Anecdotario Nacional, por Carlos Fernández Mora

Anecdotario Nacional, por Carlos Fernández Mora

CUENTAN que el Maestro Pío Víquez era hombre de finí­simo ingenio, frase pronta y pintoresca y conversación aguda y amena.

Anecdotario Nacional

Una vez, estando en la ciudad de las flores, en Heredia y de temporada, fue invitado a una boda en que la nota de originalidad la constituían las edades de los contrayentes: el novio pasaba de los sesenta y la novia de los cincuenta años.

Como se estilaba entonces, después de la ceremonia hubo una cena. Pío Víquez asistió, y a la hora de los brindis, alguien que conocía la donosa fama del ingenio de este poeta y escritor, le pi­dió que brindara. Fué tanta la insistencia del consenso, que el soli­citado no pudo excusarse y pronunció estas intencionadísimas pa­labras:

—»Señoras y señores: BRINDEMOS POR LA RESU­RRECCION DE LA CARNE».

*Caricatura de Noé Solano

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