Redacción y agencias.
La noche de los cristales rotos, o Kristallnacht en alemán, fue un evento violento y decisivo en la historia de la Alemania nazi, que ocurrió entre el 9 y el 10 de noviembre de 1938. Este episodio marca el inicio de una escalada de represión y violencia sistemática contra los judíos en la Alemania de Hitler, preludio del Holocausto. Fue una noche de destrucción organizada contra negocios, sinagogas y propiedades judías, dejando a la comunidad judía en una situación de extrema vulnerabilidad y miedo.
A finales de la década de 1930, el gobierno nazi bajo el liderazgo de Adolf Hitler ya había implementado una serie de leyes y políticas antisemitas para excluir a los judíos de la vida pública y económica de Alemania. Estas leyes, conocidas como las Leyes de Núremberg, prohibían los matrimonios y relaciones entre judíos y no judíos, les negaban la ciudadanía alemana y restringían sus derechos. Para 1938, las tensiones y el odio antisemita en Alemania y Austria (anexada en marzo de ese año) alcanzaron un punto álgido.
La Noche de los Cristales Rotos fue desatada por el asesinato del diplomático alemán Ernst vom Rath en París el 7 de noviembre de 1938. Herschel Grynszpan, un joven judío polaco, disparó a Vom Rath como acto de protesta contra la persecución de su familia, quienes habían sido expulsados de Alemania junto con otros judíos polacos. Este hecho fue aprovechado por los nazis como una excusa para promover y justificar un ataque generalizado contra la comunidad judía.
Entre el 9 y el 10 de noviembre, las SA (tropas de asalto) y las SS (escuadrones de protección) nazi, junto con ciudadanos alemanes alentados por la propaganda y las órdenes del gobierno, atacaron masivamente propiedades judías. Durante esa noche y el día siguiente, alrededor de 7,500 negocios judíos fueron saqueados y destruidos, casi 300 sinagogas fueron incendiadas, y miles de hogares y cementerios judíos fueron vandalizados. Las calles quedaron cubiertas de cristales rotos de escaparates de tiendas, lo cual dio origen al nombre de “Noche de los Cristales Rotos”.
Además de los daños materiales, se estima que alrededor de 30,000 judíos fueron arrestados y enviados a campos de concentración, marcando la primera vez que se los encarcelaba en masa bajo el régimen nazi. Aproximadamente 100 personas murieron durante los ataques o como resultado directo de la violencia de esa noche.
La Noche de los Cristales Rotos tuvo consecuencias devastadoras para la comunidad judía. No solo se incrementó la hostilidad en su contra, sino que también marcó un cambio radical en la política nazi, pasando de la discriminación y marginación a la violencia abierta y a la persecución física. La respuesta de la comunidad internacional fue en gran medida de condena, aunque pocos gobiernos tomaron medidas contundentes. Esto también fue una señal de alarma, indicando a muchos judíos la necesidad de abandonar Alemania si podían hacerlo.
Tras esta noche, los nazis impusieron multas masivas a la comunidad judía alemana, obligándola a pagar por los daños causados y despojándola de aún más recursos. Este evento también envió un mensaje al pueblo alemán de que la violencia antisemita sería tolerada e incluso promovida por el Estado, lo que allanó el camino hacia la Solución Final y el Holocausto.
La Noche de los Cristales Rotos es un recordatorio sombrío de hasta dónde pueden llevar el odio y la intolerancia cuando son institucionalizados y alentados por el poder político.
Causas y consecuencias de la La Noche de los cristales rotos
El evento fue desencadenada por varios factores:
Antisemitismo estatal: Desde que Hitler llegó al poder en 1933, el régimen nazi adoptó políticas antisemitas, fomentando la discriminación y violencia contra la población judía. Las leyes de Núremberg de 1935, que negaban la ciudadanía y los derechos básicos a los judíos, institucionalizaron esta persecución.
Propaganda antijudía: El régimen nazi utilizó una propaganda intensiva para culpar a los judíos de problemas económicos y sociales de Alemania, generando odio y desconfianza en la sociedad hacia esta población.
Asesinato de Ernst vom Rath: El evento inmediato que desencadenó la Kristallnacht fue el asesinato de Ernst vom Rath, un diplomático alemán en París, a manos de Herschel Grynszpan, un joven judío polaco que buscaba venganza por el trato que el régimen nazi dio a sus padres y otros judíos polacos deportados de Alemania.
Permisividad y organización de las autoridades nazis: La Noche de los Cristales Rotos fue orquestada por altos mandos nazis, quienes ordenaron a las SS, la SA y la policía atacar hogares, negocios y sinagogas judías. Se permitió a los ciudadanos participar y saquear propiedades judías sin consecuencia alguna, en una clara muestra de la complicidad y apoyo del Estado.
Algunas de las principales consecuencias fueron:
Escalada en la persecución contra los judíos: La Kristallnacht marcó el inicio de una fase de violencia abierta y sin restricciones contra la comunidad judía en Alemania y Austria. Después de esta noche, las agresiones y la represión aumentaron drásticamente, y el régimen nazi adoptó políticas de expulsión y confinamiento de judíos en guetos y campos de concentración.
Encarcelamiento masivo y aumento en deportaciones: Aproximadamente 30,000 judíos fueron arrestados durante la Noche de los Cristales Rotos y enviados a campos de concentración como Dachau, Buchenwald y Sachsenhausen, donde muchos fueron torturados o asesinados. Esto marcó un cambio hacia una política de encarcelamiento masivo de judíos.
Destrucción económica de la comunidad judía: Los nazis impusieron una multa colectiva de mil millones de marcos a la comunidad judía alemana, alegando que los judíos eran responsables de los disturbios. A los judíos también se les exigió cubrir el costo de reparación de los daños, y se confiscaron muchas propiedades y empresas. Esto devastó económicamente a la comunidad judía y los privó de medios de subsistencia.
Aislamiento social de los judíos: Tras este evento, el régimen nazi intensificó sus políticas de segregación, prohibiendo a los judíos el acceso a muchas áreas públicas, como escuelas, parques, teatros y hospitales, y expulsándolos de las profesiones.
Respuesta internacional: Aunque la Kristallnacht atrajo la condena internacional, muchos países, incluida gran parte de Europa y Estados Unidos, mantuvieron estrictas cuotas de inmigración, lo que dificultó que los judíos escaparan de Alemania. La falta de acción decisiva de la comunidad internacional envió una señal al régimen nazi de que su persecución de los judíos podría continuar sin una intervención seria.
Preludio del Holocausto: La Noche de los Cristales Rotos fue un punto de inflexión que mostró a los nazis que podían llevar a cabo políticas extremas contra los judíos sin consecuencias internas o externas significativas. Esto reforzó su determinación de implementar la «Solución Final», el plan de exterminio sistemático de los judíos, que se materializaría durante los años siguientes en el Holocausto.