen que andar en carretera…”; también, R.A. A señaló “Pasen el video completo, donde probablemente no den paso y terminen provocando al conductor”; y, finalmente, G. P “Siendo honesto me importa un pepino con esos ciclistas en autopistas creyéndose doña toda. Lo peor que le puede pasar a un es tener una bronca con uno de eso seres y la ley acá más bien brilla por su ausencia”.
De este suceso -y de las opiniones- se pueden obtener algunas conclusiones importantes:
- Parece que muchas personas desconocen que la misma Ley de Tránsito permite la circulación de las bicicletas por el centro de su carril, por ende, no es correcto afirmar que, el ciclista va estorbando (artículo 119 inciso f);
- Es cierto que, los ciclistas no pueden circular en vías donde se permita la conducción a 80 km/h o más, pero, ello no significa que, los conductores tengan “derecho” de “lanzar” sus vehículos en contra de estos;
- Además, con base en el numeral 108 inciso i), de la misma Ley de Tránsito, los vehículos deben otorgar 1.5 metros de distancia a los ciclistas al adelantarles. Esta norma tiene una explicación en la física, y específicamente, en el llamado Efecto Venturi, que ocurre cuando un vehículo“” succiona” a un ciclista o motociclista que circula a menos de 1,5 metros de distancia. La diferencia de presión genera una atracción hacia el vehículo pesado, provocando la pérdida de estabilidad y posiblemente la caída de la persona hacia los ejes posteriores de los camiones, lo que puede ocasionar graves accidentes” (https://eldiario.com/2024/04/30/que-es-efecto-venturi-motorizados/).
Sobre este último punto, es muy importante aclarar que, algunas personas creen que, si un ciclista circula en una autopista en donde le está vedada la circulación (80 o más km la hora), y ocurre un accidente, los hechos no son responsabilidad del conductor que ha provocado las lesiones o la muerte, siendo esta conclusión no siempre cierta, ya que todo depende del caso concreto, y con la finalidad de ilustrar esta situación, cito el suceso donde figuró como víctima el excandidato presidencial Álvarez Desanti:
“En torno a que la víctima incurrió en culpa grave al circular en una vía donde tenía absoluta prohibición legal para hacerlo, lleva razón el impugnante, pero esto puede tener implicaciones en aspectos civiles y a efecto de graduación de la pena, pero no en torno a la determinación de la tipicidad de la conducta, a pesar de esa infracción al deber de cuidado de la víctima, esto no exonera al conductor del trailer de su deber de cuidado”. Esta Sala estima que la conducta del ofendido constituye una infracción de índole administrativa, prevista en la Ley de Tránsito que prohíbe la circulación de bicicletas en las rutas nacionales con velocidades autorizadas iguales o superiores a ochenta kilómetros por hora. Dicha infracción es relevante para la determinación de otros aspectos como lo son el de la responsabilidad civil, no así para la configuración de la conducta típica por parte del encartado” (V. 2014-00367, Sala III).
Finalmente, toda esta problemática se resolvería con educación y empatía, no sólo de parte de los conductores sino también del lado de los deportistas; pero,no se puede obviar que, ante un accidente es el ciclista quien sufrirá las consecuencias más lesivas para su integridad física, y, dependiendo de las características del caso, el chofer deberá enfrentar -eventualmente- una causa penal y civil, lo cual tiene muchas repercusiones en la vida de quien se ve sometido a estos procesos: una pena de prisión, embargo de salarios, y de bienes, etc. Además, durante este año, 353 personas han fallecido en accidentes de tránsito, y de ellos, 185 conducían o andaban en moto, y 34 en bicicleta, motivos suficientes para aplicar la tolerancia, el respeto y el amor al prójimo cuando se conducen vehículos.