Por Arturo Fournier, abogadoi jubilado y exdiplomático.
Semana del 10 al 16 de Marzo del 2025
10 de marzo de 1945 (hace 80 años) termina bombardeo sobre Tokio, del que relaté en la columna https://revistavisioncr.com/esta-semana-en-la-historia-19/
El 11 de marzo de 1921 (hace 104 años) nació Astor Piazzola en Mar del Plata, hijo de inmigrantes italianos que inicialmente intentaron quedarse en los Estados Unidos, gran músico argentino, quien revolucionó el género musical del tango y es considerado uno de los músicos más geniales del siglo XX.

Su padre, llamado por él: “nonino”, a quien le dedicó una de sus más famosas piezas: “Adiós nonino”, amaba el tango, por lo que le compró un bandoneón en 1925, pero Astor prefería el jazz y la música de Bach. Conoció a Gardel cuando llegó a Nueva York para grabar sus películas, y de inmediato hicieron amistad, porque Piazzola le sirvió de guía y de traductor, de ahí apareció en una de las películas, como actor improvisado.
A los 16 volvió a su ciudad natal, sin necesidad de ser deportado, ni pasar por terceros países, donde empezó a tomar clases de violín con el connotado músico Elvino Vardano, quien terminó integrando uno de sus quintetos; a los 18 se instaló en Buenos Aires, donde se hizo seguidor del maravilloso Aníbal Troilo -Pichuco-, quien aceptó ponerlo a tocar, cuando uno de sus músicos enfermó, interpretación en la que entregó su vida; fue aceptado e integró el grupo durante 5 años, durante los cuales su sueño fue “casar” el tango con la música clásica.
Siguió estudiando contrapunto y composición clásica y experimentando con otros grupos, hasta que en 1946 formó su propio conjunto musical. Luego se fue con una beca a París, para estudiar con la más importante pedagoga de la época: Nadia Boulanger, la maestra de Leonard Bernstein y Dinu Lipati, entre muchos otros.
Al inicio costó que su música fuera aceptada como tango, puesto que no usaba ni el ritmo ni el estilo tradicional, lo que causó que algunos lo consideraran un cabaretero más, y otros, algunos de la vieja guardia hasta le atribuyeron el mote de “traidor”.
Desarrolló su estilo propio, muy diferente, pero tango al fin, que ha tenido gran acogida hasta el día de hoy.
Sufrió un infarto en París el 14 de agosto de 1990, mientras estaba de gira, presentando sus conciertos. De inmediato se lo llevaron a Argentina su país natal, donde quedó inmóvil en coma, en estado prácticamente vegetativo durante casi 2 años, muriendo el 4 de julio de 1992.
11 de marzo de 1990 (hace 35 años) Pinochet tiene que salir del gobierno, por la presión popular contra su dictadura de 17 años, durante los cuales gobernó el país a sangre y fuego, persiguiendo a todos sus adversarios y mandando a asesinar a miles de personas, algunas de las cuales fueron desaparecidas sin rastro, como era usual en esos años en los regímenes militares del Cono Sur.
Hizo todos los intentos por evitar la entrega del poder, pero no le quedó más alternativa, ya que perdió un plebiscito que convocaron para tratar de sostenerlo en el poder; consulta que no pudo ganar a pesar de la represión.
Dejó como legado una Constitución Política, diseñada para protegerlo y para mantener su control sobre el aparato estatal, lo que también le permitió mantenerse al mando de las fuerzas armadas hasta 1998.
Con el regreso a la democracia empezaron a descubrirse muchos de los horrores que su régimen había cometido, hasta que vino la orden de captura internacional en su contra, para juzgarlo. Luego sus cómplices descubrieron que también a ellos les había causado perjuicios, apoderándose ilegalmente de muchos dineros y fondos que debió haber compartido, por lo que también otros sectores lo recriminaron.
Yo traté de constituir un Tribunal Internacional para juzgarlo aquí en Costa Rica, dándole la oportunidad de defensa que él no otorgó a sus víctimas, pero no pudimos terminarlo.
Murió el 10 de diciembre del 2006, en Providencia.
13 de marzo de 1954 (hace 71 años) empieza la batalla de Dien Bien Phu, en el noroeste de Vietnam, durante la lucha del Viet Minh por la independencia de ese país, que en ese momento era todavía colonia francesa, el enfrentamiento terminó con victoria para los asiáticos, algo que los europeos jamás osaron imaginar, pero lamentablemente causó la división del país, por presiones foráneas, con un gobierno propio en el norte, y uno propenso al dominio extranjero en el sur.

