Dr. Rodolfo Hernández Gómez, pediatra.
Fui durante casi tres lustros Director General del Hospital Nacional de Niños y entre los temas de interés, trabajé hombro a hombre con el Comité del Niño Agredido, dirigido por la Lic. Ana Virginia Quesada.
En el año 2010, al observar un ligero aumento de la violencia infantil, que ahora comparativamente los números parecen bajos , intentamos una declaratoria nacional de Epidemia de Violencia Infantil con los gobiernos de turno ( 2010-2014, 2014-2018 ) sin lograrlo.
Abordaba aspectos de educación , inclusión , pobreza , desempleo , seguimiento cercano de los menores agredidos, deserción escolar, recuperación de áreas de recreación ya tomadas por el hampa, la propuesta era impedir que los patrones de conducta agresora se repitieran en sus vidas futuras . Los estudios muestran que un menor agredido tiene mayores probabilidades de ser adultos agresores, delincuentes o consumidores de drogas.
No ha ocurrido nada en prevención en estos 24 años, más bien la situación empeora, más violencia, infanticidios, femicidios, luchas entre bandas de narcotraficantes y en este último caso, aunque se ha tratado de disimular, las muertes no solo ocurren entre bandas, si no hay muertes de inocentes que para su desgracia y dolor de sus familias , fueron impactados por balas, situación que se agravó en los 2 últimos años.
Aparecen ahora nuevas formas de agresión , presentes en otros países pero no en el nuestro.
El día 30 de setiembre 2024, en horas de la mañana y para cerrar con “ broche de oro” el mes, se recibe una nota de amenaza de bomba en la Universidad de Costa Rica, en donde se utilizan palabras que nos recuerdan a un conocido político, ya que decía “ Estamos hartos de las gollerías y FESStín de los Rectores y los comunistas adoctrinados …”, no transcribo el resto de la nota por las palabras que contiene.
Pusieron a correr al personal de la UCR y al sistema de Seguridad Nacional, ya que no se podía precisar si era una simple amenaza, una realidad o una broma de mal gusto, pero esta situación nos debe poner «las barbas en remojo».
Nombré algunas formas de violencia pero faltan otras más que no abordaré, porque hay que hablar de la violencia política, que se ha utilizado y se utiliza como un medio común usado por los pueblos y gobiernos de todo el mundo para lograr objetivos políticos relacionados con el poder ejecutivo, legislativo, judicial y órganos de control.
Y que su intención es amedrentar, modificar el comportamiento de los protagonistas en una situación de negociación mediante coerción, utilizando referencias a destrucción, atentados físicos contra objetos, instituciones o personas.
Recientemente leímos de amenazas en contra del Presidente de la Asamblea Legislativa y del Fiscal General, que lo que hacen está acorde a la Ley.
La escalada de violencia guarda relación con el discurso incendiario e irrespetuoso del Presidente Chaves y algunos de sus acólitos.
La Constitución de Costa Rica es clara. Dentro de las funciones del Presidente en su artículo 140 inciso 6, dice “ Mantener el orden y la tranquilidad de la Nación , tomar las providencias necesarias para el resguardo de las libertades públicas».
Da la impresión que el Presidente Chaves le da una intérprete particular, hace lo contrario, llama al conflicto, a la lucha interna nunca a la paz, ni al diálogo , al respeto, si no que aprovecha cada discurso o reunión para calentar los ánimos.
Los llamados a la violencia son frecuentes y transcribo uno de los más recientes “… Estén listos, por que Dios no quiera, que llegue el momento en que tengamos que actuar”.
Ese fragmento de su discurso no debe pasar desapercibido.
Sus diatribas muestran matonismo, irrespeto a los poderes de la República y todo aquel miembro de su gabinete que esboce un pensamiento diferente, no tiene la oportunidad de discutirlo, es blanco inmediato de sus comentarios soeces, adjetivos calificativos y despidos .
Con un ejemplo así a la cabeza del país, que estimula el conflicto y la violencia, cómo mantener a Costa Rica por el camino de la paz que nos ha caracterizado.
Los buenos ejemplos de un presidente son guía para los ciudadanos y sobre todo a las nuevas generaciones, lamentablemente los malos ejemplos también son contagiosos como los virus.
Nunca es tarde para modificar la conducta de las personas, cada mañana es una nueva oportunidad para hacer las cosas bien, ¡¡¡aprovéchenlas!!!
Las grandes ideas y soluciones no provienen de la soledad o el autoritarismo, si no del diálogo y la reflexión en comunidad .