El cultivo de la espiritualidad humana

El cultivo de la espiritualidad humana

César G. Fernández Rojas, educador jubilado.

“Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada”. (Juan 15,5).

Esta cita expresa la profunda relación entre lo divino y la vida humana, comparando a Cristo con la vid y a quienes lo siguen con los sarmientos. La vid es la fuente de vida y sustento, y los sarmientos, para dar fruto, deben permanecer unidos a ella. (CfrCULTIVAR LA ESPIRITUALIDAD – In & Out. edelvivesinout.com.https://www.edelvivesinout.com › 2023/12/22 › cultiva…).

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Permanezcan en mí y yo en ustedes; para dar fruto permanezcan unidos en mí: «Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el granjero. Cada rama que no da fruto en mí, la corta, y toda rama que da fruto, la poda para dar más fruto. Ya sois puros, por la palabra que os he hablado”.

Según Seligman y Peterson la espiritualidad es una virtud que articula, vertebra y potencia otras virtudes y fortalezas humanas. Es una dimensión profunda de la persona que dasignificado y sentido a la vida.

La espiritualidad va más allá de lo cotidiano, es la voluntad de trascender lo inmediato y descubrir en lo efímero lo eterno. Es integrar, unir la realidad para dar sentido a la existencia. Permite tomar distancia e identificar los puntos débiles y fortalezas de nuestra vida, y esto es fundamental para diseñar un proyecto de vida con sentido de trascendencia. (M. Seligman y C. Peterson, Character Strengths and Virtues: A Handbook and Classification, Oxford University Press, 2004).

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El cultivo de la espiritualidad humana conduce a una búsqueda interior con significado, propósito y unidad con algo más grande que uno mismo. Esto puede manifestarse por medio del servicio al atender las necesidades de otras personas, con la práctica de valores y virtudes como la bondad, la caridad, la generosidad y la rectitud, todo ello, al aunar vida y fe, como una ofrenda, una oración constante en un continuo fluir entre Dios y la vida, la vida y Dios.

Y en esos momentos de intensa necesidad la oración puede ayudar a superar estados de dolor, cuando el cuerpo se debilita y la incertidumbre trae temor; cuando la confianza se destruye y la soledad se vuelve insoportable; cuando el vacío de la ausencia pesa en el alma y el consuelo se percibe lejano; cuando el sufrimiento y la injusticia ajena produce impotencia ante la adversidad; cuando la dirección que toma la vida se torna confusa y no se ve la luz que ilumine el camino; cuando las angustias acarrean desesperanzas que amenazan la fe; en momentos de agotamiento existencial cuando el cansancio parece superar la capacidad de seguir adelante; frente a los vacíos de la vida interior cuando el alma siente que falta un vínculo superior; en las noches oscuras del alma cuando la fe es puesta a prueba y se necesita una conexión profunda con lo trascendente y, entonces, la perseverancia en la oración es clave para encontrar el rumbo, la paz, la reflexión, serenidad, salud, sabiduría y solución a los problemas en medio de la tormenta.

La oración es el refugio íntimo que ofrece fortaleza, consuelo y claridad. El avío del espíritu es una agnación del Padre con cada uno de nosotros, sus hijos e hijas, de aquietar la mente y el corazón, en la presencia de Dios. La mayor riqueza del vínculo con el Señor es ponerse en su presencia en silencio y contemplación, dejando que Dios hable en lo profundo del alma.

Cuándo debemos orar? -

Ponte en presencia del Señor y usa la oración piadosa cuando tiene dudas, necesidad de guía; la oración espontánea cuando quiera agradecer o conversar amigablemente; bíblica cuando evoca el uso de escrituras, oraciones tradicionales, salmos y oraciones bíblicas; litúrgica cuando se realiza en el entorno de la liturgia y los sacramentos; de petición, con humildad, cuando sienta la necesidad de pedir ayuda o presentar una solicitud personal; desiderativa cuando se expresa un deseo; de perdón cuando tiene necesidad de mostrar arrepentimiento.

Utiliza la oración como bendición cuando se invoca la bondad de Dios; de adoración cuando muestra reverencia a la grandeza de Dios; de intercesión cuando se ora por otra persona pidiendo un favor o su bienestar; de acción de gracias cuando se recibe la Gracia y la bendición otorgada; de alabanza cuando se celebra la misericordia y el poder de Dios; contemplativa cuando se necesita la meditación y el silencio interior; de mediación cuando se ora por los santos y la comunidad eclesial; comunitaria cuando se fortalece la comunicación con Dios en la unión de voces y corazones creando espacios espirituales compartidos por fieles, en reuniones familiares, encuentros de iglesias e incluso en eventos públicos.

El cultivo de la espiritualidad es un viaje personal y continuo. No existe un camino único de llegar a la espiritualidad, y la persona puede encontrar la senda de su propio camino: la senda del Señor nuestro Dios.

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Cultiva la espiritualidad, sigue el camino espiritual que se debe recorrer al vivir según los principios divinos y la fe. Orienta la vida por el vínculo con lo sagrado, sigue un camino de amor, justicia, paz y misericordia.

