María Isabel Solís R., periodista y salubrista.
El incremento de la tasa de mortalidad infantil (TMI) en el territorio nacional es un tema de preocupación entre algunos especialistas costarricenses, al punto que ya se plantea un análisis exhaustivo de las posibles causas que puedan explicar ese aumento que permitan diseñar estrategias de intervención.
La TMI es un indicador de gran trascendencia para medir las condiciones de salud de una nación y surge de la relación que se produce entre las defunciones pediátricas de menores de un año ocurridas durante un periodo con la cantidad de nacimientos registrados en el mismo periodo.
De acuerdo con el cuarto informe del Índice de Competitividad Nacional (ICN), presentado recientemente, ese indicador se situó en julio del 2024, en 10 fallecimientos de niños menores de un año por cada mil nacimientos.
Cabe destacar que la TMI se mantuvo en los últimos 15 años en un solo dígito. Por ejemplo, en el 2012, la tasa de mortalidad infantil fue de 7.86 defunciones de menores de un año por cada mil nacimientos.
Según el ICN, se trata de la tasa más elevada del decenio. Otro dato que llama la atención es que mientras en el pasado había 11 cantones que tenían el privilegio de no contabilizar muertes infantiles, en esta oportunidad ese número bajó a tres: Abangares, Siquirres y San Mateo.
Lamentablemente, de acuerdo con el citado informe, existen 22 cantones que superan el umbral dado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), de 12 muertes de menores de un año por cada mil nacimientos.
El Dr. Carlos Herrera Jiménez, director del Hospital Nacional de Niños, explicó a VisiónCR, que existen comisiones reguladas de la Caja Costarricense de Seguro Social(CCSS) y del Ministerio de Salud que se encargarán de efectuar la citada evaluación con el propósito de valorar intervenciones de mejora.
Destacó que este aumento se produce generalmente, por la mortalidad neonatal o aquella que se produce en los primeros 28 días después del nacimiento. A su juicio, se deben analizar diferentes variables con la finalidad de valorar el impacto que tiene cada una de ellas.
Entre los asuntos que deben ser estudiadosestán la atención prenatal que se ofrece a las mujeres embarazadas: la calidad de la atención integral y el acceso a los servicios de salud.
Al mismo tiempo debe evaluarse el impacto de la patología social, especialmente, el efecto que podría causar la toxicomanía.
Otro de los asuntos que, a juicio del director del Hospital de Niños, debe estudiarse es aquel que tiene que ver con la decisión que están adoptando muchas mujeres de aplazar la maternidad, por lo que se convierten en madres que tienen hijos a una edad avanzada lo que podría incrementar el riesgo.
El pediatra cifró su esperanza en que para el año entrante se prevé la introducción de la vacuna contra el virus sincitial respiratorio, un virus que cíclicamente colapsa los servicios pediátricos y limita las posibilidades de atención a la población infantil.
Esta vacuna se aplicará en Costa Rica a partir del año entrante por una única vez a las mujeres embarazadas entre las semanas 32 y 36 del periodo de gestación.
Jiménez Herrera dijo que ya algunos países como España, Chile y Argentina han visto como las hospitalizaciones producidas por complicaciones de este agente viral ha caído, luego de la aplicación de esta vacuna.