José Luis Valverde, periodista, RVCR.
¿Diay, pero cómo es eso?
Ahora aparece José Luis Valverde Morales, crítico de la gestión del presidente Chaves, reconociéndole méritos, algo no encaja, explico.
En lo personal no me mueve ningún sentimiento, ni a favor ni en contra de la persona de Rodrigo Chaves Robles, ciertamente soy crítico de su gestión, de los modales y maneras, pero acepto, así es él.
DIAGÓSTICO
Posiblemente en mucho su diagnóstico sea acertado, el estado se ha vuelto esclerótico, le cuesta moverse, la justicia no es pronta ni cumplida, la Asamblea Legislativa es un costoso paquidermo amodorrado, lento, la Contraloría General de la República, las más de las veces, llega al recuento de los cadáveres, en vez de aplicar medicina preventiva, donde si difiero de la A a la Z es respecto al Tribunal Supremo de Elecciones, su papel en la pureza del sufragio es presea dentro y fuera del país.
ASOLEAR LOS TRAPOS SUCIOS
Rodrigo Chaves, sacó muchos trapos sucios, basura escondida debajo de la alfombra durante décadas, esa ventilada de la casa sinceramente le hacía falta, de ahí el apoyo popular.
Hay figuras enquistadas durante décadas en el poder, los nombres se suceden, muchas veces mediante títeres, colocados como alfileres en la piel de la patria.
Rodrigo Chaves, vivió muchas décadas fuera del país, sus funciones ejecutivas en el Banco Mundial, eran: ¡Se hace…punto! No en todos los países existían personas con la dignidad de Rodrigo Carazo Odio, para ponerlos con los bártulos fuera de la casa.
Chaves llega a una patria desconocida, muy distinta a la dejada cuando migró, se insertó de pies a cabeza en las células del organismo financiero internacional, tan particular en sus modos y haceres.
ENCABRONADAS.
El legado de Rodrigo Chaves, es dejar a una buena cantidad de personas encabronadas (con justicia o no), donde definitivamente falló, es en la aplicación de la medicina, la pócima amarga, autoritaria, impositiva, funcionó en otros lares, no en la pasivo agresiva, personalidad de los ticos.
En Costa Rica la vía es distinta, la marcaron personas tan disimiles en ideología, como el comunista Manuel Mora Valverde, el cura católico Víctor Manuel Sanabria Martínez, el médico Rafael Ángel Calderón Guardia.
Posiblemente el papá de Rodrigo Chaves, a quien él identifica como “el chofer de don Pepe”, le hubiera aconsejado la senda del diálogo, respeto, concertación, la fórmula de la penumbra en la fría noche en el cerro de Ochomogo, cuando llevó al caudillo a pactar el acuerdo con los adversarios, representados por Manuel Mora Valverde, el testigo en las sombras Carlos Luis Fallas (CALUFA) y el presbítero Benjamín Nuñez Vargas.
Las elecciones del primer domingo de febrero, serán el parteaguas en el devenir de la patria, muchos en el fondo posiblemente coincidimos con el diagnóstico del “médico” Rodrigo Chaves Robles, pero deseamos, la cirugía sea ejecutada por un profesional respetuoso, empático, capaz, no sólo de hendir el bisturí en el quirófano, también de tranquilizar al enfermo en la antesala de la cirugía.
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