José Luis Valverde, periodista.
Estamos, posiblemente, ante el gobierno más improductivo de la vida republicana.
No se perfila un proyecto de importancia para ser heredado a la futura administración.
La verdad, a Rodrigo Chaves Robles, como bien reconocen sus seguidores, no lo han dejado hacer.
¡Extraño! La institucionalidad aunque a veces lenta, llena de palos en el camino, algo ha permitido, al menos, encaminar a los antecesores.
CULPA
A Rodrigo Chaves se lo impide el desconocimiento del país luego de décadas de ausencia.
La falta de estudio previo, lectura de la Constitución, buenos abogados para explicarle las leyes.
Le ha cortado las alas, la falta de herramientas, asesores, ayudantes idóneos para intentar al menos, sacarlo de la terquedad.
Lo ha maneado la falta de humildad, el exceso de soberbia, arrogancia, prepotencia, para reconocer la camisa de once varas donde se metió.
No lo han dejado hacer, quienes confunden la gordura con la hinchazón, piensan, el dedo acusador, los gritos contra el prójimo, la descalificación de los demás, le sobra y basta para calificarlo el mejor gobernante de la historia.
HERMANOS
Si la corrupción es nefasta, el hermano siamés es el repartidor de culpas, paralizarlo todo, encarecer desmesuradamente la medicina para salir del atolladero.
Don Rodrigo no ha hecho nada, entre otros, por pecados capitales como la avaricia, el deseo desmedido de embuchacar dinero a costa de lo que sea (educación, seguridad, salud, cultura), para disfrute de otros, cuando el finado esté en el otro potrero.
RAZÓN
Tienen razón quienes alegan a Rodrigo Chaves, no lo dejan trabajar, tampoco da señales hará algo en el espacio restante.
En adelante, a botar bolas a la gradería, perder tiempo (hasta los santos lo lloran), intentar alguna filigrana para alegrar a su público, una chilena, taquito, rabona, volver a pasar la bola por la horqueta.
El empate será ganancia, ya se las agenciará frente al micrófono, acatando el consejo del ciudadano distinguido y señora, profesores eméritos de la escuela de mentirillas.
Definitivamente, a Rodrigo Chaves Robles, no lo han dejado hacer nada, esto, hasta los más fieles seguidores lo reconocen, aunque, como en la vela, quieran echarle la culpa de los pedos al muerto.