- Nuevamente la credibilidad de la Organización de Estados Americanos se pone en entredicho debido a las ambiguas posiciones de algunos de los países miembros.
- Las actas publicadas por la oposición venezolana y los informes técnicos de la misma OEA y del Centro Carter, entre otros, dan cuenta de las flagrantes violaciones y manipulación del régimen de Nicolás Maduro que ha arremetido -a sangre y fuego- contra la voluntad popular expresada en las urnas.
Adriana Núñez, periodista Visión CR
Originalmente a petición de nueve países: Argentina, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay, los cuales firmaron una solicitud formal ante la Organización de Estados Americanos (OEA), se efectuó este 31 de julio una reunión extraordinaria de su Consejo Permanente.
La cita, que se agendó a partir de las cinco de la tarde hora de Costa Rica, 7 de la noche en Washington, se demoró para arrancar, pues según su presidente, Sir Ronald Sanders, originario de Antigua y Barbuda, “desde las 10 de la mañana se había iniciado una consulta para tratar de unificar posiciones en torno a la situación de Venezuela y al proyecto de resolución que se analizaría durante el encuentro”.
No obstante, Sanders indicó que había diferencias en relación a uno de los párrafos y que por ello, no se logró consensuar por lo que se sometería a votación el texto presentado. Tras agradecer la presencia de gran cantidad de ministros de Relaciones Exteriores de la región, embajadores y representantes, se aprobó el orden del día conforme al artículo 43 del estatuto y se leyó la propuesta, que se basó en los aspectos que a continuación enunciamos:
- Que el Consejo Permanente de la OEA ha notado con preocupación las irregularidades que hubo en las elecciones de Venezuela del 28 de julio pasado
- Que la carta democrática indica que los países deben fomentar elecciones justas y basadas en el respeto a la voluntad de los pueblos.
- Que en todo momento deben prevalecer las garantías electorales
En virtud de dichos enunciados, el texto incluyó los puntos siguientes:
- Reconocer la participación pacífica de los electores venezolanos
- Instar al Consejo Nacional Electoral de Venezuela a que publique los resultados de inmediato
- Solicitar que se lleve a cabo una revisión de los documentos para garantizar su legitimidad
- Dar prioridad absoluta al derecho ciudadano a manifestarse sin miedo a represalias.
- Expresar solidaridad con el pueblo venezolano, solicitar respeto y seguridad para las sedes diplomáticas y el derecho de asilo.
Las agresiones contra la sede diplomática argentina en Caracas, en la que se asilaron seis personas, no han cesado. Inmediatamente después de leído, se sometió a votación, comenzando precisamente por Antigua y Barbados -de donde procede el anfitrión- pues el primer país se elige al azar mediante rifa y ese nombre fue el que salió.
Un resultado vergonzoso
El resultado -una verdadera vergüenza para la endeble credibilidad de la OEA- consistió en 17 votos a favor, ningún voto en contra, 11 abstenciones y 5 ausencias, entre las que destacó la de México, a pesar de que podían intervenir a través de sus representantes o vía virtual, como lo hicieron otros cancilleres del continente.
Los votos a favor -que no alcanzaron por apenas un voto la mayoría necesaria- fueron los de: Argentina, Canadá, Chile, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Estados Unidos, Guatemala, Guyana, Haití, Jamaica, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Surinam y Uruguay.
Además de la ausencia de México, básicamente la abstención de Colombia y Brasil hicieron fracasar el intento que hubiese permitido rescatar -al menos un poco- la confianza en las actuaciones de la OEA en congruencia con su propia Carta Democrática.
Cancilleres se manifiestan
La primera en dirigirse a la audiencia, fue la Ministra de Relaciones Exteriores de Ecuador, Gabriela Sommerfeld, quien señaló que su gobierno censuró al régimen de Nicolás Maduro y rechazó contundentemente el trato dado a los observadores. “No aceptamos los resultados de las elecciones en Venezuela” indicó.
Por su parte, la canciller de Uruguay, Mariana Vera Leiva, apuntó que “no son horas sencillas pues hay vidas de por medio y ante eso, todo lo demás pierde sentido”. Subrayó además la valentía del pueblo venezolano que salió masivamente a votar con esperanza, “aún sin las garantías electorales mínimas” y fue firme al indicar que los números que presentó el Consejo Nacional Electoral (CNE) “son fraudulentos. La OEA debería sentirse hoy muy avergonzada” recalcó.
Llegado el turno a Diana Mondino, Ministra de Relaciones Exteriores de Argentina, insistió también en que se había desarrollado un “proceso fraudulento” en Venezuela. “Quisiera que el clamor del Consejo fuera decir “basta” porque no podemos permanecer impasibles ante la situación del hermano pueblo.” Además, puso sobre el tapete el tema del incumplimiento del régimen de Maduro sobre el asilo diplomático, en detrimento de los seis dirigentes que se encuentran en la sede de la embajada argentina en la capital venezolana, a los cuales no les otorgan salvoconductos para que puedan salir hacia la nación que ella representa.
