César G. Fernández Rojas, educador jubilado.
El hombre, cuanto más estudia es más sencillo, porque a medida que estudia descubre la grandeza de su ignorancia. Aristóteles.
¿Quién es ignorante? El DRAE aclara: Quien ignora o desconoce algo. Es sinónimo de desconocedor, inconsciente, ajeno, ayuno en el sentido de carecer de cultura o conocimientos, ignaro, inocente. Si se carece de cultura o conocimientos los sinónimos se relacionan con analfabeto, inculto, iletrado, lego, profano, indocumentado.
En busca del saber, con humildad
La ignorancia por el dominio del conocimiento. Como lo relata la Apología de Sócrates, escrita por Platón. Lo dijo Sócrates 400 a. C. Yo solo sé que no sé nada, resume su forma de buscar el conocimiento. Según Platón, Sócrates interrogó a un político y dedujo: Este hombre, por una parte, cree que sabe algo, mientras que no sabe [nada]. Por otra parte, yo, que igualmente no sé [nada], tampoco creo [saber algo]. Como reducción, surgió la frase Yo solo sé que no sé nada.
(Imagen tomada de Internet. Sócrates. Todas sus esculturas lo retratan como un pensador).
Ahora bien, ¿cuál es el significado de la afirmación? De alguna manera, resume el método socrático, contrario al practicado por los sofistas.
Mientras los sofistas alentaban a los alumnos a preguntar a los profesores, Sócrates hacía lo contrario. Interrogaba a sus alumnos hasta que ellos reconocían su propia
Esta práctica metodología establece la autonomía del pensamiento para alcanzar el conocimiento. Sin embargo, hay quienes no creen que esta es la razón de la ignorancia; lo hacen por descalificar. Pobre y escasa elocuencia, sería, entonces, la reacción de quien llama ignorante a otro, porque quien agrede, en su propia ignorancia, hay raleza en abundancia.
Actualmente, frente al desarrollo exponencial de la tecnología y lo profundo de los conocimientos nos hemos convertido en una sociedad de la ignorancia. La grandeza de la ignorancia, la denomina Aristóteles, por la humildad que debemos asumir frente a la travesía de una nueva visión etológica, científica, educativa, ecológica y cultural. Nos encontramos ante la nueva perspectiva de generar una nueva conciencia crítica como especie humana. Como lo expresa Albert Einstein: Todos somos ignorantes. Lo que ocurre es que no todos ignoramos las mismas cosas.
Cuánto más se sabe de algún tema más consciente se es de lo que aún queda por aprender. Más humildemente se afrontan los debates y, más se sigue aprendiendo, hasta que pasado el tiempo y adquirida la experiencia, se tiene el conocimiento. Porque, como dijo Stephen Hawking: “El mayor enemigo del conocimiento no es la ignorancia, sino la ilusión del conocimiento”.(Cfr. María Ángeles Reyes Barranquero. Sincericio y Mentiricio. Dos formas de aniquilar nuestras relaciones sociales. 2023.LinkedIn. https://www.linkedin.com › posts › mariaangelesreyesbar...).
Nos invade la sociedad de la ignorancia
A menudo, la verdad se dice con odio y las mentiras se dicen con amor. Rita Mae Brown.
Si en un grupo de personas aflora el enfrentamiento verbal, la audacia de agredir y causar dolor con sus hirientes palabras a otros, con insultos, palabras ofensivas o despectivas; con humillaciones, comentarios, chismes y murmuraciones que ridiculizan o menosprecian para burlarse de sentimientos o habilidades; amenazas para infundir miedo o intimidación; el sarcasmo y las descalificaciones para invalidar sentimientos, opiniones, logros y metas. Las bromas reiteradas, apodos, habladurías y el bullying ayudan a fraguar violencia verbal al manipular emocionalmente a quien se le llama ignorante.
