«Ninguna ciencia hay en que más se necesite saber la verdad, que en la de gobernar a los pueblos. En ella es preciso atender no sólo a las verdades teóricas, sino a las de hecho».
(Juan Bautista Morales, periodista y congresista mexicano, 1788-1856)
«El objeto de un gobierno es proporcionar a los ciudadanos la mayor suma de bienes y ésta no puede obtenerse sin educación».
José María Luis Mora, sacerdote, ideólogo e historiador, 1784-1850)
Licda. Adriana Núñez, periodista.
Al día siguiente de resultar electo como candidato oficial del Partido Liberación Nacional, don Álvaro Ramos acudió a una breve entrevista con el director de Telenoticias, Ignacio Santos, realizada en vivo durante la edición del mediodía. Su imagen inmediata es afable, jovial pero a la vez pausada.Lo mismo proyectó durante su breve paso por la Caja Costarricense de Seguro Social. Y eso en las circunstancias actuales, para muchos es sinónimo de esperanza.
No obstante, como respuesta a una pregunta de Santos sobre comunicación, el invitado subrayó con gran candidez que durante su vida, en varios momentos clave, había tenido que aprender a comunicarse de distintas maneras. Y que ahora, como aspirante a la primera magistratura del país, posiblemente tendría que incorporar nuevas formas de hacerlo.
Quizás en otras épocas y por motivos distintos, ciertamente fuese esa la situación que debió enfrentar. Pero no necesariamente lo es en este momento, pues son las características que ya posee, las que le han permitido alcanzar la candidatura.Y lo ideal, es no enrarecer el aire fresco…
Me llamó la atención ese detalle, pues la experiencia acumulada a muchos nos previene sobre la manera en que muchas veces, ya en la arena política, las personas, con el fin de alcanzar ciertos objetivos o por acatar exigencias de asesores o terceros, se fuerzan a sí mismas a convertirse en quienes realmente no son e incorporan en sus discursos y actuaciones, otras señales y características que no siempre son las idóneas, con tal de satisfacer todos los gustos. Eso no es posible…
Por supuesto que la comunicación política asertiva es importante para cualquier candidato. Pero debe estar regida por cuatro elementos vitales que no requieren de grandes esfuerzos; solamente de atención plena.
El primero es interiorizar con detenimiento lo que individuos de distintos estratos, sectores o agrupaciones deseen externarle a quien aspire a dirigir un país. Eso es escuchar desde la raíz. Lo segundo, es sopesar los asuntos más importantes que emanen de dichas interacciones e integrarlos a la mesa de discusión con el personal de campaña, para incluir los temas en los mensajes y discursos, acompañados de posibles abordajes y soluciones congruentes y viables.
En tercer lugar, es importante considerar el tipo de audiencias a las que se expone un candidato y tener claros los intereses y conflictos que los motivan. Y finalmente -pero no menos importante- es preciso darle seguimiento a la retroalimentación que las personas y grupos esperan durante los procesos previos a una elección. Para ello, se requiere de liderazgo y capacidad para delegar en “comisionados confiables” -no en comisiones- la función de mantener los nexos activos.
Como hemos dicho, establecidos esos parámetros, no es necesario que un candidato se convierta en lo que no es, pues nadie -excepto los actores profesionales- puede transformar su personalidad y meterse en zapatos ajenos.Hoy en día, de pachucos y oportunistas, estamos hartos.
Dicho esto, al recordar que la autenticidad es la mejor arma para crear un vínculo, queremos hoy exponer algunos detalles de lo que -con base en años de trabajar en el área de la comunicación- podríamos decir que la situación actual del país, requiere -o no- de un candidato:
1-Que sea educado, transparente, ético y respetuoso. Realmente un ejemplo positivo.
2-Que use la ropa a la que está habituado y según sea la ocasión. El empleo de la camisa blanca a todas horas, dejó de ser símbolo de “pureza” desde hace mucho tiempo.Y no podemos seguir siendo un país de “igualiticos” y mucho menos de “igualados”. Aunque frente a la ley tengamos los mismos derechos, las huellas dactilares son exclusivas de cada uno de nosotros.
3-Que no se convierta en bufón, ni tenga necesidad de bailotear sobre un escenario ni de “apapachar” a periodistas y subalternos durante las actividades públicas. Los abrazos apretados hay que reservarlos para la familia y los amigos, tan venidos a menos en estas épocas,
4-Dado que el vocabulario popular se ha vuelto tan vulgar, sería bueno no caer en la tentación de emplear términos indebidos que flaco favor les hacen a los jóvenes -y adultos- que están escuchando.
5-En el caso específico del PLN, las acciones de “limpieza” -que no han sido tan contundentes como se esperaba- son las que contarán a la hora de las horas. Si Ramos se rodea de algunas figuras seriamente cuestionadas tanto a lo interno, como en el ámbito externo, caminará sobre la cuerda floja.
Por un lado, no deberá perder de vista los grandes aportes que distintas personalidades de ese partido le brindaron al país; pero por el otro, es su obligación moral, rodearse de gente sana -políticamente hablando- y sobre todo, transparente, eficiente, trabajadora, preparada y alineada con sus propósitos y valores. Independientemente de las filas de las que provengan.
La situación de Costa Rica no está para chanzas, contubernios, mentiras o más inmoralidades. Conservar la mente, el corazón y la conciencia libres de “ataduras” será condición “sine qua non” para aumentar el mermado caudal electoral del partido verdiblanco.
Realmente renacer sobre las cenizas, es posible. Pero hay que mantenerse firmes a la hora de defender principios y convicciones, que no son otros que los que impulsan a los seres humanos, a levantarse ya ser mejores personas.