Redacción.
Al finalizar el año 2024, el país africano ha abolido la pena capital casi 20 años después de que se ejecutara la última pena capital. La ley conmutará las sentencias de unos 60 presos condenados a pena de muerte.
Zimbaue ha abolido oficialmente la pena de muerte después de que el presidente Emmerson Mnangagwa firmara el martes una ley que conmutará las sentencias de unos 60 presos condenados a muerte por penas de prisión. La última ejecución se llevó a cabo hace casi dos décadas, en 2005, en parte porque en un momento dado nadie estaba dispuesto a asumir el trabajo de verdugo estatal.
El propio presidente Mnangagwa se enfrentó a la pena de muerte en la década de 1960 durante la guerra de independencia de Zimbabue.
Amnistía Internacional elogió la nueva ley. En una publicación en X, anteriormente Twitter, la organización de derechos humanos calificó la medida como un gran progreso para el país y un hito importante en el fin del «castigo cruel, inhumano y degradante». También la describió como un «faro de esperanza para el movimiento abolicionista en la región».
Otros países africanos como Kenia, Liberia y Ghana también han dado recientemente «pasos positivos» hacia la abolición de la pena capital, pero aún no la han aprobado como ley, según el grupo, que hace campaña contra la pena de muerte.
El propio presidente de Zimbabue fue condenado a pena de muerte hace décadas.
El líder zimbabuense ha expresado públicamente su oposición a la pena capital desde 2017. Ha citado su experiencia de ser condenado a muerte, un castigo que luego se cambió a una pena de prisión de 10 años, por hacer estallar un tren durante la guerra de liberación de su país del Gobierno de la minoría blanca.
También ha utilizado sus poderes presidenciales varias veces para conmutar las sentencias de muerte de varios reclusos por cadena perpetua. Según Amnistía, a nivel mundial, 113 países, incluidos 24 en África, han abolido por completo la pena de muerte. El grupo dice que registró cerca de 1.200 ejecuciones conocidas en todo el mundo en 2023, un fuerte aumento con respecto a los menos de 900 casos registrados el año anterior.
Irán y Arabia Saudí han representado casi el 90% de todas las ejecuciones conocidas registradas por Amnistía en 2023. Somalia y Estados Unidos fueron los dos países siguientes en seguirlas. El grupo dice que seguirá haciendo campaña contra esta cruel sentencia hasta que se aboliera por completo.