Estos comportamientos pueden tener un impacto negativo en la autoestima y el bienestar emocional de las personas. Cuando terminan por aceptarse como normales estas conductas que llevan la carga de una gran incertidumbre. La inteligencia emocional de las personas termina por coexistir con experiencias traumáticas que las afecta para relacionarse con otras personas; propicia estrés y ansiedad que afectan el manejo de sus emociones, produce aislamiento social y debilita la educación emocional.
El verdadero saber de Sócrates, entonces, es la ignorancia, convertida en una herramienta para cuestionar y volver a pensar cualquier concepto. La segunda parte (mayéutica) consiste en llegar a una verdad universal. Porque el filósofo cuestionaba el relativismo de sus colegas sofistas. Por ejemplo, mientras ellos consideraban que la noción de justo podía variar de una ciudad a otra, Sócrates sostenía que debía ser un valor universal. (Cfr. Qué quiere decir “Yo sólo sé que no sé nada” de Sócrates. Clarin.com. https://www.clarin.com › Cultura).
Y si además hay violencia los excesos se intensifican y ello conduce a tener una sociedad impulsiva. Esta es una época en la cual la tolerancia, la empatía, la prudencia, el respeto, la discreción y la armonía parecen perder terreno. Algunas personas han claudicado ante el lenguaje grosero, farsante, violento y altisonante de quienes son individuos ásperos y dogmáticos.
Eduardo Ruiz-Healy relata: El dicho inglés´ ignorance is bliss´ (la ignorancia es felicidad) se origina en un poema del inglés Thomas Gray (1716-1771), que en uno de sus versos dice: ´Donde la ignorancia es felicidad, es una locura ser sabio´. Se usa para describir a alguien que por no saber que existen cosas mejores acepta como normales y hasta buenas las que conoce. (Cfr. Eduardo Ruiz-Healy. La ignorancia es felicidad. El economista. 2012. https://www.eleconomista.es).
Muchas veces se acepta por bueno lo que descalifica y atemoriza, porque esas conductas se aceptan como normales. Con el tiempo producen secuelas. Las palabras duelen; degradan la razón, la estabilidad emocional, la altura del diálogo comedido, socavan la paz social y la confianza. Para nuestra desdicha hemos observado a personas ofuscarse, escribir mensajes confrontativos, buscar el recodo del debate improductivo, algunas veces imponerse por el grito y la descalificación, y muchas veces utilizar la violencia.
Las carreteras y las autopistas se han convertido en terreno de nadie. Son un mal ejemplo, al menor ademán hay pleitos y agresiones con armas. Las horas pico son un tema del pasado. La aglomeración vehicular, la pésima sincronización de los semáforos, la pérdida del ordenamiento territorial, entre múltiples factores, han generado el irrespeto a las normas que regulan el tránsito, lo cual ha llevado a una conducta anormal de inestabilidad afectiva y emocional.
Cuántos llaman ignorante a otro en el momento que se agotan sus argumentos.
El periodista David Guadamuz en Foro del periódico La Nación dice: La libertad de expresión se ha convertido en el símbolo más valioso de ser libre. Y eso incluye, por supuesto, opinar sobre los demás. Opiniones van y vienen, acertadas o no, algunas cultas y otras menos educadas […] y todos hacen gala de su uso, desuso y abuso.
Ante una noticia que se ha hecho viral, generalmente desciende una cascada de comentarios donde a veces, sin tener claro el contexto, se disparan opiniones sin medida, aun propinando insultos, faltas de respeto y verdaderas luchas campales disputándose la razón. Incluso reclamando con insultos que han sido insultados.
¿Cuál es el saldo de estas turbas virtuales? […] Hay una sociedad donde buena parte no ha comprendido que se puede opinar sin caer en el irrespeto, que se pueden exigir derechos sin difamar, que se pueden comunicar sin descalificar y se puede hablar del «otro» sin ofender.