Producir frutos en la vida cristiana se trata de crecer intencionalmente en nuestra caminata con Cristo, invitar a la obra de transformación del Espíritu Santo en nosotros y obedecer activamente a Dios en todo lo que nos llama a hacer.

Cultiva valores y virtudes, sé amable, agradece siempre, practica la humildad, la integridad, la diligencia, la probidad, ejerce su apostolado como vocación de servicio, pasa tiempo con la naturaleza, admira la Creación, conserva siempre el vínculo con Dios y utiliza tiempo para las lecturas bíblicas.

Cultiva la espiritualidad, sé consciente del mundo que le rodea, profesa la oración: “Cuando el magisterio de la Iglesia afirma que las almas de los santos inmediatamente después de la muerte gozan de la visión beatífica de Dios y de la comunión perfecta con Cristo, presupone siempre que se trata de las almas que se encuentren purificadas. Por ello, aunque se refieran al santuario terreno, las palabras del Salmo 15, 1-2 tienen también mucho sentido para la vida posmortal: ´Yahveh, ¿quién morará en tu tienda? ¿quién habitará en tu santo monte? – El que anda sin tacha´. Nada manchado puede entrar en la presencia del Señor”. (Cfr. Purificación del alma para el encuentro con Cristo glorioso. Catholic.net. https://es.catholic.net › artículos › 8-purificacin-del-alma).

La Creación del mundo (Gn 1,1–2,2)

La fecundidad del apostolado de la vocación de servicio se nutre de lo divino al realizar y fomentar obras compartidas en la búsqueda de la fraternidad, la solidaridad y la compasión de quien necesita ayuda.

Afirmó, en vida, el Papa Francisco: “Estamos llamados a promover la cultura de la paz, el diálogo y la solidaridad, todos deseamos vivir como hermanos y el hecho de que a menudo esto no ocurra -y desgraciadamente tenemos signos dramáticos de ello- debería estimular aún más la búsqueda de la fraternidad.

Es cierto que las religiones no tienen la fuerza política para imponer la paz, pero al transformar al ser humano desde dentro, al invitarle a apartarse del mal, le orienta hacia una actitud de paz.

El papa Francisco, cinco años como pontífice en imágenes | Fotos | Internacional | EL PAÍS
«Todos deseamos vivir como hermanos».

Las religiones tienen, pues, una responsabilidad decisiva en la convivencia de los pueblos: su diálogo teje una red pacífica, rechaza las tentaciones de desgarrar el tejido civil y libera de la instrumentalización de las diferencias religiosas con fines políticos”. (Cfr. El Papa: La responsabilidad decisiva de las religiones en …Vatican News.https://www.vaticannews.va › papa › news › papa-respo…).

A la luz de la palabra bíblica, de su vivencia religiosa que determina la senda de su propio camino y elapostolado de la vocación de servicio, formule y compartaun proyecto de vida, para el desarrollo de la dimensión espiritual que responda a valores personales y sociales, con referencia a Dios; al considerar situaciones vitales complejas y favorecer actitudes y actos de respeto, prudencia, sincretismo, reconciliación, perdón y purificación del alma.

El propósito de este proyecto de vida permite a las personas descubrir las experiencias de plenitud que se experimentan en el encuentro con Jesús; es la comprensión de que la cercanía de Dios permite sentirse parte de lo divino, estar en la fuente eterna de amor y verdad. El apostolado de la vocación de servicio en nombre de Dios da la certeza de que en Él la vida florece con autenticidad y significado.

Encuentro con Jesus 1 - Que es un encuentro con Jesús

Al realizar el apostolado de la vocación de servicio, se comunican y comparten de manera activa y experiencial, las habilidades espirituales de cada uno de los miembros del equipo de trabajo. Cada persona va a ser consciente de sus propios recursos interiores y va a compartir momentos de reflexión, de manera que lo que se ha razonado, experimentado y compartido, ha tenido el propósito de ser puesto al servicio de los demás, mejorando el ámbito social que les rodea.

Como sujetos éticos se tiene el deber de reconstruir el entorno social y cultural de quienes viven a nuestro lado, sean familia, amigos, vecinos, compañeros de trabajo y organizaciones deservicio, para que puedan crecer y realizar actividades de bondad filantrópica.

La filantropía, en su esencia, es la voluntad de ayudar a los demás sin esperar nada a cambio, impulsada por un profundo sentido de generosidad y compromiso con el bienestar ajeno. Al vincularse con la bondad, se refuerza la dimensión ética y espiritual que da significado a ese acto: no se trata de una acción caritativa, sino de crear una expresión genuina de empatía y servicio.

Desde esta perspectiva, la bondad filantrópica es la manifestación de una conciencia que reconoce la interdependencia humana para transformar a las comunidades y la sociedad desde la generosidad y la entrega desinteresada a los demás. Es el apostolado de la vocación de servicio la compasión se convierte en el motor del cambio para el desarrollo social y la justicia social.

