- El hecho se dio en 2013, durante una misa celebrada en la Iglesia de Cristo Rey en Kerala, estado que se ubica al extremo sudoeste del país, en el cual residen más de 33 millones de habitantes. El pasado 9 de mayo el Vaticano hizo oficial su aceptación.
- A lo largo de la historia se han producido alrededor de 140 milagros eucarísticos de los cuales la Iglesia Católica ha oficializado más de cien.
- Estos hechos son descritos por la Iglesia como: “intervenciones prodigiosas de Dios que tienen como fin confirmar la fe en la presencia real del Cuerpo y la Sangre del Señor en la Eucaristía”
Adriana Núñez/Fuentes noticiosas
De acuerdo con la información dada a conocer por Forum Libertas/InfoCatólica, la Santa Sede ha divulgado la noticia de que tras 12 años de análisis y pruebas, incluidos estudios médicos y científicos, se aceptó oficialmente el “milagro eucarístico” ocurrido en la localidad de Vilakannur, Kerala, India, durante una misa que se celebró en la Iglesia de Cristo Rey el 15 de noviembre del año 2013.

La noticia ha tenido, según voceros del Vaticano, “un profundo eco en la comunidad católica internacional”. Y no es para menos: durante la celebración del acto litúrgico, el padre Thomas Pethickal, se dio cuenta de un detalle extraordinario que lo impactó de inmediato. En la hostia consagrada, apareció “una imagen inusual”, la cual parecía corresponder al rostro de Jesucristo.
De inmediato se corrió la voz atrayendo a cientos de fieles y por supuesto, a distintos medios de comunicación. Pocos días después, la iglesia se transformó en un sitio de peregrinación para miles de personas que deseaban ver de cerca el fenómeno.
Empezó así una larga investigación que ha culminado con el reconocimiento oficial del milagro eucarístico.
Doce años de análisis
Según sacerdotes cercanos a los hechos, “desde el primer momento la Iglesia actuó con mesura y prudencia” preocupándose por preservar cuidadosamente la hostia, sobre la cual se cifraron los análisis no sólo teológicos sino también médicos y científicos.
Tras más de una década de indagaciones, justo al día siguiente de la elección del nuevo Papa León XIV -efectuada el pasado 8 de mayo de 2025- el arzobispo indio Joseph Pamplany comunicó oficialmente el viernes 9 de mayo, que “la Santa Sede había reconocido oficialmente el evento como un milagro eucarístico”.
Dicho reconocimiento implica que no existe una explicación natural para lo ocurrido. “Se confirma así su carácter sobrenatural y a la vez se refuerza la creencia en la presencia real de Jesucristo en la Eucaristía.”

“Este milagro eucarístico, se une a otros eventos similares reconocidos por la Iglesia a lo largo de los siglos. Es un llamado a la renovación espiritual pues el hecho, “reaviva la fe de millones de creyentes en el misterio de la transubstanciación, pilar fundamental de la doctrina eucarística” ha indicado el Vaticano.
El estado de Kerala, donde sucedió tan significativo acontecimiento, ostenta el mayor índice de desarrollo humano (IDH) de la India; se lo conoce por ser el más alfabetizado del país, con una tasa de más del 96% y además, por ser la región con menos pobreza.
El 28 de abril de 2001, en esa misma región, se produjo también un fenómeno eucarístico cuando en la hostia consagrada durante una misa en la parroquia de Santa María en Chirattakonam, aparecieron de repente tres manchas rojas. En esos momentos, el sacerdote no supo qué hacer y solo atinó a colocar la hostia en el tabernáculo de nuevo.
Días después, recuperado de tan fuerte impresión, volvió a revisar la hostia. Para ese momento, ya las manchas rojas parecían dibujar el rostro de Jesús. Entonces buscó un fotógrafo para que captara las imágenes de la hostia.
El milagro eucarístico más antiguo que se conoce, es el de Lanciano, una pequeña ciudad de los Abruzos, en Italia, que forma parte de la provincia de Chieti. Ocurrió en el siglo VIII cuando un monje que tenía dudas acerca de la presencia real de Jesucristo en la Eucaristía, descubrió al momento de pronunciar las palabras de consagración durante la misa, que el pan y el vino se transformaban en carne y sangre.