Si bien las redes sociales y la virtualidad vinieron a resolver la presencia física y la intercomunicación que la sociedad moderna había carcomido, también han resultado ser la trinchera para el linchamiento virtual.(Cfr. David Guadamuz (La Nación Foro pág. 31 A, viernes 2 de diciembre de 2016).
Llamar ignorante por abuso y descomposición moral, es la manifestación de algunas patologías del tejido y los órganos sociales, que han corroído las sanas costumbres, producto de una modernidad sin decoro que deja a muchos individuos rampantes en sus conductas sociales. Hay tanta doblez moral que afecta la epidermis de la convivencia social, lo cual termina por fracturar la amistad, la cohesión social, la solidaridad, la armonía y la mutua comprensión, por la intriga y la confabulación, de unos contra otros. Es importante encontrar un equilibrio entre ser honesto y ser sensible a los sentimientos de los demás.
El asunto trata de la educabilidad ética del pueblo, con la facultad que concede la formación del carácter por medio de la didáctica y las prácticas de vida de la ética, la moral, los valores y las virtudes.
Para ello, debemos iniciar por casa. Las palabras edifican o destruyen. ¿Dónde empieza todo? Hay que auto educar el carácter: la sensatez no permite que se extravíe la razón, los afectos y los sentimientos.
Cómo actuar ante las agresiones verbales. La Dra. Trinidad Aparicio Pérez dice:
¿Qué podemos hacer ante un ataque personal?, ¿debemos callarnos?, ¿cómo podemos defendernos?, ¿qué debemos contestar?, ¿nos ponemos a la misma altura?, ¿y si nos gritan? Estas preguntas son muy frecuentes cuando no sabemos cómo actuar ante los ataques verbales de algunas personas.
No podemos permitir que los demás nos pisoteen, debemos saber defendernos ante los ataques de los demás, de lo contrario nos sentiremos frustrados y llenos de rabia.
- Siempre debemos responder con calma y confianza, nunca debemos exaltarnos, aunque nuestro agresor esté exaltado.
- No debemos caer en el insulto. Si nos están insultando o calumniando debemos interrumpir la conversación y decirle a quien nos insulta que hasta que no se calme y deje de insultarnos no vamos a continuar escuchándole, si no cede nos iremos y en otro momento retomaremos la conversación.
- Si nos gritan, tampoco debemos permitirlo. Con tranquilidad debemos decirle a quien nos está gritando que deseamos mantener esa conversación pero que no lo haremos si continúa gritando.
- Si nos atacan y no entendemos por qué lo hacen, debemos frenar esa situación y hacer preguntas que nos ayuden a entender y a coger el control de la discusión. Según las circunstancias o el tipo de discusión formularemos diferentes preguntas, entre ellas las que más nos ayudan a aclararnos son las siguientes: ¿cuál es el problema?, ¿qué es lo que te ha molestado?, ¿por qué piensas eso?, ¿consideras que había mala intención por mi parte? Si es necesario pediremos disculpas, pero sobre todo daremos todas las explicaciones que han conducido a ese error o, sencillamente, demostraremos dando todo tipo de respuestas que no tiene razón.
- Nunca nos callaremos, ni dejaremos que nos pisoteen.
- Es muy importante actuar calmadamente y sin miedo, buscaremos la mejor manera de coger el control de la conversación y con confianza, firmeza y seguridad desmontaremos a nuestro agresor.
Otros tipos de agresión verbal. Todos hemos vivido alguna situación en la que hemos tenido que hacer alguna gestión o pedir información sobre algo que nos concierne o que necesitamos saber y, la persona que debe atendernos y que está desarrollando su trabajo, nos contesta con hastío o incluso con desprecio.
Es el típico caso de personas que trabajan de cara al público y cansados de que les hagan las mismas preguntas una y otra vez responde con desgana y mala educación.
Cuando no entendemos sus explicaciones y tenemos que seguir haciendo preguntas para llegar a entenderla o cuando recibimos información contradictoria con respecto a la información que ya teníamos, estas personas reaccionan con más desagrado todavía y, lejos de aclararnos las dudas, nos hacen sentir incapaces de entenderlas.