En Costa Rica
10 de marzo de 1900 (hace 125 años) nace don Rafael Ángel Calderón Guardia, uno de los principales caudillos, una de las figuras más prominentes de la Costa Rica del siglo XX.

Médico y político, presidente de la República de 1940 a 1944, conocido como “el doctor” o “el reformador social”, a veces en detrimento del Lic. Manuel Mora su gran amigo, cuyo partido se constituyó en uno de los principales apoyos durante los grandes cambios, liderando junto a Monseñor Sanabria las reformas legales, políticas, culturales, educativas y sociales de la década de 1940.

Como todos los grandes líderes, tuvo grandes aciertos y también faltas; unas y otras se engrandecen o se limitan, de conformidad con los intereses de quienes se refieren al tema, sin embargo, es indiscutible que jugó un papel trascendental en la Costa Rica de entonces, contribuyendo a la consolidación del estado social de derecho, que luego de la guerra civil fue profundizado y continuado por sus adversarios socialdemócratas.
Tuvo que exiliarse en 1948, al final de la guerra.
Regresó definitivamente en 1958, y siguió participando en la vida política y cívica del país, esta vez como Diputado en la Asamblea Legislativa.
Se le declaró Benemérito de la Patria el 17 de abril de 1974, por acuerdo Nº1410 de la Asamblea Legislativa.
Falleció en San José el 9 de junio de 1970.

12 de marzo de 1948 (hace 77 años) empieza la guerra civil en nuestro país, la contienda bélica que enfrentó y desgarró a la sociedad costarricense durante 40 días, en dos bandos contrarios con unas alianzas que a los extranjeros parecen muy curiosas y las consideran como algo muy típico de este país: por un lado el Partido Republicano, gobernante en esos momentos, de tendencia conservadora, lo que ahora algunos calificarían hasta de derecha, junto con el Partido Comunista (llamado en esos momentos Vanguardia Popular), y algunos individuos del catolicismo, contra los socialdemócratas, en alianza con sectores muy conservadores, otros de extrema derecha y defensores de la libertad electoral.
Durante ese período hubo 1800 muertos -según algunos cálculos, porque creo que nunca se sabrá la cantidad exacta-, un promedio de 45 personas fallecidas por día, lo cual nos eriza el pelo del terror, aunque si lo comparamos con la media de 855 personas muertas por día durante la Guerra Civil España, no parece tanto.

Pero no debemos conformarnos con un horror más grande, aunque hubiera resultado sólo 1 persona muerta, ello debe siempre espantarnos, ya que la vida humana es invaluable, es el bien, el derecho humano más preciado, sin el cual no podemos pretender nada más.
Por ello no debemos llamar al odio, siempre debemos buscar el entendimiento y el diálogo, como muy bien lo hicieron 60 años después, en marzo del 2008, según reportaje en la Sección PROA de La Nación, del domingo 9 de marzo (pág. 10): “En una conversación informal, sin odios, rencores ni censuras, cuatro excombatientes del 48 recordaron aquel conflicto bélico” sin importar “que dos de ellos fueran ´pericos´ uno ´mariachi´ y el último comunista de los más bravos”.
Perico se le decía a los liberacionistas, mariachi a los republicanos y comunista a los vanguardistas.
14 de marzo de 1926 (hace 99 años) sucedió en el río Virilla la peor tragedia ferroviaria en la historia de Costa Rica, cuando descarriló un tren demasiado cargado de pasajeros.

En el centenario hablaremos con más detalle.
La sufrió directamente mi abuelo materno: Gonzalo Facio Ulloa, quien trabajaba para el ferrocarril, ya que presenció todo el horror, sin poder soltarse ni ayudar a los sufrientes. Quedó tan impresionado que el pelo negro que tenía, se le llenó inmediatamente de canas y se le puso totalmente blanco.