Erwin Wino Knohr*, Revista Visión CR.
El futbol va tan de prisa que, al día siguiente de lo último, ya hay algo nuevo.
El TIC, – TIEMPO, IDEAS y CONOCIMIENTO -, es el verdugo de los entrenadores.
Cuando son contratados lo primero que piden es TIEMPO. Proceso lo llaman con una palabra desgastada. Pero el futbol competitivo no brinda TIEMPO. Se gana o se pierde. Los dirigentes, el aficionado y hasta la prensa, si el fulano gana lo empujan y hablan bien de su figura, si pierden lo llevan hasta el fondo.
Diferente es el TIEMPO en los entrenadores formadores. Su ADN no es competitivo: es formativo. Pero, si encuentran una perla deben saber cómo pulirla. Su fracaso es destruir esa joya.
Muchos entrenadores nacionales les dieron la etiqueta de ganadores porque consiguieron títulos nacionales, pero fracasan cuando salen del país o nunca han salido, porque no tienen IDEAS. Cuando ganaron les bastó la arenga y los mensajes eufóricos que fabricaron, pero cuando pierden se desmoronan culpando a los jugadores.
Son como el fuego de las chimeneas en las películas, donde siempre me pregunto si la llama es producida por leña o es provocada por un chorro de gas que abraza troncos falsos que en cualquier momento se desmoronan y caen sobre la alfombra provocando un incendio.
La carencia de IDEAS es por falta de CONOCIMIENTO. El futbol, a veces, es generoso con los poco preparados. Los jugadores, que siempre retan a los técnicos pidiendo soluciones en la cancha, si no los convence sus decisiones dejan de confiar en la arenga ganadora que es efímera.
¿Cuánto influye un entrenador en el resultado de un partido? Durante el juego, según las estadísticas, solo de un diez a quince por ciento, porcentaje suficiente para colocar el resultado entre el éxito o el fracaso. Pero es fuera del partido donde el técnico demuestra lo que sabe, estableciendo la estrategia y el plan de juego correcto para vencer al rival.
El CONOCIMIENTO siempre debe sorprender a los jugadores cada día. Cada entrenamiento. Cada semana. Cada torneo o campeonato. Si no lo consigue el desgaste erosiona el grupo.
El TIC del primer segundo es más rápido en el futbol que antes de caer el siguiente segundo. Si cae el TAC el entrenador colapsa, porque perdió la costumbre de ganar y se aferra para justificarse a las excusas.
Su ciclo no termina por el enfrentamiento con los dirigentes, los aficionados o los cuestionamientos de la prensa. Es por los resultados avalado por los jugadores al faltar confianza entre las partes.
Este manual de cómo termina un entrenador viene acompañado por sus acciones dentro y fuera de la cancha. Su figura corporal, el señorío, el lenguaje usado, el CONOCIMIENTO. El futbol va demasiado rápido y muchas veces lo conseguido en el pasado fue solo las llamas provocadas por un chorro de gas abrazando troncos falsos y el TIC los incendia y les cae el TAC.
*Máster en Comunicación. Lic. en Periodismo. Lic. en Educación Física. Entrenador de futbol y baloncesto.
Visitado 32 veces, 1 visita(s) hoy