Ante esta situación consiguen que nos sintamos ofendidos y logran que nos vayamos con un sentimiento de impotencia e indefensión enorme. No debemos permitirlo, tendremos que hacerles frente y decirles que por favor cumplan con su trabajo y si no saben realizarlo que nos pasen con su superior y que la mayoría de las personas que trabajan de cara al público son unos magníficos profesionales; sin embargo, esta situación se produce con más frecuencia de la deseada. (Cfr. Dra. Trinidad Aparicio Pérez Como actuar ante las agresiones verbales.)
Es deber moral practicar la armonía, el equilibrio, la empatía, el respeto, la prudencia y la sensatez. Contra todo exceso, en cada acto de nuestra vida, recordar a Aristóteles: en el equilibrio está la virtud. A veces hablamos y no escuchamos, nos afectan emocionalmente y respondemos de igual manera, estamos pegados a la pantalla del móvil y no atendemos a la persona que está a nuestro lado, dejamos correr el agua mientras lavamos la vajilla, no nos protegemos cuando estamos al sol, derrochamos dinero sin necesidad y existen mil razones más.
Sincericidio o la manipulación de la verdad extrema
«No lastimes a los demás con lo que te causa dolor a ti mismo». Buda.
Le preguntaron al gran matemático árabe Al-Khawaeizmi sobre el valor del ser humano, y éste respondió: Si tiene ética, entonces, su valor es igual 1. Si, además, es inteligente agréguele un cero y su valor es igual a 10. Si también es agradable, súmele otro cero y será igual a 100. Si por sobre todo es servicial, agréguele otro cero y será igual a 1000.Pero si pierde el 1, que corresponde a la ética, perderá todo su valor, pues sólo quedarán solo ceros. (Cfr.El valor de un ser humano – Avianca en Revista. https://www.aviancaenrevista.com/revista/el-valor-del-ser-humano/).
El ser humano para no faltar a la verdad, a veces, transforma la realidad a su conveniencia, y esa supuesta «verdad» que se suelta sin filtro ni control, lleva el motivo de modificar la realidad, mostrar una sinceridad relativa y extrema, en donde prevalece decir lo contrario de lo que está pensando u otros piensan.
El sincericidio es la sinceridad sin la mesura. Es la expresión de una realidad con acritud, sin bondad y sin unidad de pensamiento. Es utilizar la verdad como un instrumento para dañar, descargar sus ideas con violencia y estar fuera de sí mismo, como si lo que se le está haciendo a otro fuera inevitable. Le manifiesta a otra persona lo que cree de ella sin ningún tacto ni respeto, de forma ofensiva e insultante, creyéndose en posesión de la verdad absoluta. La ignorancia se da por inconsciente.
La verdad no probada es un sincericidio con efectos y consecuencias negativas para todos los actores. Esta arma antojadiza en que se convierte la verdad no calculada y manipulada, muestra cierto grado de insensatez, pues la vehemencia verbal y escrita es una debilidad, ante la contención de la virtud, que exige pruebas irrefutables, el contexto, momento y oportunidad.
El sincericidio también puede ser exceso de honestidad o manipulación de las causas, los efectos y las consecuencias; es llevar al extremo una verdad sin el tamiz de la prudencia, hasta el punto de hacer daño a los demás. Entre decirlo todo y decir lo correcto, de acuerdo con la realidad, existe un margen razonable para pensar lo que se dice y decir lo que se piensa. La veracidad comprobada y expresada con propiedad es un compromiso ético. (Cfr. Sincericidio: el placer de ser un kamikaze de la verdad – Viventi. www.viventi.es/sincericidio/).