Mondino hizo hincapié en que la resolución que se sometió a votación ni siquiera mencionó la Convención de Caracas sobre asilo político y que lamentablemente el hostigamiento a su delegación diplomática, ha sido continuo.
Haciendo eco de las palabras de su antecesora, el canciller chileno, Alberto van Klaveren, expresó que su nación no va a distraer la atención de lo fundamental que es el respeto a la voluntad del pueblo venezolano expresado en las urnas. “Sin transparencia, no hay democracia” declaró.
Adicionalmente, mencionó el informe del Centro Carter, organización sin fines de lucro que desde su fundación en 1982, ha actuado como observadora de comicios electorales y participado en la resolución de conflictos en más de 80 países.
Según dicha entidad, los comicios en Venezuela “no se adecuaron a los parámetros internacionales de integridad democrática”.
Vehemente posición de Perú
La participación virtual del Ministro peruano de Relaciones Exteriores, Javier González Olaechea -que causó enojo al presidente del Consejo- fue la más contundente, pues criticó a los países que se abstuvieron de votar, señalando que “abstenerse es no tener la suficiente voluntad de expresar que están a favor de la verificación de los votos”. También señaló a quienes ni siquiera se presentaron mediante comunicación virtual.
Recalcó que la manipulación del resultado del proceso electoral en Venezuela fue “indigna” y que solo demostró el intento del régimen de Maduro “para desconocer la voluntad de los votantes y traicionar al pueblo venezolano”.
Paradójicamente, tal y como lo mencionó el representante diplomático peruano, el Secretario General de la organización, Luis Almagro, quien estuvo presente durante la reunión, entregó un informe técnico elaborado por la misión de la OEA, donde puntualmente se reflejaron los obstáculos y violaciones al proceso electoral razón por la cual, según González Olaechea, “al no aprobar la sencilla propuesta, el Consejo Permanente estaría desconociendo el trabajo de su misma organización”.
Según lo comentó, ya a las 12 de la noche del 30 de julio pasado, la oposición venezolana habría “colgado en internet” el 90 por ciento de las actas, cuyos resultados mostraron que el candidato Edmundo González Urrutia había ganado con una diferencia de más de 30 puntos. “Maduro no ha podido ni podrá justificar su supuesta victoria” afirmó el canciller de Perú.
Más voces se alzaron
Otros ministros tales como Rubén Ramírez, de Paraguay, Javier Martínez Acha de Panamá y Carlos Ramiro Martínez de Guatemala, de quien solo se pudo escuchar el audio, realizaron ingentes llamados “para que se garantice el derecho ciudadano a expresarse libremente sin miedo a represalias» y señalaron que “solamente un conteo transparente y auditado” habría verificado la autenticidad de los resultados emitidos por el CNE, pero que lamentablemente, a estas alturas era palpable que el régimen venezolano “había impulsado un proceso carente de integridad”.
El representante de los Estados Unidos, Brian Nichols, Subsecretario de Estado para la región occidental, también se refirió a las conclusiones del Centro Carter y enfatizó que los números reflejados en las actas publicadas por la oposición, dan cuenta de la victoria de Edmundo González. Mientras que la embajadora de Costa Rica ante la Organización de Estados Americanos, Alejandra Solano, en su breve exposición hizo énfasis en que “el Consejo Permanente falló en la defensa de la Democracia” y que nuestro país “exhorta al régimen de Nicolás Maduro Moros, a rectificar mediante una verificación de los resultados” los cuales sí han sido publicados por los opositores”.
Al fin de cuentas, solamente se consiguió que los representantes de las naciones que votaron afirmativamente la resolución, aunque no lograran alcanzar su aprobación, pudiesen expresar en alta voz y frente a observadores latinoamericanos y europeos, incluidos los de la Santa Sede, prensa internacional y amplios públicos, su profundo malestar por la actitud de algunos de los países miembros de la OEA, que en muchos casos “exhiben una doble moral” y dan más importancia a sus posiciones ideológicas que a temas totalmente claros y puntuales sobre democracia y derechos civiles.
Lamentablemente la situación en Venezuela demanda acciones solidarias y reclamos mucho más consecuentes y enérgicos para que la voluntad del pueblo se respete y cesen las agresiones de la tiranía encabezada por Nicolás Maduro.
A la fecha, se contabilizan mucho más de una docena de muertos, alrededor de 430 arrestos, innumerables agresiones a ciudadanos que han participado a lo largo y ancho del país, en multitudinarias concentraciones en defensa de su voto y en rechazo al fraude electoral. Además de las amenazas contra las personas asiladas en la embajada de Argentina, hay ciudadanos que han desaparecido, entre ellos se cita al dirigente secuestrado por cuerpos paramilitares, Freddy Superlano.
Adicionalmente, se han girado instrucciones para la detención de los líderes opositores María Corina Machado, voz principal por la causa de la libertad y del presidente electo, Edmundo González Urrutia.