Capitulo III Origenes del apostolado seglar | Accion Catolica Queretaro

En este sentido, la piedad, la sabiduría y la fortaleza son pilares fundamentales en el desarrollo del cultivo de la espiritualidad humana, y cada virtud representa una cualidad que contribuye a la armonía personal y colectiva.

El cultivo de la espiritualidad humana tiene fundamento en la piedad como expresión de una profunda compasión, una reverencia hacia la vida y la misericordia Divina.

Además de la vivencia religiosa, también abarca el respeto por el prójimo, la naturaleza y el sentido de interdependencia que une a los seres humanos. Cultivar la piedad es vivir con empatía, entendiendo que cada acción repercute en cada uno de nosotros, en nuestro entorno, la comunidad y la sociedad, en general.

El cultivo de la espiritualidad humana hace germinar la sabiduría que más allá de la erudición, se aplique con discernimiento para el cultivo de la espiritualidad humana, y se manifiesta en la capacidad de reconocer lo que es esencial de cada momento, equilibrando razón, la inteligencia emocional, experiencia vivencial, para actuar con lucidez en un continuo fluir entre Dios y la vida, la vida y Dios.

El cultivo de la espiritualidad humana fomenta la fortaleza en razón de la resistencia ante la adversidad y, además, desarrolla la capacidad de fundamentar valores y virtudes con firmeza y honorabilidad.

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Es el coraje para actuar cuando es necesario, manteniendo la prudencia, la moderación y la confianza en el propio propósito de vivir en el Señor. La fortaleza permite mantener la dignidad en los momentos difíciles y avanzar sin perder la integridad.

El cultivo de la espiritualidad humana fortalece la formación del carácter y la ética, mediante las tradiciones religiosas y las manifestaciones de la cultura popular. A ello se aúna la esencia de las iglesias como eclesialidad o comunidad entre fieles y la misión compartida en la construcción de la fe, y la formación de los principios, los valores y las virtudes eclesiales.

El cultivo de la espiritualidad humana como vía para la meditación y armonía entre la vida y la fe, desarrolla la introspección y la serenidad de encontrar sentido a los deberes ciudadanos, morales y éticos, ya que la doctrina social de la Iglesia adquiere valor al actuar de manera correcta y oportuna.

“La doctrina social de la Iglesia es el conjunto de enseñanzas sociales que la Iglesia Católica llama a practicar a cualquier cristiano o persona de cualquier origen y lugar, fundado en el Evangelio, el Magisterio y la Tradición. El Compendio de la doctrina social de la Iglesia y el Catecismo de la Iglesia católica la definen como: ´cuerpo doctrinal renovado, que se va articulando a medida que la Iglesia en la plenitud de la palabra de Dios, revelada por Jesucristo y mediante la asistencia del Espíritu Santo, lee los hechos según se desenvuelven en el curso de la historia´. El fin de la Doctrina social de la iglesia que se menciona en la conclusión del Compendio y como fin último es la construcción de la Civilización del Amor”. (Cfr. Doctrina social de la Iglesia – Wikipedia, la enciclopedia libreWikipedia.https://es.wikipedia.org › wiki › Doctrina social de la Iglesia).

Ciclo sobre la Doctrina Social de la Iglesia - Archidiócesis de Sevilla

El cultivo de la espiritualidad humana propicia un sentido de pertenencia, en tanto, las prácticas litúrgicas en templos, iglesias, mezquitas o sinagogas son espacios donde las personas encuentran el sentido del vínculo espiritual y emocional. Estas comunidades ayudan en tiempos difíciles y también impulsan la cooperación y el servicio mutuo.

El cultivo de la espiritualidad humana tiene un compromiso con la justicia social, porque las comunidades religiosas abogan por la equidad y el servicio a los demás. Mediante acciones como el voluntariado, la caridad y el trabajo por la justicia social, las comunidades religiosas contribuyen con una sociedad más justa y solidaria.

El cultivo de la espiritualidad humana faculta las narrativas simbólicas que inspiran el desarrollo humano, por cuanto las historias sagradas y los principios religiosos contienen enseñanzas profundas sobre la naturaleza humana, los desafíos morales y el sentido de la vida. Estas narrativas pueden servir como fuente de inspiración para el desarrollo personal y la construcción de sociedades más armoniosas. (CfrCULTIVAR LA ESPIRITUALIDAD – In & Out.edelvivesinout.com.https://www.edelvivesinout.com › 2023/12/22 › cultiva…).

Magister en Doctrina Social, Reflexión y Vida – Regnum Christi

El cultivo de la espiritualidad humana conduce a la transformación integral. Al construir hábitos y actitudes que se enlazan con los principios cristianos, la vivencia de valores y virtudes, se propicia un espacio interior que guía e ilumina su camino, y cada experiencia, en su apostolado como vocación de servicio, por sencilla que parezca, aporta al crecimiento personal.

Este viaje de transformación es la senda de la permanencia en Cristo y cada pequeño avance revela nuevas facetas en su ser superior.

La espiritualidad es la voluntad de trascender lo inmediato y descubrir en lo efímero lo eterno.

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