La sinceridad, la prudencia y la búsqueda de la verdad debe ser un equilibrio, el punto medio, por cuanto Aristóteles identifica la virtud (areté) con el hábito (héksis) de actuar según el justo término medio entre dos actitudes extremas, a las cuales denomina vicios. De este modo, decimos que el hombre(como la mujer)es virtuoso cuando su voluntad ha adquirido el hábito de actuar rectamente, de acuerdo con un justo término medio que evita tanto el exceso como el defecto. (Cfr. Aristóteles. Recursos.recursos tic.educacion.es/secundaria/edad/4esetica/…/quincena3contenidos4b.htm).
El hábito operativo de actuar con el justo término medio orienta a buscar la verdad con la precisión y la exactitud de nuestros argumentos. En este sentido para evitar tanto el exceso como el defecto: [Mentiricio como defecto (ignorancia)/Prudencia (tolerancia) como justo medio/ Sincericio como exceso/ (agresión verbal)]; lo correcto, bueno y lo digno de la verdad conduce a que la ética misma se convierta en una expresión moral de la sinceridad, la empatía, la prudencia y la armonía social.
Hay que profundizar en el valor de los principios básicos de las normas de conducta ética y las normas antidiscriminatorias en las actividades educativas para la formación del carácter.
Mentiricidio o la alteración de la extrema verdad
«Nada hay en el mundo tan común como la ignorancia y los charlatanes». Cleóbulo de Lindos (s. VI a. C.-s. VI a. C.) Filósofo griego.
El otro extremo de dos actitudes que son lo opuesto y lo contradictorio en el ser humano, me refiero al mentiricidio que tiene raigambre conceptual según María Ángeles Reyes B., «es la mentira sistemática y sin límites. El #mentiricida, regularmente actúa así para ocultar sus errores o carencias, para crear confusión, para anular a otros o para lograr algo a costa de los demás.
Estas conductas hacen inviable que pueda crear y mantener relaciones de confianza con los otros. Le imposibilita integrarse en grupos o proyectos compartidos. Finalmente, el mentiricida es evitado y, al igual que el sincericida, acaba destruyendo sus oportunidades de relacionarse de forma sana con los demás.(Cfr. Sincericio y Mentiricio. Dos formas de aniquilar nuestras relaciones sociales. 2023.LinkedIn. https://www.linkedin.com › posts › mariaangelesreyesbar...).
Cuando la verdad se corrompe con una mentira, cuando la intención es transgredir, vulnerar, contravenir, timar, defraudar, engañar, encubrir, disimular o solapar algún hecho concreto y esto se convierte en una conducta frecuente, en una deformación moral repetida de la autonomía ética de un sujeto racional que sustituye el orden esencial de los valores; entonces, el objeto es reducido a lo que percibe y manifiesta el sujeto, a lo que piensa, dice y siente, a su posverdad axiológica.
La posverdad es una distorsión de la realidad que se hace de manera deliberada. Se emplea para señalar aquellos hechos en los que son más influyentes los sentimientos o creencias personales que los hechos en sí mismos.
Este término es un neologismo, es decir, es una palabra que apareció recientemente en nuestro lenguaje, aproximadamente en el año 1992 en inglés como post-truth, para denominar a las mentiras emotivas.
Los especialistas relacionan el uso del término posverdad, con los diferentes acontecimientos políticos que han ocurrido en los últimos años.(Cfr. Significado de Posverdad (Qué es, Concepto y Definición) – Significados. https://www.significados.com/posverdad/).
Las mentiras se asumen como si fuesen verdad porque así se falsean o se alteran como reales para que una colectividad las crean como verdaderas. Muchas veces, las mentiras se utilizan como una forma de evitar conflictos o proteger a alguien de una verdad dolorosa; por eso es mejor decir la verdad, ya que no existen las mentiras piadosas ni se puede maquillar la verdad.
El mentiricidio es el exceso de manifestar lo contrario de lo que se sabe; es la manipulación de las causas, los efectos y las consecuencias, para llevar al extremo una mentira sin filtros hasta el punto de hacer daño a los demás.
