Mario Rodríguez, abogado y comunicador.
El ego en el fútbol.
Siempre he creído que en el fútbol -como deporte colectivo que es- la influencia de un entrenador para bien o para mal oscila en un 30% del éxito o del fracaso de los equipos. Pero, hay un tema que realmente se las trae, y del cual se habla poco, cual es el manejo psicológico del camerino en las disciplinas colectivas de alto rendimiento, sobre todo ante el advenimiento de los egos.
Cuando, por fin, Florentino logró su ansiada contratación “galáctica”, precisamente la de Kilian Mbappé, ningún ser razonablemente sensato podría obviar que estaba fabricando una máquina de hacer fútbol. Incluso, salvo la salida de uno que otro jugador, el Real Madrid mantuvo su columna vertebral, y además sumó a uno de los mejores de la actualidad, quizás, el delantero más desequilibrante y efectivo de los últimos años.
Hasta aquí, todo marchaba perfecto. Incluso, llegó a llenar el renovado Bernabéu en la presentación del francés, tal y como lo hizo en el verano de 2009, con CR7 -evento al cual asistí por pura casualidad-. Y tal fue la algarabía blanca que los madridistas han olvidado al portugués. Sin duda un equipo letal que, frente a todos los problemas del FC Barcelona, hace soñar a la “Casa Blanca” con seguir reinando en Europa.
Pero, había un ingrediente del que muy poco se hablaba entre los comunicadores españoles, tal vez por ignorancia, pero creo que es en realidad por temor a que apareciera: EL EGO. En un vestuario cargado de “estrellitis”, y seamos sinceros, porque estrellas Messi y CR7, y luego están todos los demás. Y, veamos cómo se han venido dando los sucesos en Madrid.
En primer lugar, antes de dar inicio con las competiciones, todas las luces se enfocaban en Kilian, y ello, se dice empezó a generar mella en los brasileños, porque, justamente, a mediados de año, ya empiezan las casas de apuestas, y los expertos a mencionar a los potenciales favoritos al balón de oro. Y esto empeoró, porque tanto los cariocas liderados por Vinicius Junior, como los galos, fracasaron en los torneos continentales, ganados, por cierto, por la Argentina de Messi, y la España de Rodri.
Esto tendrá un impacto evidente en el premio, pues, antes de los torneos citados, parecía claro que, el brasileño obtendría su primer premio global, pero ante su desastrosa participación con la “canarinha”, los papeles se invirtieron, y ahora, parecen favoritos Lautaro Martínez y Rodrigo, el del Manchester de Guardiola.
Luego, si bien obtiene el conjunto merengue la súper copa de Europa -al derrotar al Atalanta de Italia-, ya en el campeonato de Liga, empiezan a darse situaciones bien particulares en las primeras de tanteo. Primero, la falta de gol de Vinicius Junior y de Mbappé. Además, en algunos de los partidos era evidente que tanto el brasileño ya citado, el francés y Rodrygo -el otro brasileño- buscaban jugar por la banda izquierda, ante lo cual, el técnico Ancelotti decidió pasar a Kilian como centro delantero -posición no habitual en él-, evidenciándose la ausencia de juego colectivo entre los tres.
Además, recientemente, saltaron las alarmas, pues, se difundió una noticia desde Arabia, en donde se ofrecían 1000 millones de euros para contratar a Vinicius Junior para la incipiente liga árabe. Claro está, todo esto va de la mano de una estrategia del jeque para promocionar el mundial que se celebrará en 2034, en clara respuesta al éxito de Qatar en el pasado mundial. Y obviamente, esto ha generado inquietud en el Real Madrid, club que no desea desprenderse de una de sus máximas figuras.
Pero eso no es todo; Rodrygo se han sentido minimizado al ser excluido del tridente ofensivo, conformado por Vinicius, Mbappé y Bellingham; esto aunado a su no nominación para el balón de oro, lo cual ha generado otra alerta, porque según algunos diarios ibéricos, el brasileño se ha rebelado.
También, desde la llegada del brasileño a España, ha tenido una serie de acontecimiento detestables, en donde ha sufrido en las gradas de los estadios. Veamos: primero, en Mestalla (Valencia), donde amenazó con abandonar el campo de juego. Ante lo anterior, los fanáticos fueron detectados, detenidos, y condenados a una pena de prisión de ocho meses. Otro de los eventos se dio por parte de aficionados del Atlético de Madrid, quienes colgaron de un puente un muñeco inflable de color marrón y con la camiseta de Vinicius.
A raíz del parón liguero, los brasileños han viajado a su país, con la finalidad de continuar con las eliminatorias rumbo al mundial 2026. Pero, aprovechando la estadía en tierras brasileñas, Vinicius Junior concedió una entrevista a CNN, en donde se explayó y habló de más, provocando que ardiera “Troya”, o más bien, Madrid.
Específicamente, el jugador dijo:“Espero que España pueda evolucionar y entender lo grave que es insultara a alguien por el color de su piel. Porque si hasta 2030 las cosas no han evolucionado, creo que el Mundial tendrá que cambiar de lugar porque si los jugadores no se sienten cómodos y con confianza para jugar en un país en el que pueden sufrir racismo, es muy complicado”.
Tremendas palabras que, causaron un cisma en toda España. Y generaron, la reacción de innumerables figuras. Por ejemplo, el alcalde de Madrid -Almeida- pidió al brasileño que se retractara, ya que, había llamado racista a toda España; también, el capitán del Real de Madrid -Carvajal-, contradijo a su compañero, y dijo tajantemente que España no es racista, lo cual fue secundado por el seleccionador español Luis de la Fuente, e incluso, hizo que, el ministro del Interior se pronunciara de forma tajante.
En fin, mi conclusión es que, Vinicius Junior no ha asimilado bien la llegada de Mbappé, evidentemente, está celoso del francés, y ha hecho de todo por captar la atención, dentro y fuera de la cancha. Tiene el técnico italiano una labor titánica por delante, y sin lugar a la duda, Pérez le va a llamar la atención -a Vinicius- porque como dicen los españoles, la ha “liado”.
Sí, hay racismo en España, en Costa Rica y en Brasil, en todo el mundo. Debemos educarnos, para evitar toda clase de acción u omisión encaminada hacia la discriminación, pero también, hay que ser críticos ante los berrinches de algunos jugadores famosos, simplemente, porque no están a gusto en sus clubes, a pesar de la fama, los millones de euros, y la vida opulenta que todo ello representa.