Federico Paredes, analista agroambiental.
Otro concepto muy en boga dentro de la dinámica de cómo hacer una empresa sostenible, es la de la economía circular que complementa perfectamente la herramienta de ASG (Ambiente, Sostenibilidad y Gobernanza), analizada en el comentario anterior.
En términos muy generales, la economía circular busca reducir el desperdicio e impulsar la sostenibilidad en las empresas, en cuanto a la producción y consumo de bienes y servicios se refiere.
Las empresas tienen diferentes vías para poder implementar esta actividad, siguiendo algunos principios básicos, que se resumen en las cinco R:Reducir, Reutilizar, Reciclar, Recuperar y Rechazar.
Por ejemplo, la primera se enfilaa reducir el desperdicio de agua (riego de jardines, lavado de vehículos, uso en baños),de electricidad (iluminación, calefacción, activación de máquinas), de papel (de oficina, en secadores de manos, en limpieza de cocina), de detergentes o líquidos de limpieza en general.
La reutilización ha sido muy controversial, en el sentido de cuál es o debe ser el criterio para reutilizar un material; las cajas de cartón se pueden reutilizar como tales o se pueden desarmar para enviarlas a una procesadora de papel y cartón; las cajas vacías requieren de gran espacio y por eso no es funcional guardarlas mucho tiempo.
Hay ciertos elementos que definitivamente no se pueden reutilizar. Este es el caso de los tubos fluorescentes, las pantallas planas de TV o de los monitores de computadora.
El reciclaje ha cobrado gran actualidad en nuestros días, ya que representa la actitud de alargar la vida útil de varios materiales. El más representativo es el plástico que, en sus diferentes constituciones, tiene una gran versatilidad para ser reusado en su diseño original (botellas, garrafones, estañones, bidones) o bien mediante la extrusión para obtener “pellets”y fabricar nuevos productos.
La recuperación de materiales conduce a obtener componentes que estaban en los objetos o máquinas que cumplieron su ciclo de vida, pero que pueden ser reusados en sus partes o en constituyentes primarios; este es el caso de ciertos elementos como el oro, el platino o la plata que forman parte de muchos de los aparatos digitales, tales como celulares, videojuegos, tabletas, controles de drones y otros similares.
El rechazo es sumamente importante ya que se concibe como la actitud responsable de la persona o empresa en NO utilizar ciertos materiales o técnicas que van contra la sostenibilidad o el respeto al medio ambiente.
Muchas empresas en EUA publicitan en sus productos la no adición de ciertas hormonas en su productos avícolas o en la fabricación de salsas o cremas de consumo alimentario, como una forma de respetar el criterios y gustos de los consumidores hacia ciertos ingredientes que pueden ser nocivos para su salud.
Todas estas prácticas tienen varios beneficios, tanto dentro de la empresa, como hacia los clientes o consumidores. Una de ellas es la reducción de residuos. Entre menos residuos se generen, menos impacto habrá en los vertederos o en los cuerpos de agua.
Otro beneficio es que en la medida en que se cuide, se mantenga o se repare a tiempo un motor, una maquinaria o un vehículo, menor será la necesidad de adquirir nuevos equipos, que, a su vez, han demandado el consumo de más recursos del ambiente.
La economía circular puede, definitivamente, ayudar a reducir las emisiones los GEI, o Gases de Efecto Invernadero.
Los empresarios llegan a comprender que una compañía o entidad, manejada de forma sostenible, es benéfica para el entorno, para su economía corporativa, para el cliente e inclusive para los proveedores de la misma empresa.
En síntesis, la economía circular busca tres grandes objetivos: a- Una transformación de los paradigmas operativos tradicionales, b- La maximización del uso de los recursos al tiempo que se reducen sus residuos, y c- Minimizar, en todos sus procesos, el efecto o el impacto ambiental.
Todo este fenómeno nos conduce a producir un cambio de mentalidad en la empresa y en la sociedad misma, para valorar la sostenibilidad y la armonía con la naturaleza. Es más, la economía circular puede impulsar la innovación y el desarrollo de nuevas técnicas y productos sostenibles.
El Gobierno debe de aprovechar esta corriente mundial de sostenibilidad para impulsar políticas públicas y regulaciones que reafirmen su carácter de país ecológico y consciente de su papel en el entramado de la responsabilidad hacia la protección del medio ambiente y sus recursos. Y ya lo ha hecho, con la prohibición del uso del estereofón (espuma de poliestireno)… pero aun nos falta mucho poralcanzar.