Con las fake news cada año se gastan miles de millones de dólares pagando reporteros implantando falsas noticias y produciendo falsos noticieros, los militares lo llaman INFOWARS, apropiarse de la mente del enemigo […]. (Cfr.fake news – Traducción al español – ejemplos inglés | Reverso Contexto. https://context.reverso.net/traduccion/ingles-espanol/fake+news).
No son actos ociosos, el peligro del mentiricidio, de la posverdad, del fake news cala en las personas, lentamente, dejando a un lado la honestidad, la integridad y el pensamiento objetivo, para darle lugar a la credibilidad a las noticias falsas, a la burla, el cinismo, la mendacidad y el vicio.
Dice María Ángeles Reyes: ¿Sabes lo que es el efecto Dunning-Kruger? Se trata de un sesgo cognitivo que debe su nombre a dos psicólogos que lo formularon en 1999, David Dunning y Justin Kruger. Se manifiesta cuando individuos muy incompetentes sobreestiman sus habilidades o conocimientos en cualquier área.
Generalmente, el rendimiento de esas personas es bajo. Pero es que, además, al no ser conscientes de su incompetencia, no sienten la necesidad de formarse y aprender. Porque, así es precisamente cómo se atenúa el problema. (Cfr. María Ángeles Reyes Barranquero. Sincericio y Mentiricio. Dos formas de aniquilar nuestras relaciones sociales. 2023.LinkedIn. https://www.linkedin.com › posts › mariaangelesreyesbar...).
La mentira constante es un ocultamiento o una falsa re-producción de hechos con el fin de buscar situaciones ventajosas, de evitar situaciones difíciles, de causarse daño y a los demás. De inducir a error. En la persona adulta, además de la mentira consciente para conseguir determinados fines, puede existir una tendencia habitual a la mentira bajo la forma de exageración, alarde, falso recuerdo o verdadera mentira que llega a creer su mismo autor, y en ese caso se habla de seudología,[Nota del autor: Según la Universidad de Navarra: La seudología es el trastorno de la memoria que consiste en una tendencia incontrolable a relatar hechos o historias que son producto de la fantasía y que llegan a ser creídas por quien las sufre] frecuente en personalidades histéricas o psicópatas. Por último, A. Adler introdujo la expresión “mentira de vida” para indicar aquellos autoengaños con los que muchos sujetos compensan su complejo de inferioridad. (Cfr. Diccionario de Psicología- Umberto Galimberti – The greatest. https://saberespsi.files.wordpress.com/…/galimberti-umberto-diccionario-de-psicologc3a.).
Otro trastorno psicológico se refiere a la mitomanía que consiste en mentir de manera compulsiva y patológica. El mitómano falsea la realidad para hacerla más soportable e incluso puede tener una imagen distorsionada de sí mismo, generalmente con delirio de grandeza (lo que produce una gran distancia con la imagen real).(Cfr. Definición de mitómano – Qué es, Significado y Concepto. https://definicion.de/mitomano/).
Según la psicóloga Carolina Gölcher: «Parece, entonces, que vivimos en la civilización del fetiche, urgidos de postizos para escondernos y, como apuntó Milan Kundera, para disfrazarnos; he ahí la gran caída del siglo XXI y, por tanto, la condena que transmitimos a las generaciones venideras: somos lo que mostramos.
La televisión atiborrada de «reality shows» con personas, historias y afectos falsos hasta la náusea […] redes sociales desbordadas de exhibicionismo y narcisismo; […] tratamientos estéticos que pretenden […] desdibujar lo real de un cuerpo imperfecto […] Frente a esos escenarios, [y yo añadiría otra multitud de factores que desdibujan la realidad] no dudo que vivir rodeados de confabulaciones esté incidiendo, para mal, en nuestra salud mental. (Cfr. Carolina Gölcher, Foro de La Nación, La verdad rota, sábado 16 de marzo de 2019, pág. 22A).
