Por Carlos Fernández Mora, periodista y escritor.
El Maestro don Antonio Zambrana, orador insigne y literato de gran prestigio, asistía a una comida que un grupo de admiradores ofreció al gran poeta peruano, «Cantor de América», José Santos Chocano, y en el momento en que uno de los asistentes estaba pronunciando, con entusiasmo, uno de esos inevitables discursos de sobremesa, hizo un gesto.
—»Dispense usted, Maestro Zambrana, exclamó con cierta sequedad el orador, termino enseguida».
Prosiguió la interminable parrafada durante más tiempo del que los comensales hubieran deseado y cuando al fin terminó, el orador se volvió hacia Zambrana para decirle:
—»Ahora usted Maestro. ¿Qué iba a decir antes?» Entonces, aquel famoso orador, cuyo verbo mantenía por espacio de largas horas la atención de su público, en tono muy bajito dijo:
—»¿Yo? Nada. Iba simplemente a pedir sal…
*caricatura de Juan Manuel Sánchez.