Fernando Fernández, Revista Visión CR.
Pocas veces en la historia electoral de los Estados unidos se ha vivido un final de campaña tan apretado. Kamala Harris sería la más votada en las presidenciales con el 49,1% de apoyo, según promedio de encuestas. Sin embargo, Trump podría ir por delante en votos electorales, con Pensilvania, Míchigan y Wisconsin como decisivos.
La ventaja de la vicepresidenta en el voto popular se ha estrechado en los sondeos de las últimas jornadas y, según el promedio de DatosRTVE, ahora aventaja en menos de 1,5 puntos al expresidente. Además, Trump adquiere ventaja en tres de los estados decisivos, Arizona, Carolina del Norte y Georgia, aunque ambos muestran un empate técnico en el que será el territorio clave, el estado de Pensilvania, junto a Wisconsin y Míchigan, los que forman el llamado «Cinturón de Óxido», en referencia a su industria manufacturera.
Empate técnico en Pensilvania, el estado clave
Más allá del apoyo general, los candidatos pelean por hacerse con la victoria en cada estado, ya que vencer en el voto popular no garantiza la Casa Blanca. Cuando los votantes depositan sus papeletas por un candidato determinado, en realidad están indicándole a los electores de su estado por quién tienen que votar como presidente y vicepresidente y son ellos los que elegirán al 47º presidente en otra votación en diciembre.
Para conseguir la Casa Blanca, hay que obtener una mayoría de, al menos, 270 votos en el Colegio Electoral. Y eso requiere conseguir los delegados que aporta cada estado. Salvo en Maine y Nebraska, que reparten parte de sus delegados de forma proporcional, el candidato ganador se lleva todos los electores de ese estado.
Por el momento, las proyecciones de FiveThirtyEight dan más estados seguros para los republicanos que para los demócratas, pero Kamala Harris tendría amarrados más votos que Donald Trump. Las últimas encuestas dan por seguros 191 votos para la demócrata y solo 122 para el republicano, pero este podría incrementar en 97 sus votos, 70 de los cuales procederían de Texas y Florida, el segundo y tercer estado que más delegados reparten, mientras que Harris podría contar con otros 45 probables.
Las elecciones, sin embargo, se decidirán con los 93 votos electorales restantes que reparten los siete estados decisivos s. Las encuestas más recientes apuntan a una ligera ventaja para Trump en Arizona, Carolina del Norte y Georgia, que reparten 43 votos entre los tres, y una mayor probabilidad para Harris en Míchigan y Wisconsin para Harris, pero es demasiado pronto para dar por garantizada esta tendencia, y la suerte de estos estados se decidirá casi al mismo tiempo que la de Pensilvania.
El ganador dependerá de un puñado de estados
Pese a la solidez del pronóstico de FiveThirtyEight, otras casas mantienen la pugna más abierta. La respuesta de hacia qué lado se decantará la balanza pasa, de esta forma, por lo que hagan los votantes de siete estados decisivos: Nevada, Arizona, Wisconsin, Míchigan, Pensilvania, Carolina del Norte y Georgia.
Empate también en la pugna por liderar el Congreso
Además de elegir al próximo presidente de Estados Unidos, las elecciones del próximo 5 de noviembre sirven para renovar la composición de la Cámara de Representantes y 33 de los 100 escaños en el Senado. Por ahora, la mayoría de las encuestas abordan esta elección de una forma generalista, preguntando a los electores acerca de qué mayoría preferirían en el liderazgo de ambas cámaras. Los pronósticos, que en las últimas semanas colocaban en cabeza a los demócratas, ahora muestran una ligera ventaja demócrata, pero muy cercana al empate técnico, puesto que el 46,4% de los estadounidenses preferirían una mayoría demócrata frente al 46,% para quienes los republicanos son la opción favorita, según el promedio de DatosRTVE a partir de la recolección de encuestas que facilita FiveThirtyEight.
El control conjunto de la Casa Blanca y el Congreso permitiría al partido vencedor disponer de un amplio margen para legislar, aunque el resultado del Senado será clave, por su capacidad para frenar las iniciativas de la Cámara de Representantes. En estos momentos, hay un empate a senadores que decide el voto de calidad de la presidencia -que recae en el vicepresidente del Gobierno, en estos momentos la propia Kamala Harris-, y cualquier alteración de ese equilibrio influirá enormemente en la próxima legislatura.
Los demócratas están preparando un plan para responder a una posible declaración de victoria anticipada de Donald Trump como ocurrió en 2020, dijeron funcionarios de la campaña de Kamala Harris y del partido a medios locales.
El magnate ya ha manifestado esta semana a los medios que espera poder declarar la victoria el día de las elecciones, el martes 5, aunque todos los expertos han advertido de que podrían pasar varios días hasta que se conozca el resultado final. Los demócratas preparan una estrategia que incluye llamamientos a la “paciencia” y la “calma” en las principales plataformas sociales y en las principales cadenas de televisión en caso de que Donald haga algún anuncio.
Por otra parte, los mercados financieros ya han tomado posición y apuestan por la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales estadounidenses del próximo martes. ”En el último mes, ha aumentado significativamente toda la parte que se llama Trump trade, es decir, todos los sectores, activos y valores que, por simplicidad, se cree que obtendrían buenos resultados si Trump ganara”, explicó a ANSA Alberto Tocchio, jefe de Ganancias Globales de Kairos Partners Sgr.
Sorpresa
La candidata demócrata realizó una aparición “sorpresa” en el reconocido programa de comedia sabatino Saturday Night Live, durante el sketch de apertura, frente a la actriz que la intepreta en el show, Maya Rudolph.
La vicepresidenta, que aspira a derrotar a Donald J. Trump en la elección presidencial del próximo martes, por el puesto de mando en la casa oval, se dirigió a Nueva York, para salir en el programa, en directo, luego de realizar un mítin en Charlotte, en Carolina del Norte, y de estar más temprano en Georgia.