No decir la verdad tiene un significado fundamentalmente moral […] y hay mentira dice san Agustín cuando se dice algo con el fin de engañar […] La mentira es condenable por su misma naturaleza. Es una profanación de la palabra cuyo objeto es comunicar a otros la verdad conocida. La intención deliberada de inducir al prójimo a error mediante palabras contrarias a la verdad constituye una falta contra la justicia y la caridad. La culpabilidad es mayor cuando la intención de engañar corre el riesgo de tener consecuencias funestas para los que son desviados de la verdad. (Cfr. Blázquez, Devesa y Cano. Diccionario de Términos Éticos, págs. 372, 373).
En una cita que precede a este comentario Adler se refirió a las mentiras de vida para indicar los autoengaños con los que muchos sujetos compensan sus complejos de inferioridad.
Éticamente, se debe ser uno mismo, con autenticidad, con verdades verídicas. Sólo hay una pequeña parte del universo de la que sabrás con certeza que puede ser mejorada, y esa parte eres tú. Aldous Huxley.
La congruencia ética de mis acciones personales
«Todos somos iguales ante el deber moral». (Immanuel Kant).
Para el periodista colombiano Javier Darío Restrepo: La ética no se impone: se adopta por una libre decisión personal. En esto se diferencia de la ley que es coactiva y se cumple por presión del policía que exige y vigila su cumplimiento y sanciona el incumplimiento. Para la ética no hay otro policía que la propia conciencia. No la puede imponer un reglamento de trabajo, ni un manual de estilo. Es una decisión personal.
Lo cierto es que nadie puede exigirle el cumplimiento de sus propias normas de vida a otro. La ética, la moral, los valores y las virtudes no pueden reducirse mecánicamente a un reglamento o un código de normas de conducta. El desarrollo moral personal va más allá de las mismas reglamentaciones.
Cada quien es juez de sí mismo. Las cavilaciones interiores de nuestra conciencia, las propias experiencias de vida, permiten abordar reflexivamente la mejor manera de convivir con otras personas. Si una persona no se autocritica y autocorrige se condena al rechazo de los demás.
¿Se imagina un mundo donde nadie piense, diga o haga algo que ponga en peligro la felicidad de otra persona? Ese sería un mundo ético. Un mundo donde la felicidad de uno mismo y la de los demás sería la prioridad de todo pensamiento, de toda palabra y de toda acción.(Se fundamentan estos comentarios y posteriores párrafos en eticasegura.fnpi.org/2013/11/25/el-periodismo-etico-se-resumen-en-5-principios-ejn/).
Estamos acostumbrados a creer que la ética, la moral vivida, el modelado de valores y el autodesarrollo de las virtudes se muestra cuando hay conductas de por medio. No es singularmente así. También cualquier pensamiento que afecte su propia felicidad de manera negativa se podría considerar poco ético.
Pensamiento, palabra y obra. La ética de su pensamiento da congruencia y sentido a sus palabras. No es correcto pensar algo y decir otra cosa.
El siguiente eslabón de su conciencia es la palabra. Habrá coherencia cuando se ordenan y cohesionan sus ideas y sus pensamientos. No permita que sus palabras afecten la felicidad de quienes le escuchan, ya que las palabras pueden aportar valor o infortunio.
Es imposible agredir verbalmente a otros sin agredirnos a nosotros mismos. ¿Acaso, después de una disputa verbal queda tranquilo y en paz después de ser poco moral con otra persona? Ello refleja su actitud moral. Llamar ignorante gratuitamente a otra persona retrecha la baja condición de su conciencia moral.
El último eslabón de la cadena tiene relación con sus obras y conductas. Lo diáfano de sus acciones les permite a otros forjar un juicio de valor acerca de su conducta. La congruencia de su pensamiento, palabra y obra será ejemplo de moralidad y de buena ciudadanía en el entorno de su familia, el espacio laboral y su comunidad. La virtud es nuestro único bien personal.