Por Carlos Fernández Mora, escritor y periodista.
Uno de esos poetas jóvenes principiantes, que se ufanan de ser íntimos amigos de los grandes escritores y artistas, y que deseosos de figuración son capaces de pararle la respiración a cualquier mortal, fue a buscar a su casa de habitación a nuestro recordado poeta Max Jiménez Huete y parándose ante él, le dice:
—“¿Apostaría a que el poeta Jiménez Huete no me reconoce?”
Entonces, aquella figura de las letras nacionales cuya fama traspasó las fronteras de la patria, viendo al presuntuoso joven de pies a cabeza, le responde:
—“Ha ganado usted la apuesta…”.
*caricatura de Noé Solano.
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